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La energía del esquisto está alumbrando un renacimiento industrial en EE.UU.
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La energía del esquisto está alumbrando un renacimiento industrial en EE.UU.

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El auge de la energía del esquisto (los yacimientos de hidrocarburos no convencionales que se encuentran en formaciones de este tipo de roca) en EE.UU. es una tendencia consolidada en el sector energético, pero su capacidad para impulsar una reindustrialización de la economía del país está empezando a apreciarse ahora.
 
Gracias al boom de la energía del esquisto, la producción energética total de EE.UU. (petróleo y gas) se ha disparado desde 29,5 miles de billones de Btu (equivalentes) hasta 38,3 miles de billones de Btu en sólo siete años.
 
Al mismo tiempo, las importaciones de energía de EE.UU. han descendido de 34,7 miles de billones de Btu
(equivalentes) hasta 26,6 miles de billones de Btu. La previsión es que siga creciendo con fuerza. Tras haber alcanzado la autosuficiencia en gas natural, el debate en EE.UU. se centrará cada vez más en si se deben permitir las exportaciones de gas y en qué medida.
 
En cuanto al petróleo, EE.UU. está avanzando firmemente por el camino de la autosuficiencia. La  producción petrolífera de EE.UU. creció en 2012 a la mayor tasa anual de su historia. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha pronosticado que EE.UU. superará a Arabia Saudí como el  mayor productor de petróleo del mundo en 2017, y que el descenso de las importaciones certificará la
autosuficiencia en 2035.
 
 
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Los hidrocarburos procedentes de las formaciones de esquisto tendrán grandes repercusiones en el sector energético. Aunque la atención se ha centrado hasta ahora en los efectos de primer grado, la profundidad de nuestro análisis nos permite identificar los beneficiarios de segundo, tercer y cuarto grado del abaratamiento de los costes energéticos, de los planes de inversión y de la construcción de infraestructuras en un amplio abanico de sectores.
 
En este sentido, destaca especialmente el hecho de que la disminución de los precios de la energía está
confiriendo a las empresas estadounidenses una ventaja competitiva internacional que, a su vez, está
estimulando un renacimiento industrial más generalizado en todo el país.
 
Dado que los precios del gas natural previsiblemente van a ser entre dos y tres veces más baratos en EE.UU. que en otras partes del mundo, los diferentes efectos multiplicadores directos e indirectos contribuirán de forma importante a la creación de puestos de trabajo y al crecimiento del PIB, lo cual reducirá el déficit comercial estadounidense.
 

1. TRANSPORTE DE MERCANCÍAS: EL BOOM FERROVIARIO

 
Entre los numerosos efectos de segundo grado del auge de la energía del esquisto está el impactante caso de los ferrocarriles estadounidenses. El fuerte incremento de la producción de petróleo de esquisto ha provocado una mayor demanda de transporte de maquinaria hacia las grandes zonas productoras y
de transporte de hidrocarburos hasta las refinerías.
 
Históricamente, el crudo y los productos del petróleo se han transportado a través de tuberías en EE.UU. Sin embargo, en muchos casos se está produciendo el auge del petróleo del esquisto en zonas de EE.UU. que carecen o no cuentan con oleoductos adecuados, como la formación Bakken en Dakota del Norte.
 
Dado que la infraestructura de conducciones en las regiones con yacimientos de hidrocarburos no convencionales está empezando a construirse ahora, se ha intensificado la demanda de formas "intermodales" de transporte y se ha disparado el uso de los ferrocarriles para transportar petróleo.
 
Según la Asociaciones de Ferrocarriles Estadounidenses (ARR), se transportaron casi 171.000 vagones de crudo y productos petrolíferos en tren en 2012, lo que supone un fuerte incremento del 46% con respecto a 2011.
 
