La hipocresía sobre la ética en las finanzas
Todos proclamamos unos bellos discursos y unas agrias lamentaciones
cuando se habla de la ética en las finanzas: que si los altos salarios
de los ejecutivos, que si la avaricia, que si el mal asesoramiento
financiero, que si la inmoralidad de dar dinero a los bancos que están
en quiebra... Sin embargo, a la hora de la verdad, cuando se trata de
elegir entre un sobre ética en la finanzas y otras actividades, queda
demostrado que tampoco nos importa tanto. La imagen que ven bajo estas
líneas muestra la ínfima asistencia a la charla sobre ética en las
finanzas que ayer tuvo lugar en Forinvest, la feria de finanzas que esta
semana se ha celebrado en Valencia. Se supone que iba a ser una de las
ponencias estrella del evento, como dijo en el turno de preguntas uno de
los organizadores. Sin embargo, quizá fue la de menor asistencia de toda
la feria: ni 50 personas como podéis ver. [caption
id="attachment_1512" align="aligncenter"
width="348" caption="Asistencia a la ponencia sobre ética
en las finanzas en Forinvet"]
[/caption] Lo cierto es que la ponencia también me decepcionó. Y fue
una pena, porque cada vez hay proyectos más interesantes que sí tienen
en cuenta la renovación de valores en ámbitos financieros, como uno que
me contó antes del evento uno de los ponentes, Francisco Álvarez,
presidente de ?tica Soluciones Financieras. Tenía muy buena pinta su
presentación, pero poco a poco el ritmo acabó cayendo, sobre todo por la
dejadez y desinterés del otro ponente del día, Pablo Sebastián, profesor
del IESE, que para empezar dijo que no creía en nada de esto de la
ética, que le parecía una palabra vacía, y que había aceptado la
invitación "porque llevaba tiempo sin venir a Valencia". Ya
imaginaréis que quien se toma así una ponencia mucho interés no le pone
en hacerla atractiva. Y para mí es una pena y una pérdida de tiempo que
nos sigamos quejando de lo mal que se hacen o se han hecho las cosas y
no se gire la vista hacia las nuevas ideas que intentan mejorar este
mundo.
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