Hoy en día la figura del asesor financiero está siendo reemplazada o bien por máquinas o bien por un trato impersonal y buscando el beneficio de la entidad y no del cliente. Mi objetivo no es otro que ayudar a los clientes, orientándoles, a la consecución de los objetivos que tengan marcados tanto a corto, medio o largo plazo. Que entiendan lo que tienen y para qué lo tienen y se sientan a gusto.