El resultado de la segunda ronda de TLTRO incrementa la presión sobre el BCE
Este pasado lunes comentamos las previsiones que había en mercado sobre la segunda subasta de TLTRO. Tras conocerse ayer la cifra, Alex Dryden, global market strategist de JPMorgan AM, explica qué supone para la economía y los mercados europeos:
"El Banco Central Europeo (BCE) ha colocado 130.000 millones de
euros en la segunda de las ocho rondas de operaciones de
refinanciación a largo plazo condicionadas (TLTRO, por sus siglas en
inglés) que la institución llevará a cabo de forma trimestral hasta
junio de 2016. El BCE puso en marcha el programa TLTRO con el
objetivo de estimular el crédito en la eurozona
pero la cifra se ha quedado en la parte baja de las
estimaciones de los analistas, lo que, para muchos,
refuerza la tesis de que el BCE acabará implementando un
amplio programa de expansión cuantitativa, al
estilo del QE estadounidense.
El programa
TLTRO empezó tímidamente en septiembre, cuando el BCE solo distribuyó
82.600 millones de euros entre los bancos de la región, una cifra muy
inferior a las expectativas del mercado. Entre las dos rondas de
financiación, los bancos europeos han tomado prestado solo
212.000 millones de euros, mucho menos de los 400.000 que
puso a disposición el BCE.
Este resultado incrementa la
presión sobre el banco central para que adopte nuevas medidas con el
fin de ampliar su balance en los próximos meses e inyectar más
liquidez a la eurozona. Los miembros del BCE han expresado su deseo de
devolver el balance de la institución al nivel de principios de 2012,
lo que supondría un aumento cercano al billón de euros. Si los bancos
no toman prestado por medio del programa TLTRO, resultará
difícil cumplir con ese objetivo sin recurrir a la compra masiva de
bonos soberanos.
El dilema se ha visto agravado por los
últimos malos datos de inflación en Francia y
Alemania. En Francia, la cifra final de inflación para el mes
de noviembre sitúa el IPC interanual en el 0,4%, un dato aún más débil
de lo que se esperaba y algo más bajo que el de octubre. La inflación
alemana también se redujo ligeramente hasta el 0,06% interanual en
noviembre, frente al 0,08% que había registrado en octubre.
Implicaciones para la inversión
Los inversores
iniciaron 2014 con una expectativas relativamente altas para la renta
variable europea que han resultado ser demasiado optimistas: el Stoxx
600 solo ha ganado un 1,5% este año frente al avance de casi un 10%
del S&P 500.
Aunque el mal comportamiento de la economía ha enfriado el
sentimiento de los inversores, existen varios catalizadores
que podrían impulsar la renta variable europea en los próximos
meses, como la depreciación del euro, unas valoraciones
razonables con respecto a los beneficios y la mejora de los márgenes
de beneficio. El crecimiento del crédito también ha empezado a
repuntar en varias economías.
Si a esto se le
añade la posibilidad, cada vez más firme, de que el BCE ponga en
marcha un programa de QE, el entorno para la renta variable
europea parece más favorable en 2015 de lo que lo era a
principios de este año.
No obstante, la política seguirá siendo el factor
sorpresa, como hemos podido ver esta semana tras los
acontecimientos de Grecia. Los activos estadounidenses han
registrado un excelente comportamiento en los últimos años, pese a
la falta de acierto de sus políticos. Por desgracia, los mercados
europeos no gozan aún del mismo grado de inmunidad. Para salir del
pozo, Europa aún sigue dependiendo de que sus políticos
hagan lo correcto".