-¿Cómo de importante es la planificación de los ahorros de cara a la jubilación?

Es importantísimo. Si pensamos que es una etapa muy larga de nuestra vida la que vamos a pasar jubilados ya que, afortunadamente, la esperanza de vida es cada vez mayor. Si nos jubilamos con 65 o 67 años, y en un futuro quizá se suba la edad de jubilación, hasta los 90 que es la esperanza de vida, nos quedan muchos años.

Durante este tiempo debemos disponer de unos ingresos suficientes que nos permitan garantizar cierto nivel de vida, aunque no sea el mismo de antes de la jubilación, al menos uno muy parecido.

Tenemos que tener recursos suficientes para sobrevivir en esos momentos. Es importante planificar la jubilación. Hay un aforismo de Benjamin Franklin que dice "al no planificar, se está planificando el fracaso". Tenemos que ser conscientes de nuestra capacidad de ahorro, de los ingresos que nos aportará el sistema público de pensiones y otros ingresos adicionales y, por diferencia, tenemos que saber lo que tenemos que ahorrar para tener ese nivel de vida deseado.


-Según la edad, ¿cómo creen que se debería ahorrar?

En primer lugar, para ahorrar para la jubilación hay que empezar lo antes posible. Lo importante es disciplinarse y todos los meses disponer de un ahorro. Es importante tener en cuenta el horizonte temporal hasta el momento de la jubilación. El deadline lo ponemos en el momento en que nos jubilamos pero después de ello quedan muchos años por delante. Quizá el horizonte temporal deberíamos establecerlo de otra manera.

Cuanto más tiempo nos falte para llegar a la jubilación, más deberíamos invertir en renta variable, que nos permite obtener unos retornos más importantes, aunque la inversión tenga más volatilidad. Según nos vayamos acercando al momento de la jubilación debemos reducir el riesgo de la inversión e ir pasando a renta fija.

También hay que tener en cuenta que si no lo cobramos todo en forma de capital en el momento de la jubilación, todavía nos quedan muchos años. Esto significa que si vamos a estar en renta fija nos vamos a perder una rentabilidad importante. 


-Una pregunta que se hacen muchos españoles es el futuro de las pensiones... ¿Qué pasa con la hucha de las pensiones públicas? ¿Habrá pensión para todos?

En primer lugar, sabemos, por los estudios realizados por la OCDE  y la Comisión Europea, a través del Libro verde y el Libro blanco, que la situación de España en cuanto a tasa de sustitución sobre el último salario es de media un 82%. La Seguridad Social nos cubre un 82% del último salario medio.Se estima que entre el 2050 y el 2060 esa cobertura será del 50%. Significa que vamos a necesitar mucho más para cubrir nuestras necesidades después de la jubilación.

En segundo lugar, va a haber pensión de la jubilación. La cuestión es el importe. La tendencia no augura nada bueno para obtener unos importes con una tasa de sustitución como la que tenemos actualmente. 

En cuanto a la hucha de las pensiones, el fondo de reserva de la Seguridad Social, ahora mismo, podría haber desaparecido porque el déficit se está financiando a través del Estado. El déficit del año pasado fue de casi 18.000 millones de euros y lo que queda actualmente son 2.150 millones de euros. Hay que tener en cuenta que si la nómina mensual de las pensiones es de más de 9.000 millones de euros, no tenemos ni un cuarto de una nómina mensual de pensiones. Se mantiene porque políticamente estaría mal visto que hubiera desaparecido completamente la hucha de las pensiones pero, de facto, es como si hubiera desaparecido


-¿Cómo puede un ahorrador adaptarse a los cambios fiscales que vienen?

Lo importante es ahorrar. Otra cuestión es elegir qué instrumento utilizamos para ahorrar. Desde mi punto de vista, es importante no dejar de lado los fondos de inversión. Si sigue adelante el proyecto de ley de Presupuestos Generales, donde se van a reducir drásticamente desde 8.000 a 2.000 euros las aportaciones a planes de pensiones individuales, tendremos que buscar otro instrumento que nos permita planificar la jubilación y sistematizar el ahorro de la misma manera que haríamos con los planes de pensiones. Los fondos de inversión se presentan como un instrumento posible y también algún tipo de seguro de vida como los unit linked.

