A las puertas de un potencial gran lío
¿Qué está pasando en el mercado de renta fija? ¿Hacia dónde se dirige? Os traemos hoy este post que hemos realizado a raíz del artículo reciente de nuestro gestor Robin McDonald, que aporta una visión al respecto:
"Independientemente de si estás de acuerdo con la apuesta que parece hacer el mercado por un período sostenido de bajo crecimiento económico y baja inflación en todo el mundo, o decidas optar por la opción contraria, que al menos parece posible en papel, los ingredientes para un gran lío están ya en la mesa.
El banco central británico fue el último en recortar sus tipos de interés el pasado mes de junio, hasta su nivel más bajo en los más de 300 años de historia de la institución (0,25%). ¿Podrían bajar más? Para un inversor en renta fija la pregunta sería otra: ¿vale la pena una inversión en bonos gubernamentales? Para algunos, evidentemente lo es. Para nosotros, no.
El futuro retorno que ofrecen los bonos gubernamentales nunca ha sido más deprimente o sus valoraciones más extremas que ahora. Con unos tipos tan bajos, un inversor en bonos de Reino Unido podría esperar obtener, a los precios actuales, un rendimiento total acumulado de poco menos del 6% (nominal) entre hoy y su vencimiento en diez años. Incluso en el hipotético caso de que se lleguen a tipos de interés negativos, la aritmética que rigen los bonos no cambiaría y sólo dejarían pérdidas a los inversores para el resto de la década.
¿Un mundo con inflación es posible?
En un entorno en el que los "animal spirits" están recuperados, los bancos centrales tendrían que ponerse a retirar liquidez. Pero endurecer la política monetaria podría tumbar la economía y al mercado de bonos. Permanecer inmóviles podría avivar la inflación y diezmar su credibilidad. De cualquier manera, el saldo de este ciclo tiene el potencial de ser un gran lío.
Vamos a suponer que los gobiernos llevan a cabo un atrevido programa de estímulo fiscal para contrarrestar lo que consideran es un estancamiento secular (es decir, un período prolongado de crecimiento económico bajo). Veríamos un rebote en el crecimiento y en la inflación. Eso por sí solo debería plantear serias dudas a los inversores en bonos.
Pero vamos un paso más allá. Supongamos que en este entorno de mayor PIB nominal, el sector privado vuelve a descubrir su voluntad de tomar prestado, gastar e invertir. Suena bien, ¿verdad? Bueno, es ahí donde la situación se vuelve potencialmente desastrosa.
En palabras de Richard Koo, Chief Economist de Nomura Research Institute, una vez el sector privado acomode su balance y empiece a tomar prestado, "la inflación podría salirse de control rápidamente a menos que el banco central drene el exceso de liquidez que inyectó en el mercado bajo la expansión monetaria. Pero una reducción tan extrema requeriría que los bancos centrales vendan los bonos adquiridos, lo cual supondría una pesadilla tanto para la economía como para el mercado de deuda".
Así que, una de las apuestas del mercado es que los gobiernos no incurrirán al déficit a escala suficiente para compensar la reticencia del sector privado a gastar. El mercado también está apostando a que el propio sector privado permanezca moribundo por un largo período de tiempo.
En cualquier caso, creemos que lejos de ser un activo seguro, los bonos gubernamentales se encuentran en el epicentro de lo que sigue siendo un entorno muy frágil.