EEUU: se destruyen menos empleos pero aumenta el paro
Sí, parece una contradicción el titular, pero así es la realidad. Este
viernes Estados Unidos ha publicado las
cifras de desempleo de agosto
, y ha contentado a todos: los optimistas estarán contentos porque se
han destruido menos puestos de trabajo, 216.000, de los que se
esperaban, mientras que los pesimistas sacarán pecho señalando que la
tasa de paro se ha ido al 9,7 por ciento, por encima de lo esperado.
¿Por qué ocurre esto? Por la simple razón de que se trata de medidas
estadísticas distintas, cada una con sus ventajas y sus pegas. La que
mide la destrucción o creación de empleos viene directamente de los
registros, mientras que la de la tasa de desempleo se forma a partir de
encuestas a los hogares. La primera puede parecer más fiable, pero no
tiene en cuenta los puestos de trabajos agrícolas, los autónomos y
empleadas privadas en el hogar. Lo cierto es que, puestos a interpretar,
los mercados se han quedado con el lado bueno de la estadística y en
Europa han terminado con interesantes subidas, cercanas al 2 por ciento
en el caso del Ibex 35 del mercado español. Wall Street también
avanzaba, aunque con calma, a media sesión. De los datos de paro me
gustaría destacar estos dos gráficos que he visto en Calculated Risk
. Este primero, que muestra que la tasa de paro va peor del peor
escenario estimado en el test de estrés que la administración americana
realizó para el plan de salvamiento a la banca.
Y este otro, que muestra que la destrucción de empleos está siendo la
más severa desde la II Guerra Mundial, y ante la que cabe otro doble
análisis.
Por un lado, que la última vez que la destrucción fue tan violenta, la
recuperación fue muy rápida; por otro, que esta vez será distinta,
porque entonces los ciudadanos y las empresas ahora están
hiperendeudados y entonces no.