BP y los valores odiados
El desastre que ha provocado la petrolera británica BP en las cercanías
de la costa estadounidense ha tenido un claro reflejo en su cotización.
Las acciones de la compañía pierden casi un 50% desde los niveles en los
que e encontraba antes de desatarse la crisis. El desplome está
relacionado, sin duda, con la mala imagen que se ha granjeado la
petrolera entre la opinión pública mundial y, en concreto, la
estadounidense. BP se ha convertido en una marca odiada en la primera
potencia mundial, cuyos políticos quieren prohibirle participar en el
negocio de exploración durante los próximos años. [caption
id="attachment_3125" align="aligncenter"
width="364" caption="Una caída impresionante"]
[/caption] Seguro que más de un fondo incluso se habrá quitado de en
medio la acción por aquello del que dirán, para evitar problemas después
con sus partícipes. Por lo menos, los llamados éticos, que invierten
sólo en compañías que cumplen determinados estándares, ya
lo han hecho
. ¿Pero realmente un acontecimiento como este puede acabar con la
compañía en ruinas? ¿Y todos los negocios que tiene BP al margen de
estas plantas cerca de EEUU valen menos? Y si no es así, ¿no llegará
alguien que compre la compañía ante una posible fuerte infravaloración?
Estas mismas preguntas se pueden plantear muy parecidas cada vez que una
compañía se convierte en un valor odiado. Y se trata de las acciones que
más suelen gustas a inversores de filosofía value, como es el caso de
Anthony Bolton, el histórico gestor del fondo Fidelity Special
Situations durante la mayor parte de su carrera. Bolton, que ahora
gestiona un fondo de China, dice que no puede comprar la acción porque
no está en su área geográfica de inversión, pero que si pudiera lo haría
porque "es
una oportunidad de inversión que se presenta una vez en la vida"
, según leo en Citywire. "La mayoría de las veces en el caso de
que algo realmente negativo ocurre sobre una compañía los inversores se
preocupan demasiado, y luego no es tan preocupante. BP tendrá que pagar
mucho dinero, pero sobrevivirá y prosperará. Lo recordarán sólo como un
pobre capítulo en su historia, ha dicho. En Unience, las dos últimas
operaciones de inversores en sus carteras reales sobre el valor han sido
de compra aprovechando los bajos precios, como
se puede ver en este enlace
, aunque tras el estallido de la crisis de la petrolera arreciaron las
ventas, librándose de la peor parte de la caída.