2018: año de buenos propósitos
¿Qué sería del nuevo año sin una lista de buenos propósitos? Vamos a exponer cuales podrían ser éstos desde el lado económico.
Los banqueros centrales han sido los grandes aliados de la recuperación económica con sus políticas monetarias ultra expansivas. Es momento de normalizar la situación; pero de forma paulatina y cauta para evitar que se produzcan disrupciones en el mercado.
La renta fija ha sido una de las grandes beneficiadas de estas medidas con valoraciones nunca vistas en la historia. Por ello será clave no “asustar” a estos flujos y evitar que los tipos de interés se disparen más de lo deseado porque se reduzca el interés por la misma.
Sin políticas monetarias, es el turno de los Gobiernos y sus políticas fiscales expansivas (menos centradas en la reducción del gasto y más en el crecimiento); aunque, dado el endeudamiento de muchos de los países desarrollados, no va a ser tarea fácil.
A los políticos les pediríamos estabilidad: Brexit, elecciones en Italia, Cataluña, la agenda legislativa de Trump y los latentes conflictos geopolíticos en Arabia Saudí o Corea del Norte.
Por último las empresas, apoyadas por una continuidad en las dinámicas de crecimiento en países desarrollados y emergentes, deberían cumplir esas previsiones de beneficios esperadas (en Europa del 7%) y obtener rentabilidades de esas cuantías.
Año nuevo, buenos propósitos y, de cumplirse, buenos resultados.
Mª José Martínez Blázquez
Ibercaja Banca Privada
