Cuando nuestra casa es más inteligente que nosotros
En una vivienda inteligente no tiene que preocuparse por apagar las luces o regular la calefacción. Ella lo hace por usted. Y con menor coste. Responda con sinceridad ¿desconecta su televisor y demás aparatos eléctricos cada noche antes de acostarse, o se limita a dejarlos en modo de suspensión? Cuando de reducir la contaminación y alcanzar objetivos climáticos globales se trata, los titulares suelen centrarse en el aumento de fuentes de energía renovable. “Sin embargo, a corto plazo, se puede progresar mucho más mediante un uso más eficiente de la energía ya disponible que mediante el cambio a fuentes menos contaminantes”, afirma Luciano Diana, gestor de nuestra estrategia Global Environmental Opportunities.
Cuánto derroche
En Europa, los hogares representan la cuarta parte del consumo energético total (1). Una proporción importante de ese consumo se desperdicia cuando nos quedamos dormidos delante del televisor, encendemos el aspirador antes de retirar los muebles o nos olvidamos de bajar el termostato cuando salimos de casa. “Cambiar nuestras rutinas diarias suele ser más fácil en la teoría que en la práctica”, explica Diana. “Sin embargo, solo es una cuestión de tiempo antes de que muchos hogares empiecen a utilizar la energía de forma más eficiente. Este cambio no está impulsado por un cambio de mentalidad, sino por el progreso tecnológico”.
La construcción del futuro
Las grandes empresas inmobiliarias están a la vanguardia de este movimiento, según apunta Diana. “Para estas compañías, reducir los costes energéticos es una excelente manera de mejorar sus cuentas de resultados. El desarrollo y explotación de edificios más eficientes aporta otras ventajas. Las cifras del World Green Building Council (2) demuestran que los ingresos por alquiler aumentan a medida que un edificio se vuelve más sostenible. El tránsito hacia viviendas y edificios más eficientes no solo responde a razones económicas, sino también a las nuevas normativas y a la sensibilización medioambiental. La evolución hacia una edificación más eficiente está cogiendo cada vez más impulso."
Proteger nuestros bolsillos mientras protegemos el medio ambiente
Muchas de las características que se han convertido en norma en los edificios limpios también se incorporarán en la vivienda del futuro. Un buen ejemplo de ello es el aumento de la iluminación con LED. Estas lámparas consumen hasta un 80% menos de energía que las bombillas convencionales (3). El Departamento de Energía de EE.UU. pronostica que el ahorro total que supone el cambio al LED como fuente predominante de iluminación podría sumar en torno a 630.000 millones de dólares de ahorro acumulado de energía entre 2015 y 2035 (4). En la práctica, el ahorro real debería ser superior, gracias a la adopción generalizada en los hogares de soluciones energéticas simples y eficientes, tales como sensores de movimiento encargados de apagar o encender automáticamente las luces, termostatos inteligentes, o los ya habituales robots aspiradores. Según afirma Diana: “Estos avances son positivos. No solo para el medioambiente, sino también desde un punto de vista práctico para aquellos de nosotros que tendemos a olvidarnos de bajar un poco la calefacción o de apagar la luz”.
Fuentes:
1 “Energy consumption in Households” (Consumo energético de los hogares), Eurostat, 2017.
2 www.worldgbc.org/benefits-green-buildings.
3 Departamento de Energía de EE.UU.- “How Energy Efficient Light Bulbs Compare with Traditional Incandescents”, 2016.
4 Departamento de Energía de EE.UU.- Informe “Energy Savings Forecast of Solid-State Lighting in General Illumination Applications”, 2016.
5 Agencia Internacional de la Energía, 2017.
