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Bonos flotantes high yield: perspectivas en la siguiente fase del ciclo
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Bonos flotantes high yield: perspectivas en la siguiente fase del ciclo

Comunicación de Marketing. Exclusivamente para inversores profesionales.

Este artículo fue originalmente publicado en la web de M&G Investments. 

Los bonos flotantes (FRN) high yield (HY) globales aportaron rentabilidades sólidas en 2023, durante un periodo de incertidumbre macroeconómica elevada que incluyó cifras de inflación de doble dígito y subidas de los tipos de interés. Plantados ya firmemente en 2024, la inflación está volviendo a los niveles objetivo y la perspectiva de crecimiento económico más bajo pero positivo permite albergar una cauta esperanza de que las autoridades lograrán un aterrizaje suave. En este artículo exploramos las perspectivas potenciales de este segmento creciente del universo de renta fija high yield a medida que se acerca la siguiente fase del ciclo de tipos de interés.

2024 se presenta repleto de incógnitas, sobre todo a nivel geopolítico: además de los actuales conflictos y tensiones crecientes, grandes segmentos de la población global acudirán a las urnas a lo largo del año. No obstante, creemos que el entorno macroeconómico esboza una situación ligeramente distinta. 

«En esta época de incertidumbre es esencial mantener la cautela, y concentrarse en áreas defensivas y menos cíclicas del mercado que podrían ser clave para navegar posibles turbulencias.»

Tras un año dominado por la creciente preocupación en torno a una recesión y por los intentos del mercado de adivinar el fin del endurecimiento de la política monetaria, la inflación está disminuyendo y los tipos de interés parecen haber tocado techo (o estar a punto de hacerlo). De momento se ha impuesto un aire de optimismo cauto: las autoridades podrían lograr un aterrizaje suave de la economía tras el ciclo de subidas de tipos más largo de la historia reciente. No obstante, es posible que la actual volatilidad en torno al precio del dinero se prolongue, con lo que la asignación estratégica de activos continuará jugando un papel crucial para los inversores a medida que navegan desafíos potenciales en los próximos meses.

Un entorno complicado

Pese a la difícil coyuntura macroeconómica de 2023, que provocó la subida continuada de las rentabilidades al vencimiento (TIR) de la deuda soberana, los bonos flotantes aportaron rentabilidades particularmente sólidas a lo largo del año, respaldados por sus cupones variables y aprovechando el impulso que mostraron en 2022, cuando su ausencia efectiva de riesgo de duración protegió a la clase de activos de la oleada de ventas y consiguiente retroceso del mercado de renta fija.

«2023 fue un año excepcional para las clases de activos con interés flotante», comenta James Tomlins, gestor de renta fija cotizada europea en M&G Investments: «Dado que la volatilidad procedió sobre todo de los mercados de capitales, los inversores que implementaron estrategias de duración cero pudieron eliminar en su mayor parte cualquier turbulencia provocada por movimientos en los tramos de cinco a diez años de la curva de los treasuries estadounidenses.»

«Con todo, esto aportó estabilidad a los inversores en FRN HY en 2023, pero las circunstancias eran ideales. Ahora, la gran pregunta es si el segmento logrará repetir tal evolución», añade.

La próxima fase del ciclo

A medida que entramos en la siguiente fase del ciclo económico, los inversores en renta fija estarán muy atentos a las decisiones de los bancos centrales, ya que los efectos de las subidas de los tipos de interés son aún palpables.

Los argumentos a favor de invertir en bonos flotantes high yield en un entorno de tipos de interés al alza son obvios, pero creemos que la clase de activos todavía merece ser considerada de cara a un nuevo cambio de paradigma macroeconómico. Aunque hoy en día parece que estamos llegando al fin del ciclo de subidas del precio del dinero, pensamos que el actual entorno todavía es favorable para este tipo de bonos.

«Vale la pena destacar que el mercado ha mostrado muy poco acierto a la hora de pronosticar recortes de tipos futuros en los últimos años, pecando claramente de optimismo. De hecho, la evolución de las cotizaciones hasta octubre de 2023 se basó en la expectativa de un retorno de la narrativa de tipos de interés más altos por más tiempo», explica Tomlins.

«Si bien estoy convencido de que se implementarán recortes de tipos este año, el ritmo de tales medidas podría verse retrasado debido a problemas inflacionarios. Los acontecimientos en Oriente Medio, por ejemplo, pueden tener un impacto considerable en términos de inflación debido a la mayor presión sobre las cadenas de suministro, y esto puede conducir a pérdidas de capital», continúa el gestor. «Ahora que la inflación parece ser algo más persistente de lo que anticipaban los mercados, vemos una gran ventaja de carry en un tipo de entorno en que los bonos flotantes han tendido a florecer en comparación con instrumentos de mayor vencimiento».

En nuestra opinión, la combinación de pendiente todavía negativa de las curvas de deuda soberana, diferenciales comparativamente atractivos y tasas de impago esperadas relativamente bajas dejan a los FRN HY bien situados para generar buenos niveles de rentabilidad en 2024 si persiste el actual entorno macroeconómico.

Ante la perspectiva de un aterrizaje suave los fundamentales de los emisores corporativos de deuda high yield se han mantenido razonablemente sólidos hasta la fecha, aunque podría producirse un ligero aumento de las tasas de impago a medida que las economías se ralentizan. Creemos que un ciclo de impagos moderado no debería perjudicar mucho al sector corporativo, pero si las tasas de impago suben de manera más agresiva, la prelación elevada en la estructura de capital que suelen tener los FRN HY como emisiones senior garantizadas podría ayudarles a lograr mayores valores de recuperación y mitigar el riesgo de pérdida de capital.

Un enfoque defensivo

En esta época de incertidumbre es esencial mantener la cautela, y concentrarse en áreas defensivas y menos cíclicas del mercado (como por ejemplo productores y distribuidores alimentarios, software y proveedores de formación online) podría ser clave para navegar posibles turbulencias. Conservar un spread duration inferior al de la deuda high yield tradicional también podría ayudar a mitigar minusvalías provocadas por cualquier ensanchamiento de los diferenciales que pueda ocurrir a lo largo del año.

Ciertas áreas justifican especial cuidado, entre ellas los modelos de negocio dependientes de tipos de interés cero (incluida la deuda no garantizada en el sector inmobiliario comercial), mientras que los bancos con calificación HY también se enfrentan a mayores retos fundamentales que sus homólogos con grado de inversión.

Invertir en bonos flotantes high yield requiere concentrarse especialmente en gestionar el riesgo de crédito, sobre todo teniendo en cuenta que las empresas se ven afectadas por mayores tipos de interés e inflación, y podrían no ser capaces de pagar intereses o devolver el capital. Este es el motivo por el que el análisis fundamental de crédito será un aspecto crucial para la preservación del capital a medida que entramos en la próxima fase del ciclo económico.

El valor de las inversiones fluctuará, lo cual provocará que el valor de las participaciones se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras. Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.

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