Día Mundial contra el Cambio Climático: te contamos cómo afecta a la sociedad y a las inversiones
Los inversores ya no pueden ignorar el cambio climático. Hace mucho tiempo que se dejó de debatir si estaba sucediendo o no para reconocer que es un hecho y tendrá un gran impacto en nuestra manera de vivir.
Por ello, este año el impacto del cambio climático ha sido incorporado en el estudio que cada año nuestro equipo de economistas realiza junto al equipo de inversión en multiactivo. Este estudio desarrolla sus previsiones a 30 años de los retornos de las inversiones de los mercados de acciones y bonos de todo el mundo. Las conclusiones de cómo el cambio climático afecta a los mercados y a la vida se explican en el siguiente vídeo:
El compromiso mundial en la lucha contra el cambio climático
Las conclusiones de nuestro estudio ponen de manifiesto que el poder medir el impacto empresa a empresa y país a país nunca ha sido tan importante. Esta realidad hace patente que, tanto la gestión como las decisiones que se toman en un país tienen efectos directos en la lucha contra el cambio climático. El ejemplo más reciente lo tenemos en las próximas elecciones estadounidenses. Las posiciones políticas entre demócratas y republicanos son tan diferentes con respecto al cambio climático que el resultado de los comicios será clave para el cambio climático como tema de inversión.
Si bien es cierto que vemos fuertes perspectivas para las inversiones en esta área cualquiera que sea el resultado, una victoria de Biden, combinada con el control del Senado por los demócratas, daría un gran impulso a la transición energética y a una mayor concentración y alineamiento de la política internacional en torno a la necesidad de acelerar la descarbonización.
El compromiso en la lucha contra el cambio climático cada vez está más integrado con los objetivos supranacionales. El año pasado la Unión Europea comunicó su intención de poner en marcha un "Acuerdo Verde" (Green Deal) para lograr la neutralidad en carbono para 2050. Además, recientemente, el plan de recuperación de 750.000 millones de euros de la Unión Europea, denominado "La Próxima Generación UE", para reparar los daños económicos causados por la crisis del Covid-19 y preparar al bloque para la transición energética, incluye algunas medidas ecológicas, como la renovación masiva de nuestros edificios e infraestructuras, mayor inversión para delimitar las emisiones, impulsar la energía marítima y eólica o integrar mejor el sistema energético, entre otras medidas.
Las áreas que explican la fortaleza de las inversiones sostenibles durante la crisis
Las inversiones en cambio climático y transición energética han funcionado, en general, notablemente bien desde el comienzo de la crisis del Covid-19 y la correspondiente desaceleración económica. Hemos identificado varias áreas cuya expansión creemos que puede ayudar a explicar esta fortaleza:
- Energías limpias: la energía solar fotovoltaica o eólica terrestre es ahora la fuente más barata de nueva generación de energía en países que representan dos tercios de la población mundial y el 85% de la demanda de electricidad. Esta tendencia, que está siendo impulsada por la mejora de la eficiencia de la tecnología, así como por la disminución de los costes, sigue estimulando la inversión en energías renovables a un precio equivalente al de las centrales eléctricas convencionales heredadas.
- Tecnologías de energía limpia: en los últimos seis meses ha habido una robusta demanda de tecnologías de energía limpia. El reflejo más evidente de ello es el mercado mundial de vehículos eléctricos, donde en Europa en particular, las ventas de híbridos enchufables y vehículos de batería han aumentado, mientras que las ventas convencionales han disminuido agresivamente. Además de los vehículos eléctricos, se ha observado una demanda igualmente robusta en el mercado solar residencial de Estados Unidos.
- Nuevas tecnologías de transición energética: Aunque creemos que el hidrógeno verde todavía tiene importantes obstáculos que superar desde el punto de vista de los costes y la tecnología, su potencial para ayudar a descarbonizar partes de la economía más difíciles de reducir es absolutamente enorme. Esto crea una gran oportunidad para las empresas que participan en este espacio.
- Movilidad sostenible: junto con la electrificación de los vehículos, el transporte de personas (trenes, autobuses) y la micromovilidad (bicicletas, scooters) tienen un papel que desempeñar en la reducción de la intensidad de carbono de los viajes.
La inversión en torno al cambio climático supone una oportunidad para captar todo el potencial de rentabilidad que ofrecen estas áreas de transformación positiva. Por ello, hace más de 10 años en Schroders lanzamos el fondo Schroder International Selection Fund Global Climate Change Equity (SISF Global Climate Change Equity). Este fondo se centra en aquellas empresas que reconocen las amenazas y aceptan los retos del cambio climático tempranamente, o aquellas que forman parte de la solución a los problemas relacionados con este fenómeno. Porque en Schroders estamos convencidos de que estas compañías se beneficiarán en última instancia del crecimiento estructural a largo plazo que el mercado está infravalorando.
