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¿Qué significa la victoria electoral de Biden para la transición energética?
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¿Qué significa la victoria electoral de Biden para la transición energética?

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La victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales va a impulsar la transición energética en EE.UU., pues el demócrata se ha mostrado comprometido con combatir el cambio climático y apoyar la energía limpia.

En concreto, en su programa está que EE.UU. genere cero emisiones netas de carbono en 2050. Para ello ha elaborado un ambicioso plan de inversión en energías renovables, que incluye la construcción de 500 millones de paneles solares y 60.000 turbinas eólicas en los próximos 5 años. También ha anunciado otras medidas significativas y con fechas definidas, como que para 2030 toda nueva construcción que se haga en US tendrá que ser neutral en carbono, para 2035 todo coche que se venda en EE.UU. tendrá que ser eléctrico (lo que incluiría la instalación de 500.000 estaciones de carga para este tipo de vehículos) o que para 2040 toda la generación de energía tendrá que ser neutral en carbono. Además, pretende acabar con los subsidios para las energías fósiles. 

La Unión Europea también se ha fijado como objetivo la reducción a cero de las emisiones netas para 2050. Mientras que China ha revelado recientemente su primer compromiso con las emisiones netas cero, con fecha límite en 2060. 

Esto significa que, por primera vez, los tres bloques económicos más grandes del mundo se comprometen con el futuro “cero neto”. Juntos, la Unión Europea, los Estados Unidos y China representan el 55% de todas las emisiones de carbono, lo que hace que sus crecientes ambiciones climáticas sean absolutamente fundamentales. Los plazos de mediados de siglo requieren que se tomen medidas significativas en la transición energética ahora, con una mayor adopción de energía renovable que es fundamental para el éxito. 

El compromiso con el cero neto impulsa las oportunidades de inversión

Hemos argumentado durante mucho tiempo que hay tres factores diferentes que juntos crean el punto de inflexión para la transición energética: la voluntad política, la economía y la demanda de los consumidores. Un enfoque más comprometido de la Casa Blanca es ciertamente una parte importante de esto en términos de una mayor voluntad política.

Pero la transición energética es un cambio estructural a largo plazo que depende de mucho más que una persona. Pasos como la intención de Biden de reincorporar a EE.UU. al Acuerdo de París son importantes, pero esto es sólo el comienzo de un viaje de décadas que transformará la forma en que la energía se produce y consume a nivel mundial. Para los inversores, esta es una oportunidad a largo plazo y no está vinculada a los cambios en el panorama político de los Estados Unidos.

La inversión en torno a la transición energética y el cambio climático supone una oportunidad para captar todo el potencial de rentabilidad que ofrecen estas áreas de transformación positiva. Conscientes de esta oportunidad, en Schroders lanzamos hace más de una década el fondo Schroder International Selection Fund Global Climate Change Equity (SISF Global Climate Change Equity). Este fondo se centra en aquellas empresas que reconocen las amenazas y aceptan los retos del cambio climático tempranamente, o aquellas que forman parte de la solución a los problemas relacionados con este fenómeno. 

Además, en una apuesta firme por la transición energética, también lazamos el fondo Schroder International Selection Fund Global Energy Transition (SISF Global Energy Transition). El equipo gestor excluye a empresas de combustibles fósiles y de energía nuclear e invierte en aquellas compañías que lideran la transición hacia la energía limpia. Su objetivo es logar un incremento sostenible del capital a largo plazo a través de un tema de inversión que marcará las próximas décadas. 

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