Review profesional
Alejandro Frías Martín, CFA Asesor opina
Publicado hace 4 días
Enfoque large-cap growth, busca compañías capaces de generar altos niveles de crecimiento sostenible
El BNY Mellon Long-Term Global Equity Fund EUR A Acc es un fondo de renta variable global gestionado activamente por BNY Mellon Fund Managers (Lux) S.A., lanzado el 18 de abril de 2008. Está orientado a la revalorización del capital a largo plazo, invirtiendo al menos un 75 % de su patrimonio en acciones de grandes empresas de todo el mundo, predominantemente cotizadas. Con un enfoque large-cap growth, busca compañías capaces de generar altos niveles de crecimiento sostenible y sólidos fundamentales.
La evolución reciente muestra un desempeño mixto. En 2025, acumula una pérdida de alrededor del –7 %*, destacando una fuerte caída frente al MSCI World; en los últimos doce meses muestra un retroceso del –3 % aprox. Sin embargo, su rentabilidad a medio y largo plazo es más positiva: un +20 % a tres años y +44 % a cinco años, con un rendimiento acumulado de +107 % en diez años. La volatilidad es alta, en torno al 14 %, acorde con su perfil de crecimiento global.
El fondo tiene un tercio cuartil o cuarto cuartil dentro de su categoría en periodos recientes, combinando gestión activa y selección concentrada (aproximadamente 60 títulos), lo que sugiere un enfoque disciplinado con rotación relativamente baja. Entre sus métricas, el ratio de Sharpe es moderado, y el tracking error está alineado con las expectativas de un fondo global activo.
En cuanto a costes, la clase EUR A Acc tiene una comisión de gestión del 2 %, más un 0,15 % de depósito, y un TER total de alrededor del 2,07 %. Además, contempla un cargamento de suscripción de hasta el 5 % y una inversión mínima de 5.000 €, sin comisión de reembolso. Este nivel de costes es elevado en comparación con fondos pasivos o alternativas activas más eficientes.
Su composición es global, con una diversificación importante entre regiones y sectores de crecimiento. Sin embargo, ningún sector o país domina claramente el fondo, lo que permite exponer al inversor a oportunidades de crecimiento mundial, aunque implica un mayor riesgo de corrección en escenarios adversos.