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La fiebre del rodio
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La fiebre del rodio

 

En plena situación de incertidumbre en los mercados por la pandemia del coronavirus, un metal destaca por el incremento constante de valor. Se trata del rodio, el metal más caro del mundo. Te explicamos los motivos.

 

Si preguntáramos a la gente cuál es el metal precioso más caro, la mayoría respondería probablemente que el oro. Quizás algunos se inclinarían por el platino. Pero pocos son los que podrían adivinar que, desde hace algunos años, el rodio es el metal más preciado en el mercado.

El rodio es un metal blanco poco abundante de la familia de los platinoides, de aspecto parecido a la plata, muy duro y resistente a la corrosión. Sus características lo hacen muy preciado en sectores tan dispares como la orfebrería o la automoción.


Aumento de valor

En un contexto en el que la incertidumbre domina en los mercados debido a la pandemia del coronavirus, el precio del rodio no ha hecho más que crecer, en una escalada constante desde principios de año.

Así, en enero de 2020 el precio de este metal era de aproximadamente 5.500 dólares por onza, disparándose su valor a lo largo del año hasta en más de un 130%. Esta semana, alcanzó los 16.000 dólares por onza, según los datos del 30 de noviembre de 2020 de la 
consultora británica Johnson Matthey, que sirven de referencia para el sector.

Pero ¿cuáles son las razones que hacen que el rodio se esté convirtiendo en un metal tan preciado, con un valor casi diez veces superior al oro?


Automoción

Uno de los principales motivos se encuentra en uno de los usos más generalizados de este metal: es un componente clave de los catalizadores para la industria automovilística, ya que es el elemento que genera la reacción química dentro del catalizador que limita la emisión de gases contaminantes, en particular el óxido de nitrógeno (NOx). Se trata, por lo tanto, de una materia prima imprescindible para que los coches sean menos contaminantes.

El aumento de la demanda de la industria debido a las medidas anti-polución en la Unión Europea, pero también en China, se acentuó el año pasado (+14%). Eso ha generado a lo largo de 2020 un incremento del valor del rodio, a pesar de la paralización de la producción de la industria automovilística debido a la pandemia, una circunstancia que se está 
revirtiendo en los últimos meses.

Este factor de preeminencia del rodio en el mercado está llamada a disminuir a medida que se consolide la
 irrupción del coche eléctrico.

Joyería

Otro de los usos más codiciados del rodio se produce en la joyería, donde se emplea en los conocidos como baños de rodio. Algunas joyas, generalmente de oro y plata, se recubren mediante un proceso denominado galvanoplastia, de una capa de rodio, hasta conseguir un acabado extremadamente brillante y resistente. 

Es muy preciado para la elaboración de las denominadas joyas de oro blanco, que tienen una capa externa de rodio de unos pocos micrómetros de espesor. No puede tener mucho más, pues el rodio, de por su elevada demanda y al no contar con minas de extracción, alcanza un precio de 45.000 dólares por kilogramo, en base a la cotización por onza que comentábamos antes.


Otros usos

También, se extiende su uso a otros derivados, como el del mueble, donde es habitual recurrir al rodio para el acabado de los espejos.

Asimismo, es empleado en el sector de la aeronáutica, donde se recurre al rodio para la fabricación de los motores de turbina de los aviones.

Además, el interés de los inversores por los nuevos valores refugio también ha empujado los precios al alza.


Producción limitada

El gran hándicap con el que cuenta el rodio en los mercados es su oferta limitada. Actualmente, se extraen sólo 20 toneladas de rodio cada año. El motivo es que no existen minas como tal de rodio, sino que su extracción se consigue como consecuencia de otras actividades mineras.

Por ejemplo, en Sudáfrica (el principal productor, con un 82,4% de la extracción), se considera un subproducto del paladio. Sin embargo, en Rusia, segundo productor del mundo, se obtiene como subproducto del níquel.

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