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Mercado de capitales: ¿Qué nos depara el año del "Tigre de Agua"?

Mercado de capitales: ¿Qué nos depara el año del "Tigre de Agua"?

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En el calendario chino, el año también va llegando a su fin. Si analizamos la evolución del mercado en 2021, el año del “Buey de Metal” ha hecho honor a su nombre. Los bueyes, animales pacientes y perseverantes, mantienen la cabeza fría aun en situaciones inesperadas (y hubo no pocas durante la evolución de la pandemia de coronavirus); y, además, el metal es el símbolo de las oportunidades económicas. No cabe duda de que el año pasado fue rentable para las clases de activos de riesgo como la renta variable, a lo que contribuyeron el sólido repunte de la economía mundial y los beneficios empresariales, además de las políticas fiscal y monetaria ultralaxas. ¿Qué cabe esperar para principios de este nuevo año?

  • En lo que a perspectivas generales respecta, los indicios para el año 2022 apuntan de nuevo (y hasta nuevo aviso) a una recuperación continuada de la economía mundial gracias a un crecimiento por encima de la tendencia lento pero seguro. No obstante, la aparición de la variante ómicron del virus ha complicado aún más la situación de inseguridad de la pandemia y puede que se observen los efectos negativos de la nueva ola en el primer trimestre. Sin embargo, también se ha observado un aumento de la resistencia de la economía en episodios anteriores con altas tasas de contagios. Por tanto, a lo largo del año debería observarse mejoría en los efectos negativos relacionados con la pandemia, como los cuellos de botella, y una mejoría en términos de crecimiento.
  • Aparte de ello, el año 2022 promete ser uno de normalización en las políticas monetarias, que en términos generales, siguen siendo acomodaticias. No obstante, en vista de la presión continua sobre los precios, diversos bancos centrales (entre ellos la Reserva Federal estadounidense) han empezado a abandonar su narrativa de un alza de la inflación de los precios al consumo meramente temporal. Si bien es probable que la inflación alcance su punto máximo durante los meses de invierno, debido principalmente al descenso en el precio de uno de los componentes de la energía, la presión subyacente sobre los precios podría llegar a ser mayor que antes del inicio de la crisis. Consecuentemente, cada vez más bancos centrales (como ya ha hecho por ejemplo recientemente la Reserva Federal) tenderán a abandonar la política monetaria ultralaxa, bien finalizando sus programas de compra de activos, o bien mediante una subida de los tipos de interés. Esta situación por sí misma ejerce una presión alcista moderada en los rendimientos de los mercados de renta fija. Y he aquí la pregunta del millón, ¿será necesario un endurecimiento (aún) más rápido de las condiciones de financiación para protegerse frente al riesgo de inflación a medio plazo?
  • También el ámbito geopolítico promete emociones. En la primera mitad del año la atención se centra en las elecciones presidenciales (abril) y parlamentarias (junio) en Francia, mientras que para otoño están previstas las elecciones presidenciales brasileñas (octubre), las de medio mandato en EE. UU. (noviembre) y el XX Congreso Nacional del Partido en China. La rivalidad entre las dos superpotencias, EE. UU. y China, podría reavivarse en este contexto.

¿Cuáles serían las consecuencias para los mercados financieros?

Una cosa es segura, 2022 será otro año apasionante. Las previsiones de que continúe la tendencia alcista de la economía mundial apoyan a los mercados bursátiles. Sin embargo, el potencial de los activos de riesgo puede verse limitado por la desaparición del respaldo de las políticas fiscal y monetaria, la incertidumbre en torno a la pandemia y la posible aceleración del endurecimiento de las medidas de los bancos centrales. Además, los riesgos de naturaleza geopolítica podrían impulsar un aumento continuo de la volatilidad en el mercado. Los anuncios inesperados podrán desencadenar una mayor volatilidad en el precio de las acciones con la que tendrán que lidiar los inversores, y habrá mejores oportunidades para la gestión activa.

Es un buen augurio que el nuevo calendario chino, que comienza el 1 de febrero, se encuentre bajo el signo del “Tigre de Agua”, que valiente y fuerte atraviesa terrenos desconocidos, mientras que el agua, simboliza tanto estabilidad como un continuo movimiento.

Asignación táctica: acciones y bonos

  • Tras una fuerte recuperación, la economía mundial se encuentra ahora en medio de una fase más madura del ciclo de crecimiento. Entretanto, prevemos un crecimiento mundial más lento para los siguientes trimestres, aunque todavía por encima del potencial.
  • Aunque esto debería seguir contribuyendo a la consecución de beneficios empresariales (columna vertebral de la evolución del mercado de renta variable), es poco probable que se alcancen los impresionantes niveles de 2021 y la presión constante sobre los precios de los insumos podría continuar afectando a los márgenes de beneficio.
  • A los inversores les sigue preocupando el endurecimiento temprano o marcado de las políticas monetarias mundiales, seguido de un riesgo persistente de inflación. Además, la propagación de la variante ómicron del coronavirus representa un factor de incertidumbre para las perspectivas generales a corto plazo.
  • En este contexto, se recomienda extremar la precaución. Sigue siendo aconsejable una elección más selectiva de las inversiones en términos regionales y sectoriales.

Manténganse activos,

Ann-Katrin Petersen

2022 promete ser un año de normalización de la política monetaria

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