‘Shale oil’ y la caída del petróleo: ¿qué está pasando?
El precio del petróleo ha marcado el final de 2014 y seguirá siendo una de las cuestiones que influirá en la evolución de la economía y las inversiones en 2015. El efecto de este desplome será positivo para economías como la española, importadora de este producto, y se beneficiarán desde las administraciones públicas hasta los particulares, pasando por las empresas.
En muchas de las noticias que han salido en el último trimestre hablando de las razones de la bajada del crudo se habla del impacto del shale oil. ¿Esto qué significa?
El shale oil es petróleo de esquistos bituminosos, un petróleo no convencional. El shale o roca de esquisto es menos permeable y el gas y el petróleo que alberga bajo ella no se puede extraer con los métodos tradicionales. Por eso, la extracción se hace utilizando diversas técnicas, entre ellas la de fractura hidráulica, el fracking, que consiste en hacer una perforación vertical hasta la capa que se quiere fracturar. Cuando se llega a esta capa, se utilizan explosivos para provocar grietas en las que se inyecta – a muy alta presión- agua mezclada con arena y aditivos químicos para romperla.
Esto ha supuesto –en los últimos años- una revolución a nivel mundial, pero, sobre todo, en Estados Unidos, que gracias a este cambio terminará convirtiéndose en el mayor productor mundial de petróleo, según la Agencia Internacional de la Energía. Otros países con importantes yacimientos de esquisto son Canadá, Brasil, Argentina, Francia, Alemania, Polonia, Australia y China.
Este boom del petróleo no convencional ha provocado que Estados Unidos importe menos crudo de los países productores de la OPEP y también ha hecho que las bajadas de producción que hacía la OPEP (con Arabia Saudí al frente) para mantener altos los precios se hayan vuelto menos eficientes, puesto que parte de la oferta del crudo la ha ido cubriendo el shale oil.