Empezaremos desde lo general a lo más concreto:
Recomendaciones estratégicas para tu situación. A tu edad y perfil de vida, la cartera debería centrarse en:
Generar rentas periódicas si lo necesitas
Tener una volatilidad moderada-baja
Mantener algo de crecimiento para cubrir la inflación
Estructura de cartera orientativa:
Suponiendo que no necesitas extraer grandes rentas mensuales y puedes mantener una inversión a medio plazo (5–10 años), te propongo una estructura tipo (ajustable a tu situación exacta):
Una cartera adecuada a tu situación podría estar compuesta, en primer lugar, por una base sólida de renta fija de calidad, que representaría entre un 40% y un 50% del total. Esta parte incluiría principalmente bonos gubernamentales de corto plazo de la Eurozona y bonos corporativos con grado de inversión. Su objetivo es proteger el capital y reducir la volatilidad general. Algunas opciones concretas en esta categoría podrían ser el ETF iShares Euro Government Bond 1-5y (IBGX), o fondos como M&G Optimal Income, que combina deuda pública y privada con una gestión muy reconocida.
En segundo lugar, convendría mantener un 25% a 35% en renta variable global, pero con un enfoque conservador. Es decir, acciones de empresas sólidas, de gran capitalización y baja volatilidad, idealmente diversificadas a nivel mundial. Para esto, puedes considerar ETFs como el Vanguard Global Minimum Volatility (VFMV) o fondos de renta variable defensiva como el Robeco Global Conservative Equity. Esta parte te permite protegerte frente a la inflación sin asumir riesgos excesivos.
Un tercer bloque, de entre 10% y 20%, se puede destinar a fondos multiactivos defensivos. Son vehículos que combinan acciones, bonos y liquidez, gestionados activamente para adaptarse al ciclo económico. Ejemplos recomendables en este campo son Carmignac Patrimoine o BNY Mellon Global Real Return, que tienen un historial probado de preservación de capital en entornos difíciles.
Finalmente, es prudente dejar un 5% a 10% en liquidez o activos monetarios, para cubrir imprevistos o necesidades a corto plazo sin tener que vender inversiones en mal momento. Esto puede hacerse mediante fondos monetarios, cuentas remuneradas o incluso depósitos a corto plazo.
Fondos y ETFs concretos que te podrían interesar
Aquí te dejo una selección de instrumentos diversificados, líquidos y con mejor perfil riesgo/rentabilidad que los que tienes actualmente:
ETFs (si puedes operar en mercado)
Requiere cuenta en bróker como MyInvestor, Renta 4, BME, etc.
iShares EUR Govt Bond 1-5y UCITS ETF (IBGX)
Bonos gobierno europeos a corto plazo
Riesgo muy bajo, buena cobertura de tipo de interés
Vanguard FTSE All-World UCITS ETF (VWRL)
Renta variable global diversificada
Buena opción si mantienes parte en bolsa
Xtrackers ESG EUR Corporate Bond UCITS ETF
Bonos corporativos sostenibles
Amundi MSCI World Minimum Volatility ETF
Renta variable global con menor volatilidad que el MSCI World
Buena para esta etapa de vida
Fondos tradicionales (si prefieres mantenerte en bancos)
Carmignac Patrimoine A EUR Acc (ISIN: FR0010135103)
Mixto flexible con enfoque conservador
Historial sólido, bien gestionado
Buena gestión de divisas y riesgo
DWS Invest Conservative Opportunities LC (ISIN: LU1481038675)
Robeco Global Conservative Equities (ISIN: LU1079767862)
Renta variable de baja volatilidad
Enfocado a proteger capital sin renunciar del todo al crecimiento
Candriam Bonds Euro Short Term (ISIN: LU1292831960)
Bono corporativo a corto plazo
Buena opción como alternativa a monetarios