Google contra China: un desafío que le saldrá caro

Google contra China: un desafío que le saldrá caro

Hoy nos hemos despertado con una noticia que implica mucho más de lo que se ve: Google se ha cansado de la censura y de los ataques contra las cuentas de activistas pro derechos humanos y ha lanzado todo un órdago a China:   Imagen 6 "We have decided we are no longer willing to continue censoring our results on Google.cn, and so over the next few weeks we will be discussing with the Chinese government the basis on which we could operate an unfiltered search engine within the law, if at all. We recognize that this may well mean having to shut down Google.cn, and potentially our offices in China" (Traducción libre: "Hemos decidido que no vamos a seguir censurando nuestro resultados en Google.cn, y por eso durante las próximas semanas debatiremos con el gobierno chino las bases en las que podríamos operar un motor de búsqueda sin filtros bajo la ley, si se puedo. Reconocemos que esto podría conllevar cerrar Google.cn, y potencialmente nuestras oficinas en China") Además, la amenaza la ha lanzado Google a los cuatro vientos, explicando con detalle sus argumentos a través del blog corporativo de la compañía, en un post firmado por David Drummond , máximo responsable legal de la compañía. Nada de secretismo, con el altavoz puesto y atacando a China. En ningún momento se dice que la gota que ha colmado el vaso, los "altamente sofisticados" (aunque aparentemente infructuosos) ataques a las cuentas personales de activistas pro derechos humanos, haya sido obra del Gobierno, pero la intención está más que clara por el tono con el que está escrito el post. Se trata de un choque entre transatlánticos. Aunque aparentemente Google parece ser la que más tiene que perder desde el punto de vista del negocio, ya que de irse abandonaría el mayor mercado de Internet del mundo, que su rival Baidu pasaría a dominar a placer. Aunque en los últimos resultados Google no dijo qué porcentaje de sus ingresos venía de China, sí comunicó que en ese periodo el porcentaje obtenidos fuera de Estados Unidos alcanzó máximos, al situarse en el 53 por ciento, y no sería de extrañar que buena parte de la mejora la habría provocado el gigante asiático, una de las pocas economías que ha seguido creciendo con fuerza durante la crisis. China, aparentemente, no tiene tanto que perder... Al menos por ahora. En 10 años ha pasado de no estar en la Organización Mundial del Comercio (OMC) a desarrollar un papel clave en un orden económico mundial y financiero que ha estado a punto de desmoronarse. China puede llegar a pensar que el mundo depende de su crecimiento, y no sería extraño que utilizase la polémica con Google para dar muestras de su creciente importancia e influencia global.

Google quizá no debería haber aceptado la censura como condición indispensable para asentarse en China, supone ir contracorriente, al lado contrario del lugar hacia el que se dirige el mundo. Y ahora pueda pagar haber aceptado esos condicionantes. Quizá pensó que con el paso del tiempo China moderaría esa censura, pero más que retroceder los comportamientos oscuros han ido en aumento. La acción de Google ya ha cedido cerca de un 10 por ciento en las últimas sesiones.

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