BNY Mellon IM - España
BNY Mellon IM - España
Mercados emergentes, el auge de China y la pandemia
BNY Mellon IM - España
Espacio patrocinado

Mercados emergentes, el auge de China y la pandemia

Me gusta
Comentar
Compartir

En nuestro pódcast más reciente, Shamik Dhar, economista jefe de BNY Mellon, habla con Colm McDonagh, gestor de renta fija en Insight, para evaluar los cambios causados por el COVID-19 y lo que pueden significar para los inversores en mercados emergentes.

Shamik Dhar (SD): Últimamente se ha especulado mucho sobre el futuro aspecto de los mercados emergentes en un mundo pos-COVID-19. ¿Qué opinas sobre el aumento del proteccionismo, el acortamiento de las cadenas de suministro y la tendencia hacia la repatriación de la actividad manufacturera? ¿Pone esto en peligro la historia de crecimiento del universo emergente?

Colm McDonagh (CM): Existe una incertidumbre razonable en torno a cómo saldrá parada la economía global tras todo esto. Por lo que respecta a la repatriación, está claro que muchas empresas van a tener que replantearse sus estrategias. Creo que los mercados emergentes podrían comenzar a alejarse del modelo económico orientado a la exportación que ha predominado hasta la fecha, a favor de un enfoque más regional. También hay un ángulo político.  Ahora mismo, todo el mundo se hace la misma pregunta: ¿Cómo reequilibramos nuestra economía de forma que no cree riesgo fiscal o político?

SD: En mi opinión, cabe afirmar que ya estaba surgiendo un nuevo mundo de todas formas. Antes del COVID-19 ya podía apreciarse cierto grado de desglobalización, y la pandemia no ha hecho más que acelerar estas tendencias. Yo creo que las cadenas de suministro van a acortarse, que EE. UU. y Europa en particular podrían intentar diversificar alejándose de China, y que podríamos asistir a la creación de bloques comerciales regionales en esta dirección. En tal escenario, las oportunidades para los emergentes no desaparecen del todo: sencillamente adoptan una forma diferente, y algunos países podrían incluso beneficiarse de ello.

CM: Creo que tienes razón. Como muchos otros, hemos reflexionado sobre cómo la arquitectura global y financiera ha comenzado a cambiar en los últimos años. Está claro que EE. UU. ha sido la fuerza predominante, junto a Europa. Pero con la aparición de China, la situación ha empezado a evolucionar hasta este mundo multipolar con tres centros principales de política monetaria, económica y cambiaria. Muchos países se han dado cuenta de que la relación comercial, política y económica más importante es con China, no con EE. UU. Esto conforma un mundo tripolar, y pensamos que el COVID-19 podría acelerar esa evolución.

SD: Esa es una premisa interesante: supongo que la pregunta es si tus decisiones de inversión se han visto afectadas o no por ello al desarrollarse la situación en torno al COVID-19, y desde que estallara la pandemia.

CM: Puedo darte un ejemplo. Hace muchos años, los eurobonos se crearon para acceder a los ahorros mantenidos por la gente en dólares fuera de los EE. UU. La pregunta que nos hemos hecho es la siguiente: ¿Podríamos asistir a la creación de algo similar en China?

Piensa en la iniciativa de “un cinturón, una ruta” y lo que significa para el “poder suave” de China y su influencia económica en el extranjero. Teniendo en cuenta que estas rutas logísticas están siendo construidas y parcialmente financiadas por China, terminaremos en una situación en que el mundo elevará sus ahorros en renminbi offshore; en tal caso, ¿podríamos asistir a la formación del equivalente a un mercado de dólares/eurobonos en el mercado de renminbi/eurobonos? ¿Estamos acaso viendo el comienzo de un alejamiento de la arquitectura financiera centrada en el dólar a la que tanto nos hemos acostumbrado en las últimas décadas?

SD: Supongo que la cuestión sería cómo responde Washington a tal desarrollo. Está bastante claro que la narrativa de la relación entre EE. UU. y China ha cambiado drásticamente desde 2015/2016. Hace diez años, con el programa “un cinturón, una ruta”, cabía afirmar que la respuesta de Occidente era de “desinterés benigno”, pero pienso que ya hemos pasado a una oposición activa en muchos ámbitos.

CD: Es indudable que existe competencia, pero nuestra conclusión es que China está sencillamente aprendiendo de lo que ha hecho EE. UU. a lo largo de los años. Un país puede elevar su alcance global de muchas maneras. Sé que se ha hablado del privilegio exorbitante del dólar, pero su condición de divisa de reserva mundial otorga un poder significativo a EE. UU. ¿Por qué no se habría dado cuenta de esto el gigante asiático, y tratado de encontrar un modo de lograr ventajas iguales o similares? EE. UU. nunca ha visto realmente disputada su hegemonía cambiaria, con lo que esto es algo que va a tener que plantearse seriamente en los próximos años.

SD: Está claro que esa es una ambición a largo plazo para China, pero sospecho que sus autoridades tardarán tiempo en lograrlo. Creo que la escasez de dólares ha reaparecido en el corto plazo, sobre todo durante la incertidumbre reinante en marzo. La divisa estadounidense ha sido casi un barómetro de la estabilidad global: sube cuando la estabilidad financiera corre peligro, y cae cuando se calman un poco las cosas.

CM: Esto conlleva asimismo una complicación inusual. Tal como ha descubierto la Fed, cuando uno cuenta con la preeminencia del dólar y las empresas y países se financian en dólares, se ve obligado a mirar más allá de sus fronteras: debe tener en cuenta al resto del mundo y considerar las implicaciones de dicha escasez de dólares. Durante la crisis más reciente hemos sido testigos de ello en la provisión de liquidez en swaps de dólares frente a otras grandes economías clave, y ahora forma una parte integral del herramental de la Fed.

SD: A nivel más general, quería preguntarte sobre tu perspectiva sobre la evolución de la renta fija emergente en los últimos años. Antes del COVID-19 se hablaba del riesgo idiosincrático y de cómo el universo emergente es una clase de activo mucho menos cohesiva que en el pasado. ¿Crees que el COVID-19 ha acelerado ese proceso?

CM: Yo diría que la pandemia ha servido para recordar a la gente lo increíblemente diversa que es esta clase de activo. Hace veinte años, el universo de deuda emergente era mucho más pequeño que en la actualidad. La aparición de volatilidad en un país emergente se transmitía automáticamente al resto. Pero las cosas han cambiado mucho desde entonces, tanto en términos de velocidad como de escala de evolución en distintas partes del mundo, hasta el punto de que es casi irreconocible. La clase de activo ya no se trata como un todo monolítico: hoy en día, los inversores están mucho más inclinados a dividirla y subdividirla en dichos riesgos idiosincráticos.

Asimismo, cabe destacar que la base inversora también ha cambiado. Ha dejado de ser coto exclusivo de los inversores internacionales, y actualmente hay mucho más capital doméstico presente, de la mano de fondos de pensiones de mercados emergentes, compañías de seguros y fondos soberanos.

El modo en que distintas áreas del mundo emergente han respondido al COVID-19 ilustra este aspecto a la perfección. Por un lado, partes de Asia que sufrieron las primeras infecciones parecen haber abordado la pandemia de forma eficiente y ahora se hallan bien encaminadas hacia la recuperación; esto contrasta con Latinoamérica, donde la respuesta ha sido muy distinta por un amplio abanico de motivos políticos, económicos y sociales. Este ejemplo revela las enormes diferencias entre los países y regiones que constituyen el universo emergente.

0 ComentariosSé el primero en comentar
User