Reserva Federal: esperando a que el mundo cambie
"La Reserva Federal estadounidense (Fed) citó ayer «los recientes acontecimientos de la economía y las finanzas mundiales», que podrían frenar la actividad económica y presionar más a la baja la inflación, para no variar los tipos de interés durante su reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de septiembre.
La decisión no ha sorprendido a nadie —las encuestas entre analistas
revelaban una fuerte división de opiniones sobre si la Fed debía
subir tipos o no— y tampoco tendrá una repercusión importante sobre la
actividad económica de
Estados Unidos.
Sin embargo, la justificación empleada por la Fed, según se desprende del comunicado oficial, las previsiones económicas y la rueda de prensa posterior a la reunión, sugiere que las subidas de tipos serán aún más lentas y progresivas en el futuro, por lo que los tipos de interés se mantendrán en niveles bajos a corto plazo, incrementando el riesgo de un sobrecalentamiento de la economía a largo plazo.
Implicaciones para la inversión
Probablemente, la decisión de la Fed de no subir los tipos de
interés durante su reunión de septiembre no alterará las
perspectivas económicas de Estados Unidos a corto plazo. De
hecho, aumentar los tipos de interés desde los bajísimos niveles
actuales podría haber estimulado el crecimiento económico porque los
ingresos financieros aumentarían más que el gasto financiero, animando
a hogares y empresas a pedir prestado e invertir antes de que se
produjesen nuevas subidas de tipos y reduciendo la incertidumbre.
Una subida de tipos tampoco habría resultado perjudicial para el mercado inmobiliario, que se ve más limitado por lo inasequible de las entradas que por los pagos de las hipotecas. También es cuestionable si habría provocado una nueva apreciación del dólar, teniendo en cuenta que las últimas tres veces que la Fed inició un ciclo de subida de tipos el dólar se apreció antes de la primera subida y cayó en los seis meses siguientes.
La economía estadounidense parecía estar recuperándose de forma lenta
y constante antes de la reunión de la Fed y
mantiene su
trayectoria un día después. Sin embargo, hay que tener presente que
posponer una vez más la primera
subida podría retrasar el
momento en el que los tipos de interés empiecen a frenar el
crecimiento económico hasta
mucho después de que la demanda
agregada supere la oferta agregada, provocando un fuerte repunte de la inflación.
Independientemente del impacto económico, el argumento empleado por
la Fed para no subir tipos en septiembre nos
hace pensar que los
tipos de interés aumentarán aún más lentamente, lo que limitará las
pérdidas del mercado de
bonos e incluso podría generar ganancias
en ciertos segmentos. La decisión también podría resultar positiva
para los activos de mercados emergentes si los inversores se ven
menos presionados para rotar sus carteras antes de que el capital
fluya de forma generalizada hacia Estados Unidos. Sin embargo, podría
limitar los avances de las
bolsas estadounidenses.
Aunque la Fed cita la volatilidad como una de las razones para no aumentar en esta ocasión sus tipos de interés, es probable que la incertidumbre sobre sus próximas acciones incremente la volatilidad, perjudicando la renta variable de Estados Unidos, mientras la Fed, satisfecha con el progreso de la economía del país, espera a que el mundo cambie"
Por David Kelly, Chief Global Strategist