Alfa y beta de un fondo: ¿qué son?

Alfa y beta de un fondo: ¿qué son?

Que es el alfa y beta de un fondo

La jerga financiera a veces utiliza palabras sobre las que dudamos de su significado. Dos de ellas son alfa y beta, que tal vez hayas leído en algún artículo especializado o en un post sobre finanzas. Otra cosa es que sepamos a qué se refieren. ¿Qué es el alfa de una inversión? ¿Y la beta de una inversión? 

Ambos son ratios, es decir, cocientes que relacionan dos magnitudes, en este caso financieras, de nuestras inversiones. Veamos qué significan cada uno de ellos y también como interpretar el alfa y la beta de una inversión

Qué es el alfa de un fondo de inversión

Alfa es la medida del rendimiento de una cartera de inversiones según unos parámetros concretos. Normalmente ese parámetro es un índice bursátil. Dicho de otra forma, es el nivel en el que un inversor consigue superar al mercado durante un periodo de tiempo determinado. Podrá ser alfa positivo o alfa negativo según ese rendimiento de los activos se aproxime más o menos al comportamiento del mercado.

Alfa es por tanto un medidor o ratio que relaciona un portfolio de inversiones con el mercado subyacente. Pero también mide el rendimiento del gestor de un fondo, que es el encargado de aplicar las estrategias a ese vehículo inversor. 

Basta con fijarse en la ficha o en el folleto de un fondo de inversión. Verás que en esos documentos el equipo gestor menciona la rentabilidad del fondo y la pone en relación con un índice de referencia o benchmark. Ese índice se escoge teniendo en cuenta el tipo de activos en los que invierte un fondo. Si por ejemplo invierte en renta variable global, la gestión del fondo tomará en cuenta un índice como el MSCI World Index, que agrupa activos de renta variable de muchos países. 

En resumen, el alfa determina cómo de bien lo está haciendo un gestor. Un alfa alto significa que el fondo ha tenido un crecimiento que se puede considerar bueno

Ventajas e inconvenientes de alfa 

El medidor alfa aporta al gestor de un fondo una idea general sobre el desempeño de sus portfolios frente al resto del mercado. Tanto para las inversiones delegadas (en una gestora) como para las directas por parte del inversor particular (trading), puede ser una herramienta útil a la hora de trazar los puntos de entrada y salida del mercado, cuándo invertir y cuando deshacer posiciones. 

Al contrario, el mayor inconveniente de alfa es que como método para calcular beneficios resulta limitado. ¿Por qué? No puede utilizarse para comparar distintas carteras de inversiones o tipos de activos porque se limita a las inversiones de mercados de valores. 

Qué es la beta de un fondo de inversión 

Otro coeficiente distinto pero también importante es la beta de una inversión. Mide la volatilidad de un fondo. Para ello, este ratio pone en un lado de la balanza la rentabilidad de un fondo y la compara con la rentabilidad de un índice de referencia.

Un buen nivel de beta es todo aquel que se acerque a 1. Esto significará que el fondo tiene una volatilidad similar a la del índice en el que se fija. Pero esto es sobre el papel, porque cada inversor ajustará el nivel de beta según la estrategia qu quiera seguir ante los activos que le interesan. Por ejemplo, si prevé que un activo suba, probablemente opte por una beta alta, mientras que si la previsión es de una bajada en los mercados del activo, una beta baja o negativa le está informando de qué productos son menos arriesgados o más defensivos.  

¿Por qué la beta es útil para un inversor? Porque es un indicador que le permitirá escoger entre productos financieros. Por ejemplo, ante dos fondos de inversión con beta diferente, el inversor que quiera optar por el de menor riesgo (menos volátil) deberá elegir el de beta más baja y al contrario. En el siguiente apartado veremos cómo interpretar los resultado de beta. 

Ventajas e inconvenientes de beta

La mayor ventaja de la beta en una inversión es que ayuda al inversor a tomar decisiones tan importantes como escoger activos o fondos menos volátiles a los cambios del mercado.

El mayor inconveniente de beta reside en que se calcula según el desempeño de un índice en el pasado: tiene en cuenta la volatilidad histórica del instrumento y la compara con el mercado. Por tanto, y como se suele advertir en las fichas de los instrumentos de inversión colectiva (IIC): rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras. 

Cómo interpretar los resultados de alfa y beta

El cálculo de alfa (el más básico) consiste en restar el total de los beneficios de una inversión (portfolio/cartera) de los beneficios del referente (un índice) durante el mismo periodo de tiempo. 

Es habitual en el mundillo de las finanzas emplear un modelo de precios de activos financieros para tener una visión detallada del rendimiento del portfolio donde se tiene en cuenta el riesgo. Pero como inversor, más que fórmulas complejas para hallar el coeficiente alfa, lo importante es saber interpretar el alfa de un fondo. Hay 3 escenarios:

  • Coeficiente alfa < 0: la inversión ha ganado demasiado poco para su riesgo, o era muy arriesgada para el rendimiento obtenido. Es el escenario que se debe evitar.
     
  • Coeficiente alfa = 0: la inversión ha conseguido un rendimiento adecuado para el riesgo tomado.
     
  • Coeficiente alfa > 0: la inversión tiene un rendimiento superior al riesgo asumido y por tanto recompensa al inversor. Es el mejor de los escenarios.

Por ejemplo, aunque un rendimiento del 20 % puede parecer bueno, la inversión puede tener un alfa negativo si se encuentra en una posición excesivamente arriesgada. Así, gracias al coeficiente alfa, el inversor es más consciente del tipo de producto que tiene contratado y de sus implicaciones. 

En cuanto a la lectura de los resultados de beta, el ratio para detectar la volatilidad de una cartera, veremos de nuevo tres escenarios para este coeficiente, pero el valor de referencia es 1

  • Beta < 1 significa que el fondo es menos volátil que el índice, lo cual es positivo (salvo que el inversor esté buscando asumir un riesgo más alto).
     
  • Beta = 1 implica que el fondo se mueve en el mismo rango de volatilidad que el índice en el que se fija. Por tanto, va a ritmo del mercado.
     
  • Beta > 1 supone que el fondo es más volátil que el índice. Los fondos con beta mayor se consideran activos o valores de alto riesgo y agresivos (el fondo subirá o bajará más que el porcentaje al que lo haga el mercado)

Los sectores económicos suelen llevar asociados betas más altas o más bajas. Las acciones de servicios públicos tienen a ser más fuertes frente a los cambios de mercado y su beta acostumbra a ser más baja. Las empresas tecnológicas y las start-ups tienen volatilidades más altas y su beta es bastante más alta que 1. 

En resumen, un inversor busca esta situación ideal: conseguir alfa positivo y al mismo tiempo que su cartera tenga una beta baja

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