¿Cómo ven la situación nuestros gestores de acciones europeas?
Ante esta semana tan agitada en los mercados, os traemos las valoraciones de nuestros principales gestores, así como del director de renta variable europea, sobre estos movimientos y qué pueden significar mirando hacia delante.
Esperamos que os parezcan interesantes:
Paras Anand – Director de renta variable europea
"Ante la situación actual en China, se
debe evitar la complacencia pero hay diversas
razones para ser positivos sobre las perspectivas
de la renta variable europea y, en particular, para la selección
selectiva de valores.
En primer lugar, los fuertes balances corporativos y un entorno de financiación favorable siguen ahí. En segundo lugar, la combinación de la bajada de las materias primas, la estabilidad de los precios de los activos y la mejora de las condiciones salariales están reforzando la base para una recuperación continuada de la demanda en todas las economías desarrolladas.
Por último, y posiblemente lo más importante, seguimos viendo que
muchos negocios bien establecidos se ven retados por modelos
de negocio nuevos basados en la tecnología y por unos
cambios en los patrones de consumo que sugieren
que, con el tiempo, se pueden obtener ganancias
sustanciales si se identifican correctamente esas compañías.
Fabio Riccelli – Gestor del FF
Iberia Fund y FF
European Dynamic Growth Fund
Una de las consecuencias de la desaceleración China es
la devaluación, algo claramente negativo para el
resto del mundo y, en particular, para las economías y sectores que se
han beneficiado fuertemente de la marcha de la economía china en la
pasada década (energía, commodities, maquinaria, bienes de lujo,
exportadores de coches, etc.).
Potencialmente, también puede llevar a devaluaciones competitivas en la región asiática, lo cual afectaría a las empresas exportadoras al reducir su poder de compra local y, en consecuencia, la demanda de productos foráneos. A este respecto, el impacto en los fabricantes de coches alemanes o compañías de bienes de lujo se hará notar, pero el mercado ya ha descontado mucho de esto en gran medida.
Desde la perspectiva del FF European Dynamic Growth, y mirando a la exposición final de los mercados a las ventas, está infraponderado en Asia en relación a su índice (13,7% del fondo vs 16,8% del MSCI Europe).
Adicionalmente, el fondo se encuentra invertido en compañías con un fuerte poder de fijación de precios (farmacéuticas, bienes de lujo) que no compiten directamente con grandes jugadores chinos por lo cual deberían ser capaces de compensar, hasta cierto punto, el impacto negativo de la devaluación.
Las perspectivas de crecimiento para estas empresas ganadoras a largo plazo (Novo-Nordisk, SAP, Sanofi, por nombrar unas pocas) no deberían verse afectadas por los movimientos a corto plazo de la divisa.
Es obvio que si China y el resto de Asia entrasen en una recesión
profunda, la situación sería negativa para los mercados mundiales pues
son fuertes impulsores del crecimiento global. En tal situación
esperaría, de nuevo, que el fondo y su sesgo a la calidad fuese de
alguna forma más defensivo que el mercado.
Matt Siddle – Gestor del FF
European Growth Fund y del FF
European Larger Companies Fund
Ha existido un catalizador fundamental para la corrección -la
devaluación del Yuan y los débiles datos del PMI chino- pero la
magnitud de la misma ha sido espoleada por una falta de
liquidez. Las empresas percibidas como muy expuestas
a la demanda de los mercados emergentes han sido vendidas de forma agresiva.
En las correcciones normalmente uno espera que los valores cíclicos se comporten peor que los defensivos, pero esta vez hemos visto valores como SAB Miller comportarse significativamente peor que las empresas cíclicas.
Es importante destacar no obstante que los datos económicos en EE.UU. y Europa siguen bien y que no hay señales de una desaceleración en sentido amplio en los mercados desarrollados. Los datos de empleo y crecimiento de salarios en Europa son alentadores y el PMI de servicios en EE.UU. se acelera.
Si ponemos la devaluación del Yuan en contexto, el
tipo de cambio había experimentado un periodo de sospechosa
estabilidad mientras los legisladores esperaban la decisión del FMI
sobre la inclusión del Yuan en su cesta. Con la decisión ya tomada, la
divisa se movió abruptamente en un corto periodo de tiempo, pero
sigue en el mismo nivel frente al euro en el que estaba hace
unos meses. La decisión de devaluar la moneda es una señal
clara de la debilidad exportadora de China, algo que venía siendo
obvio en los últimos datos de PMI.