Según Deutsche Bank, durante los próximos ocho años los ingresos anuales por vagones de carga relacionados con la explotación de hidrocarburos en esquistos oscilarán entre 2.700 y 4.500 millones de dólares; en concreto, el 85% de esta cantidad procederá previsiblemente del transporte de crudo y arena de fracturación.
 
Este cálculo ni siquiera tiene en cuenta la mayor demanda de tráfico ferroviario derivado de los beneficiosos efectos de la energía del esquisto sobre las industrias químicas y manufactureras de EE.UU. desde un punto de vista más general.
 
 
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Dos empresas donde las ganancias deberían ser superiores a las pérdidas son Canadian Pacific y Union Pacific. La última triplicó su tráfico de crudo en 2012 y, sólo en el ejercicio en curso, tiene prevista una inversión de 250 millones de dólares en activos relacionados con la energía del esquisto.
 

2. SERVICIOS PÚBLICOS: EL GRAN CAMBIO EN LA GENERACIÓN ELÉCTRICA EN EE.UU.

 
Aunque la revolución de la energía del esquisto en EE.UU. trata del petróleo y el gas, este último probablemente tenga las mayores repercusiones a corto plazo. Con el fuerte incremento del suministro de gas natural de esquisto, el precio medio del gas en el mercado al contado en EE.UU. descendió alrededor de un 30% hasta marcar mínimos de 13 años en 2012. No sorprende, pues, que esta evolución esté dando lugar a una sustitución de las fuentes de energía más caras por gas de esquisto abundante y barato
 
Un ejemplo claro de lo que está ocurriendo lo tenemos en la generación eléctrica, que históricamente ha
estado dominada por las centrales de carbón. Sin embargo, en 2012 el gas natural representó el 30% de
la generación eléctrica estadounidense, lo cual supone un incremento importante frente al 25% de 2011 y el 18% de 2002.
 
A la vista de la clara ventaja del gas en los costes y la desconexión progresiva de la capacidad de generación a partir del carbón, tal vez sorprenda saber que todavía no ha habido ningún boom en la construcción de nuevas centrales eléctricas de gas en EE.UU.
 
La razón es que las centrales eléctricas de gas son caras de construir y tienen una vida útil larga (a menudo más de 30 años) y las empresas eléctricas han sido reacias a llevar a cabo estas grandes inversiones dado el patrón histórico de volatilidad en los precios del gas. En lugar de eso, la respuesta inicial para aprovechar los bajos precios del gas ha sido ampliar la capacidad de generación a partir de gas.
 
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Dado que las empresas eléctricas de EE.UU. están fuertemente reguladas, los beneficios derivados de utilizar gas barato como materia prima repercuten sobre todo en los consumidores finales —tanto particulares como empresas— a través de la factura eléctrica, más que en un aumento del margen de beneficio de las empresas eléctricas. 
 
En cuanto a las implicaciones para la inversión, en Fidelity creemos que uno de los mejores métodos de
capitalizar el cambio estructural a favor de la producción eléctrica a partir de gas natural en EE.UU. son
los productores de las turbinas de gas que se utilizan para ampliar la generación eléctrica. Un líder
consolidado en este campo es General Electric, una empresa de ingeniería diversificada que también
ofrece una excelente exposición al conjunto del sector industrial estadounidense.
 

3. MEDIOS DE TRANSPORTE DE MASAS: VEHÍCULOS PROPULSADOS POR GAS NATURAL  LICUADO

 
El auge del gas de esquisto ya está beneficiando a los consumidores estadounidenses a través de un
descenso de sus facturas de electricidad y gas. Sin embargo, las ventajas se amplificarían enormemente si los coches pudieran funcionar con gas natural licuado (GNL) en lugar de gasolina.
 
Han crecido en todo el mundo los vehículos propulsado por gas y cómo están despegando en países como China y la India. Sin embargo, existen importantes barreras para que esto ocurra a corto plazo en EE.UU. Los coches estadounidenses no están diseñados para funcionar con GNL y modificarlos supondría un coste importante.
 
