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Guía M&G de inversión en infraestructura cotizada
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Guía M&G de inversión en infraestructura cotizada

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Por favor, consulte el glosario para una explicación de los términos de inversión que aparezcan en este artículo.

La infraestructura representa la columna vertebral de la economía global. 

La vida moderna depende del buen funcionamiento de una enorme red de sistemas y estructuras que nos permiten vivir y trabajar como lo hacemos. Construir y mantener estos importantes activos puede costar mucho dinero, pero los beneficios para inversores con visión de futuro en infraestructuras exitosas pueden ser considerables.

Esta guía explica nuestro enfoque de inversión en infraestructura cotizada, y por qué creemos que esta clase de activos puede aportar grandes ventajas a los inversores orientados al largo plazo. 

¿Qué es la infraestructura?

En general, la infraestructura engloba a los activos asociados con la provisión de servicios esenciales para el funcionamiento seguro y próspero de la sociedad global. 

Se trata de activos físicos en los que confiamos cada día, desde las compañías que nos suministran electricidad y agua, hasta las autopistas de peaje y los ferrocarriles en los que viajamos. Este tipo de negocios suelen presentar las siguientes características:

  • Son activos de larga duración gobernados por contratos a largo plazo.
  • Sus ingresos están ligados a la inflación.
  • Reciben flujos de caja estables y crecientes.

La naturaleza relativamente predecible de estos flujos de caja es para menudo escogida por inversores con horizontes a largo plazo que buscan una fuente de renta potencialmente fiable y creciente, unida a activos físicos que apuntalan el valor de su capital. 

¿Qué son las infraestructuras cotizadas?

Tradicionalmente, la inversión en infraestructura ha sido coto exclusivo de inversores institucionales —como planes de pensiones y fondos soberanos— a través de grandes inversiones privadas, en las que el capital queda comprometido durante plazos de tiempo muy prolongados. 

No obstante, la clase de activos se está tornando cada vez más accesible para los inversores particulares, por ejemplo a través de acciones de compañías de infraestructura que cotizan en bolsa. Esto es a lo que nos referimos con “infraestructuras cotizadas”. 

Además de permitir operar en este segmento con cantidades mucho más bajas que las requeridas para invertir en activos privados, las inversiones cotizadas suelen ofrecer una liquidez considerablemente superior, ya que las acciones de compañías de gran tamaño se negocian con regularidad, con lo que normalmente pueden comprarse o venderse rápida y fácilmente. La infraestructura cotizada también puede ofrecer a los inversores un alto grado de diversificación, porque cada compañía suele generar ingresos de distintos activos. 

Asimismo, puede usted obtener acceso a un amplio abanico de compañías de infraestructura cotizadas invirtiendo en un fondo, que combina posiciones en varias empresas en un solo vehículo. 

Cuando los fondos generan renta a partir de las compañías en las que invierten, esta puede distribuirse de forma periódica a los inversores que hayan optado por acciones de reparto. Alternativamente, dicho flujo de ingresos puede reinvertirse para generar renta adicional y crecimiento del capital si las inversiones registran una buena evolución.      

¿Cómo enfoca M&G la infraestructura cotizada?

Nos concentramos en compañías que poseen y controlan activos de infraestructura físicos. En nuestra opinión, los activos físicos adecuados proporcionan una barrera de entrada estratégica, protegiendo los flujos de renta y el valor subyacente de la inversión. Por este motivo, optamos por no invertir en proveedores de servicios como operadores de telecomunicaciones o compañías implicadas en la ingeniería y construcción de infraestructuras. 

Los activos físicos en los que nos centramos suelen tener vidas útiles prolongadas, a menudo de 50 años o más. De este modo, debemos analizar todo tipo de factores para asegurarnos en la medida de lo posible de que los activos permanecen utilizados y relevantes durante la totalidad de su vida. 

Un elemento importante a este respecto es la evaluación de cuestiones medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG), uno de los pilares de nuestro proceso de inversión. La incorporación de factores ESG asegura que los activos y negocios en los que invertimos son sostenibles y comercialmente viables en el largo plazo. De este modo, la exposición a las centrales térmicas convencionales (carbón) y a la energía nuclear está estrictamente limitada. 

La infraestructura se está expandiendo rápidamente más allá del ámbito tradicional del suministro público, los oleoductos y el transporte, lo que denominamos infraestructura «económica». A fin de capturar todo el espectro de la clase de activos y las cualidades que ofrece, trascendemos la definición tradicional de infraestructura e invertimos en tres categorías de infraestructura diferenciadas:

La infraestructura económica y la infraestructura social suelen ofrecer flujos de renta sólidos que deberían soportar fluctuaciones de la economía en general. La infraestructura «en evolución» añade un perfil único con su mayor potencial de crecimiento, aportando una nueva dimensión a una clase de activos cuyo pilar principal es la estabilidad. Creemos que invertir en las tres categorías, cada una con su propia gama de activos, puede ser un modo efectivo de diversificar los riesgos y las oportunidades.
 
En todas ellas buscamos compañías con potencial de repartir dividendos crecientes a sus accionistas a lo largo del tiempo. Este es un aspecto crucial de nuestra filosofía de inversión, basado en la creencia de que un dividendo creciente es un importante motor para la cotización de una acción en el largo plazo.

El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

¿Son adecuados para mí los fondos de infraestructura cotizada?

En general, los fondos de infraestructura cotizada es escogida por inversores que buscan:

    Un flujo de rentas creciente.
    Potencial de crecimiento del capital a largo plazo.
    Diversificación en su cartera de inversiones.

Cada fondo tiene sus propias características y un perfil de riesgo y rentabilidad diferenciado, con lo que debe usted asegurarse de que el objetivo específico del fondo encaja con sus objetivos de inversión personales.

La idoneidad de cualquier inversión siempre dependerá de sus circunstancias específicas y de su perfil de riesgo y rentabilidad. De tener cualquier duda al respecto, consulte a un asesor financiero.

A la hora de decidir cómo invertir, nunca olvide que el valor de las inversiones sube y baja. Así, el valor de su patrimonio fluctuará con el tiempo y cabe la posibilidad de que no recupere usted la suma invertida originalmente.


El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Si no está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero. Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.


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Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones de inversión en cualquiera de los fondos de M&G. Promoción financiera publicada por M&G International Investments S.A. Domicilio social: 16, boulevard Royal, L-2449, Luxembourg.


 

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