La desaceleración de
China no es una novedad y la situación desde luego no ha empeorado
significativamente en los últimos 10 días. Sabemos desde hace
tiempo que su crecimiento se ralentiza y que las
exportaciones han estado bajo presión por el tipo de cambio. Una parte
clave de la economía -el sector inmobiliario- comienza a recuperarse
rápidamente gracias a los estímulos gubernamentales. Las ventas suben
mucho más rápido que la construcción de nuevas viviendas, lo cual
sugiere que los inventarios comenzarán a caer y la construcción podría
acelerarse. Por este motivo, pienso que sería erróneo ser
totalmente bajista en la economía china.
Tampoco soy alcista -los problemas estructurales siguen bajo la forma
de acumulación de crédito, apalancamiento, etc.-, pero creo que
hay que tener una visión equilibrada. Por tanto me
mantengo bastante neutral en la exposición a los mercados
emergentes en mis fondos. Dicha exposición se dirige más
hacia nombres relacionados con el consumo, por ejemplo Prudential y
otras empresas de servicios. Sigo infraponderado en
metales porque mi visión sobre las dinámicas de la oferta y
la demanda son negativas.
Alexandra Hartmann – Gestora del FF
Euro Blue Chip Fund
China ha experimentado un periodo de rápido crecimiento,
pero ahora se está ralentizando y sus dinámicas cambiando a medida que
disminuye la construcción de infraestructuras y el gobierno busca
reequilibrar la economía hacia el consumo doméstico y los servicios.
Así como la fase de crecimiento benefició a las empresas europeas de
bienes de capital y a las mineras, esta transición tendrá
implicaciones para las economías europeas.
Alemania es posiblemente el país más vulnerable de la eurozona
a una ralentización/devaluación en China debido a su alto
nivel relativo de comercio e inversión directa en el país.
Sin embargo, aunque Alemania es el cuarto mayor
socio comercial de China, sus exportaciones al gigante
asiático representan menos del 7% de sus exportaciones totales de
bienes. De hecho, las empresas europeas obtienen solo el 9%
de sus ingresos de China, y en el área euro la cifra baja al 6%
(fuente: Morgan Stanley). Adicionalmente, Alemania provee a China de
bienes que tienen una importancia estratégica, así como de productos
que son deseados por su creciente clase media.
En
términos de sectores, áreas como las de los semiconductores, energía,
autos y minería están fuertemente expuestas al crecimiento del PIB
chino y probablemente se vean impactadas por la ralentización. Dentro
de los sectores “defensivos”, las industrias europeas focalizadas en
sus zonas nacionales, como los servicios públicos o las
telecomunicaciones, estarán menos expuestas que, por ejemplo, los
bienes de consumo básico.
Áreas como la sanidad y algunas compañías de seguros deberían seguir beneficiándose de las oportunidades de crecimiento secular a medida que aumenta la clase media china y la transición de un crecimiento basado en las infraestructuras a uno apoyado en el consumo se va asentando. El mercado chino había subido abruptamente, alentado por el gobierno y apoyado en el apalancamiento, pero esta situación se ha dado rápidamente la vuelta pese a los intentos gubernamentales de evitarlo.
Los riesgos directos a la estabilidad financiera son limitados, debido al hecho de que la mayoría de las acciones se encuentran en manos de los inversores domésticos. Sin embargo, también hemos de considerar el efecto negativo sobre la riqueza de la demanda privada china, así como el golpe a la confianza derivado de la impotencia de las autoridades en su intento de corregir la corrección del mercado bursátil.
La composición de mi cartera no ha cambiado en agosto. A raíz de la debilidad de los precios de las acciones, h e aprovechado la oportunidad para añadir más acciones a mis posiciones en los sectores financiero y energético, así como reducido la infraponderación al sector de materiales. Además, he reducido marginalmente la exposición a nombres del sector de consumo discrecional.
Dirigido a inversores profesionales y no debería ser utilizado por inversores particulares