¿Está volviendo el ‘value investing’? Claves para entender su papel en los mercados
La incertidumbre sigue siendo la tónica general en los mercados, que en los últimos años han vivido de todo: volatilidad, inflación, fluctuaciones en las políticas monetarias, tensiones geopolíticas… En este contexto, los inversores enfrentan el desafío de encontrar estrategias que les permitan navegar con éxito en un entorno cada vez más complejo y dinámico, y la inversión en valor o ‘value investing’ parece estar volviendo a ganar adeptos. Pero, ¿se está materializando realmente esta apuesta por el ‘value’?
“No es tanto como que esté volviendo la inversión en valor, sino que no hay ese viento de cola tan fuerte que había de tipos de interés bajos para el estilo ‘growth’ o de crecimiento”, señala Javier de Berenguer, gestor de inversiones y selector de fondos de MAPFRE Inversión, en el podcast Finect Alpha. “El ‘value’ sí se está comportando mejor en relativo, pero no es tan cierto que lo está haciendo mucho mejor que el ‘growth’: depende de dónde mires”, explica.
Lo que han buscado tradicionalmente los gestores especializados en valor son valores que no están siendo favorecidos por el mercado, ya sea por problemas estructurales o porque han sido olvidados, pero ahora van mucho más allá. “En esa década perdida, muchos gestores ‘value’ han aprovechado para transformarse y adaptarse un poco a los nuevos tiempos. No valoran solo que la empresa tenga un gran descuento frente a su valor intrínseco, sino que tenga también un catalizador cerca que pueda atraer la atención del mercado hacia la empresa”, explica De Berenguer.
Ese catalizador está viniendo en los últimos meses de mano de la acción política, como la apuesta por la reindustrialización de los países occidentales, que actúa como un viento de cola para el estilo ‘value’. “El sector industrial se había dejado de lado y va muy ligado al valor. Está haciéndolo bastante bien en Alemania, por ejemplo, tras los anuncios de planes de inversiones que se han venido dando. Vemos que a nivel sectorial o de ‘stock picking’, hay oportunidades”, comenta.
Los bancos (y las compañías financieras, en general) suelen ser otro de los ejemplos más claros de inversión en valor. “Había un momento en el que su negocio era muy distinto al de 2010: sus balances estaban completamente saneados, pero nadie tenía apetito por entrar. Esto también está muy relacionado con las narrativas que se forman en el mercado, que influyen mucho”, destaca.
Desde un punto de vista más conservador, las industrias que destacan como las más “baratas” son consumo básico y salud, que no han recibido mucha atención por parte de los inversores en los últimos años, mientras que los inversores más arriesgados ya están poniendo el foco en industrias que están sufriendo más como autos o lujo.
Por geografías, De Berenguer ha destacado Corea del Sur y Japón, sin olvidar a las tecnológicas chinas, que también están teniendo una buena ‘performance’ este año. “Tiene sentido diversificar tanto a nivel regional, sectorial y de capitalización”, insiste el gestor de inversiones y selector de fondos de MAPFRE Inversión.
De hecho, MAPFRE AM cuenta con un fondo, MAPFRE AM US Forgotten Value, que invierte precisamente en empresas de pequeña y mediana capitalización. En este artículo reciente, Jonathan Boyar, director de Boyar Value Group y asesor del fondo, destacaba que el tercer trimestre de este año ha sido el mejor del índice Russell 2000, que agrupa las empresas de pequeña y mediana capitalización, desde finales de 2023, y su primer nuevo máximo histórico desde 2021.
Pese a este buen desempeño, Javier de Berenguer insiste en que el ‘growth’ sigue siendo la apuesta estratégica, aunque el ‘value’ va poco a poco haciéndose un hueco desde el punto de vista táctico.