Afortunadamente, se pueden fabricar coches nuevos que funcionen con GNL y varios de los fabricantes líderes de automóviles, como General Motors, Toyota y Honda, ya están invirtiendo con decisión en esta tecnología.
 
La otra gran limitación es la ausencia de la infraestructura necesaria para dar servicio a los coches impulsados con GNL. Para que las empresas energéticas acepten sufragar la construcción de puntos de
repostaje de GNL por todo el país, tienen que estar más seguras de que los coches de GNL despegarán
con la fuerza que ya estamos viendo en otras partes del mundo. Para que esto ocurra, los consumidores
necesitarían tener una gran certeza de que la importante ventaja actual del GNL en términos de coste
sobre la gasolina se mantendrá o incluso se ampliará a largo plazo.
 
Aunque todavía debe pasar algún tiempo para que veamos una presencia generalizada de coches propulsados con GNL en las carreteras estadounidenses, las perspectivas ya son buenas para este tipo
de vehículos. Por ejemplo, el 20% de los autobuses estadounidenses ya funcionan con GNL y para los
camiones de basura, que suelen tener rutas muy predecibles, la cifra llega ya al 35-40%.
 

Una empresa que, en opinión de nuestros equipos de inversión, podría beneficiarse enormemente de ello es Cummins, el productor líder de motores de GNL para vehículos comerciales de EE.UU. 

 

4. LA REINDUSTRIALIZACIÓN Y LOS EFECTOS PARA LA ECONOMÍA ESTADOUNIDENSE

 

Los efectos del auge de la energía del esquisto —energía especialmente barata y mayor inversión
empresarial en bienes de equipo— está generando un amplio abanico de incentivos y oportunidades
para el conjunto de la economía de EE.UU.
 
- La i nversión empresarial está aumentando (tanto directamente en las industrias extractivas como
indirectamente en áreas como ferrocarriles, generación eléctrica y manufacturas).
 
- El consumo privado está recibiendo un impulso por el descenso de las facturas de gas y electricidad y por la creación de empleo en los sectores sensibles a la energía.
 
- La disminución de las importaciones de energía está ayudando a recortar el déficit comercial de EE.UU. y algunos sectores, como la industria petroquímica, están reforzando su competitividad internacional, lo que hace aún más positiva la dinámica de la balanza comercial.
 
- Este factor se está conjugando con un estrechamiento de los diferenciales de los costes laborales con centros manufactureros en países emergentes como China, y eso está animando a las empresas a repatriar capacidad de fabricación hacia EE.UU.
 
- La importancia de esta reindustrialización ya es visible y se aprecia en el reciente cambio observado en l a tendencia estructural a la baja que presenta el sector manufacturero como porcentaje del PIB nacional
 
Los analistas de Fidelity han estado investigando durante algún tiempo los efectos del auge del esquisto
en la economía nacional y han identificado docenas de empresas que probablemente se beneficien de
sus efectos secundarios. Un ejemplo es Tutor Perini, una empresa de construcción y obra civil con sede en California que ha visto cómo aumentaban sus negocios en regiones con yacimientos de esquisto, con contratos de construcción tanto privados como públicos.
 
 

5. ¿SERÁ EE.UU. UN EXPORTADOR DE GAS?

 
Dado que EE.UU. ya ha alcanzado la autosuficiencia energética en lo que al gas natural se refiere, tendría lógica que exportara sus excedentes de gas de esquisto a otras partes del mundo. Actualmente las diferencias de costes son importantes. El siguiente gráfico muestra que el precio actual del gas natural en EE.UU. ronda los 4,0 dólares por millón de Btu, muy inferior a los 12,0 dólares por millón de Btu que se pagan en Europa y a los 17,0 dólares de Japón, que carece de gas.
 
 
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Dado que licuar, embarcar y regasificar el gas sólo cuesta unos 5,0 dólares por millón de Btu, es evidente que los proveedores estadounidenses podrían conseguir elevados beneficios con las exportaciones.
 