-¿Cómo valora el acuerdo alcanzado en el seno del Pacto de Toledo sobre las pensiones?

En el Pacto de Toledo ha habido muchas recomendaciones desde que se estableció. En un primer momento, las recomendaciones iban por fomentar los sistemas cribados de pensiones y ahora se ha modificado esta tendencia. Por otra parte, va en contra de la tendencia europea y lo que se pretende es que los planes de pensiones de empresa prevalezcan sobre los individuales. 

Esto no está ni bien ni mal. Hay que tener en cuenta qué pasa en España y cuál es la estructura económica de España en cuanto a cómo está distribuido el empleo, donde el 90% está representado en pymes. 

En esta situación, pensando que una pyme aumenta las aportaciones hasta 10.000 euros,  ¿quién va a realizar 10.000 euros en un plan de pensiones de empresa?, ¿qué empresa va a poner a sus trabajadores además del coste salarial que existe?, ¿quién va a aportar más? La respuesta es nadie. Por lo tanto, lo que se ha hecho es quitar un incentivo fiscal en los planes individuales pero no se ha sustituido con los planes de empresa porque no se va a poder hacer.

Esto requiere modificaciones en la Ley de Planes y Fondos de Pensiones y en el reglamento que desarrolla la ley. Esto no es de hoy para mañana. Creo que va en contra de las tendencias europeas porque parece que no estamos en Europa. Allí ya se han aprobado, por parte de la Comisión Europea, del Consejo y del Parlamento, los llamados Planes Paneuropeos de Pensiones que, precisamente, son individuales y pretenden, desde la Unión Europea, fomentar el ahorro a largo plazo para la  jubilación; que sea capaz de canalizar las inversiones hacia la financiación de las empresas europeas, por lo que también nos vamos a perder eso. No tiene sentido que se incentiven los planes de pensiones individuales en Europa y aquí vayamos en sentido contrario.

Para finales del 2021 y principios del 2022 está previsto que esos planes europeos se puedan empezar a contratar. En España nos vamos a quedar, otra vez, a la cola porque no vamos a tener la capacidad de captar el ahorro a través de esos planes de pensiones.

-A pesar de todo, ¿cuáles son las virtudes de los planes de pensiones?

Una de las cosas que se dicen en foros o cualquier otra publicación es que sus rentabilidades son una porquería. Pero si miramos los datos de Invercocomparando las rentabilidades de planes de pensiones con fondos de inversión yresulta que los primeros tienen mejor rentabilidad que los fondos. Pero nadie habla sobre esto. 

Otra de las cosas que se dicen es que las comisiones de gestión de los planes de pensiones son muy altas y resulta que al hilo de los Planes Paneuropeos de pensiones, la comisión de gestión del plan básico es del 1% mientras que en España, la comisión media ponderada de gestión de los planes de pensiones es del 1,06%, es decir, exactamente la misma que se va a poner en Europa, luego no son caros.

Otra cuestión que se comenta es que, fiscalmente, no compensa porque lo que te desgravas en el momento de la realización de las aportaciones lo vas a pagar con creces en el momento de la prestación. Esto es así si planificas muy mal, tanto desde el punto de vista financiero como desde el punto de vista fiscal. 

Si planificas muy mal y lo cobras todo en forma de capital en el mismo año en el que te has jubilado, cuando tu base imponible va a ser similar a la del año anterior y, además, añades toda la prestación en forma de capital del plan de pensión, evidentemente, tu base imponible y tu tipo marginal van a subir.

Si, en vez de cobrarlo ese año, lo cobras al año siguiente y, además, cobras una forma en parte de capital y otra, en forma de renta va a haber una diferencia muy importante entre tipos marginales y lo que te has deducido y lo que vas a tributar.

Estos tres mitos circulan por las redes sociales o comentarios de usuarios en las publicaciones digitales y hay que ir desmontándolos, no con opiniones sino con datos.