Fidelity: El nuevo orden económico - Capitalismo sostenible parte IV
Compartimos la última entrega de nuestro informe "El nuevo orden económico". Una serie de artículos dónde en las últimas semanas hemos explicado como la crisis de la COVID-19 desencadenará un profundo cambio en las políticas de las autoridades, acelerará las tendencias actuales y transformará los marcos de inversión.
En el verano de 2019, Business Roundtable, la influyente asociación de altos directivos estadounidenses, rechazó la vieja idea de la primacía del accionista y, en su lugar, abogó por dar cabida a los intereses de un conjunto más amplio de actores. Hasta ahora, eso ha resultado ser poco más que una declaración de intenciones, pero pensamos que la situación va a cambiar. Las multinacionales no pueden esperar desarrollar su negocio como siempre ante la mayor atención de las autoridades hacia sus actividades (y beneficios) y mientras el conjunto de la economía languidece.
Esperamos que no solo los inversores, sino la sociedad en general, empujen a las empresas a tener en cuenta el bienestar de sus empleados, de las poblaciones que las acogen y de sus proveedores por encima de los beneficios a corto plazo, en un esfuerzo general por garantizar la sostenibilidad y capacidad de adaptación a largo plazo de sus negocios.
Los modelos de negocio sostenibles dan muestras de resistencia
El mejor comportamiento relativo de las empresas más sostenibles durante las últimas semanas está redoblando el interés en estos negocios. En un estudio reciente2, descubrimos que las empresas a las que habíamos otorgado las calificaciones ESG más altas superaron a sus índices en un 3,8% en el peor momento de la crisis bursátil, mientras que aquellas con la calificación más baja se situaron un 7,8% por detrás. Este patrón se repitió a escala sectorial.
Entre las 2.689 empresas evaluadas, cada nivel de calificación ESG equivalía en promedio a 2,8 puntos porcentuales más de comportamiento bursátil frente al índice. Las conclusiones en la renta fija son similares a las que se obtienen en la renta variable. Los títulos de empresas con calificaciones ESG más altas perdieron un 9,2% desde comienzos de año hasta el 23 de marzo, mientras que el grupo con peor calificación se dejó un 20% de media. Esta relación se mantiene incluso cuando se ajustan las observaciones por un posible sesgo hacia la deuda de alta calidad en las calificaciones ESG.
El análisis sugiere que lo que inicialmente parecía una presión vendedora indiscriminada y motivada por el pánico realmente sí que discriminó entre empresas en función de la atención que prestaban a las cuestiones de sostenibilidad. Lo anterior refrenda la opinión de que un equipo directivo que se centre en la sostenibilidad es más probable que sea un grupo de excelentes gestores y tiene más posibilidades de crear un negocio que resista mejor ante una contracción. La idea de que la sostenibilidad es un lujo al que se recurre en mercados alcistas pero se deshecha en mercados bajistas sigue perdiendo credibilidad.
Colaboración pública y privada en materia de sostenibilidad
La crisis también ha puesto claramente de relieve el vínculo entre salud pública, migración y cambio climático.
Las migraciones inducidas por el cambio climático tendrán implicaciones mucho más amplias para el control de las enfermedades y las entidades públicas y privadas habrán de cooperar para entender y gestionar estas dinámicas.
Una novedad que podría allanar el camino para la colaboración entre el sector público y el privado en torno a la sostenibilidad es el New Green Deal de la UE. La UE se ha comprometido a desarrollar este plan valorado en 1 billón de euros durante la próxima década y a alcanzar la neutralidad en carbono en 2050. La UE pretende financiar el programa recurriendo al Banco Europeo de Inversiones (BEI) y a iniciativas de coinversión entre el sector público y el privado.
Aunque existe un consenso amplio entre los estados miembros sobre el conjunto del programa, para acordar el reparto de fondos será necesario tejer acuerdos.
Las regiones que se verán más castigadas —económica y socialmente— por la necesidad de abordar el cambio climático recibirán previsiblemente un mayor porcentaje de fondos. Por ejemplo, los países dependientes del carbón en Europa oriental necesitarán más fondos para hacer la transición hacia una economía verde y reciclar a sus trabajadores. El destino final de la inversión estará más matizado, pero algunos sectores tienen más probabilidades de erigirse en ganadores.
Las energías renovables, las tecnologías para descarbonizar sectores con grandes necesidades de energía como el acero, los productos químicos y el cemento, y las empresas pertenecientes a la cadena de suministro del coche eléctrico probablemente reciban inversiones. La producción sostenible de alimentos también podría salir beneficiada mientras la UE trata de garantizar la seguridad alimentaria e incentivar las nuevas técnicas agrícolas y pesqueras al tiempo que reduce la dependencia de los pesticidas, los fertilizantes y los antibióticos en la producción de animales y plantas.
Conclusión
Los periodos de crisis aceleran la historia. Las tendencias avanzan o se ven desplazadas súbitamente por otras nuevas. Podríamos estar entrando en una de estas fases, una en la que las bases de las políticas públicas han mutado permanentemente y los gobiernos y bancos centrales se ven obligados a pensar nuevas formas de abordar una amenaza social y económica que no se había visto en décadas.
Desde el punto de vista de los inversores, nuestros supuestos macroeconómicos anteriores deben someterse a una profunda revisión. Mientras digerimos todos estos retos, creemos que las mayores intervenciones de los estados, el activismo fiscal, el gobierno corporativo, la sostenibilidad y la persistente fortaleza económica de Asia se convertirán en rasgos permanentes del panorama de la inversión en el Nuevo orden económico. Encontrar formas flexibles de abordar estos cambios será crucial para generar rentabilidades ajustadas al riesgo sólidas en el futuro.
2Sacar ventaja en una crisis: ser sostenible y batir al mercado, abril de 2020. https://www.fondosfidelity.es/static/spain/media/pdf/analysis-research/fidelity-outrunning-a-crisis-whitepaper-april20-es.pdf Emanuele Cremaschi
Fidelity: El nuevo orden económico - Escenarios económicos de la crisis de la COVID-19 parte I
Fidelity: El nuevo orden económico parte II
Fidelity: El nuevo orden económico - Las oportunidades que surgen de las perturbaciones parte III