Experto del mes
Publicado hace 10 días
Buenas promesas pero riesgos emergentes a la vista
Este fondo no debería considerarse como núcleo central de la parte de renta fija de una cartera si el objetivo principal es la estabilidad o la preservación de valor en entornos adversos. Su papel puede tener sentido como complemento, aportando algo de dinamismo y un rendimiento adicional.

En el corto plazo los resultados han sido positivos, especialmente si se mide a 1 año, gracias a haber aprovechado un entorno favorable para el crédito y para los mercados emergentes. Sin embargo, los bonos soberanos emergentes conllevan riesgos específicos elevados: riesgo país, riesgo político, posibilidad de impago o reestructuración de deuda, e inflación local. De hecho, el propio FMI ha advertido sobre la vulnerabilidad de algunos de estos países, particularmente aquellos con déficits elevados o presión cambiaria.

Si las tasas de interés globales aumentan o los diferenciales de crédito se amplían, este tipo de activos pueden sufrir más que los bonos de países desarrollados. Además, conviene no olvidar que los mercados emergentes tienden a mostrar una volatilidad significativamente mayor, incluso en su deuda soberana, lo que puede traducirse en caídas pronunciadas en caso de crisis global.