Dividendos crecientes, intereses menguantes
Prats explicó la importancia de la apertura de China al mundo en el proceso de globalización y en las cuentas de resultados de las grandes multinacionales, ya que supuso la incorporación de unos 400 millones de consumidores (de los 2.000 millones de personas con capacidad económica para comprar un coche, entre otras cosas).
Internet (y Prats utilizó la figura de Steve Jobs para ejemplificarlo) ha contribuido a que la información se líquida, a que esté disponible a nivel global y de manera inmediata. Esto provoca, entre otras cosas, que los jóvenes de todas las zonas del mundo, en especial de los países emergentes, tengan más claro que pueden participar en el mercado mundial y que la mano de obra sea global. La consecuencia última es una presión a la baja en los salarios.
Ambas cuestiones proporcionan un escenario ideal para las empresas: más clientes y menor gasto en salarios, lo que incrementa la capacidad de generar beneficio.
Otro factor relevante a tener en cuenta es el papel que ha jugado Mario Draghi, presidente del BCE, desde 2012. En opinión del gestor, “su contribución ha sido muy relevante para el avance de la Unión Europea: ahora la moneda única está libre de duda y hemos conseguido un sistema financiero único”. Esto espera que empiece a reflejarse –positivamente-en las cotizaciones de los bancos a partir del año que viene.
Longevidad y polarización de rentas
Por otra parte, en el actual mercado global triunfan las empresas que saben responder al fenómeno de la polarización de rentas: cada vez hay más gente que compra ropa por debajo de 50 euros y bolsos que cuestan más de 1.000. Sin embargo, disminuyen los consumidores de la franja intermedia.
Prats también explicó que dado que “ vamos a llegar a vivir 100 años, las necesidades de ahorro para mantener una vida acomodada tras la jubilación se dispara”. Y esta necesidad de sacarle el mayor partido posible a nuestro conlleva que “la inversión en bolsa se convierta en una necesidad”. En un escenario de tipos que cuando se normalice se va a mover entre el 2 y el 3,5%, según las estimaciones del gestor de Abante European Quality; mientras que la rentabilidad por dividendo de los blue chips se sitúa en torno al 3,7%.
Por todas estas razones, “ la oportunidad de invertir en bolsa es muy buena”, aseguró.
Abante European Quality tiene, en estos momentos un peso importante de bancos. “Cuando veamos este primer ejercicio bajo supervisión será cuando los bancos podrán subir. Hay bastante margen de revalorización”, señaló Prats.
