¿Separación o divorcio? Cuáles son las diferencias a tener en cuenta
Cuando llega el momento de dejarlo en pareja, la mayoría de matrimonios tiende a pensar directamente en el divorcio. La realidad es que no es la única alternativa, desde un punto de vista legal se puede optar por la separación. Y es que la ley diferencia ambas figuras.
Diferencias entre el divorcio y la separación
La principal diferencia entre ambas figuras es que la separación implica el cese legal de la vida en común de los cónyugues, pero no extingue el matrimonio. En otras palabras, las dos personas siguen casadas y no pueden volver a contraer matrimonio, pero están legalmente separadas.
A efectos prácticos, el hecho de poder volver a casarse con otra persona o no es la única diferencia. Tanto en el divorcio como en la separación se producirá la separación de los bienes y, en caso de estar casado en régimen de gananciales, su disolución
Del mismo modo, tampoco habrá derecho a recibir herencia si no hay testamento ni siquiera a la legítima (parte de la herencia que la ley establece que deben cobrar los herederos). Lo mismo ocurre con la obligación de ayuda mutua y fidelidad, por ejemplo.
Antiguamente un matrimonio debía separarse previamente antes de poder pedir el divorcio. La Ley 1/2005, de o de Julio, por la que se modifican el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil en materia de separación y divorcio fue la que cambió ese requisito. Por eso hoy en día es posible divorciarse sin antes haber estado separado.
El proceso de divorcio y separación
Los pasos a seguir en caso de divorcio y separación son similares. De hecho, los costes también lo son –aquí puedes ver cuánto cuesta divorciarse en España-.
En ambos casos será necesario recurrir a la justicia y se podrá firmar la separación de mutuo acuerdo o acudir a los juzgados, como ocurre con el divorcio. La última opción dilatará el proceso y hará que sea más caro.
Divorcio o separación ¿Cuál escoger?
Hoy en día apenas existen diferencias entre ambas opciones, más allá de la posibilidad de volver a contraer matrimonio con otras personas. En caso de reconciliación, la separación hará que no sea necesario volver a casarse, simplemente reconciliarse, mientras que tras el divorcio sí será necesario volver a hacerlo.
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