El enfoque más sensato para ello sería convertir las numerosas terminales de importación de GNL que se construyeron en EE.UU. cuando el país era un gran importador de gas.
 
Las buenas noticias son que ya se han firmado varias operaciones en este sentido. En fechas más recientes, concretamente en marzo de 2013, Cheniere Energy cerró una operación con la británica Centrica para suministrar gas desde su proyecto de gas licuado de Sabine Pass en Luisiana.
 
En virtud de este contrato inicial de 20 años, a partir de septiembre de 2018 Centrica comprará 2.500 millones de metros cúbicos de gas anualmente a Cheniere, un volumen suficiente para dar servicio a 1,8 millones de hogares británicos durante un año12.
 
No obstante, existen algunos obstáculos importantes para EE.UU. pueda materializar todo su potencial
como exportador de gas. Además de la inversión de varios miles de millones de dólares necesaria para
convertir las terminales receptoras actuales de GNL en terminales de exportación, los mayores
problemas estriban en la legislación y la política.
 
Ninguna terminal de GNL, aparte de Sabine Pass, ha recibido hasta ahora permiso para exportar: para conseguir una licencia los exportadores deben solicitarla directamente al Departamento de Energía de
EE.UU., que toma decisiones atendiendo al interés general.
 
El problema es que sus juicios podrían verse influenciados por un poderoso colectivo de grupos de presión que están abogando con fuerza en contra de las exportaciones de gas de esquisto con el argumento de que podrían erosionar la ventaja en forma de menores costes energéticos que están consiguiendo ahora las empresas de EE.UU. gracias a los yacimientos de esquisto.
 
A pesar de las limitaciones, nuestros equipos de inversión creen que las autoridades estadounidenses
permitirán gradualmente las exportaciones de gas a países con deficiencias energéticas, lo que debería
mejorar la balanza comercial de EE.UU., así como la eficiencia del mercado energético mundial.
 
Más allá de los proveedores energéticos como Cheniere, una buena forma de apostar por la temática
general de las exportaciones de gas es a través de empresas como Hoegh LNG, que posee y explota
unidades flotantes de almacenamiento y regasificación que actúan como terminales GNL flotantes y
buques de transporte de GNL. Además, estas unidades permiten a países que no cuentan con la
infraestructura de regasificación necesaria alquilar esta capacidad a empresas como Hoegh LNG.
 

CONCLUSIÓN

 
La energía del esquisto tendrá un efecto importante y duradero en la economía de EE.UU. que reactivará su sector industrial y detendrá su descenso estructural como porcentaje del PIB del país. Los beneficios del auge de la energía del esquisto ya se están sintiendo en varios sectores, aunque creemos que todavía estamos en los primeros compases del ciclo de renacimiento energético, cuyos efectos se materializarán plenamente durante los próximos diez o veinte años.
 
En Fidelity creemos que nuestros recursos de inversión cuentan con dos ventajas clave: en primer lugar, desde la compañía se hace un intento deliberado por adoptar una perspectiva a más largo plazo que otros actores del mercado y, en segundo lugar, creemos que la profundidad de nuestro análisis no tiene competencia; así, nuestros prestigiosos equipos de analistas en todo el mundo se dedican a realizar análisis exhaustivos de empresas y sectores. 
 
Después de haber apreciado de forma temprana el potencial económico y de inversión derivado del
desarrollo de la energía del esquisto en EE.UU. (nuestros recursos de inversión incluyen fondos
dedicados exclusivamente a este fenómeno), nuestros especialistas creen que será una tendencia de
inversión clave y una fuente de numerosas oportunidades durante la próxima década.
 
Además, a causa de sus amplias repercusiones en la industria y la economía de EE.UU., también creemos que los efectos de la energía del esquisto constituyen argumentos poderosos a favor de la inversión a largo plazo en renta variable estadounidense.
 
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