El cofundador olvidado de Apple: Ronald Wayne

El cofundador olvidado de Apple: Ronald Wayne

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Anverso y reverso, cara y cruz, éxito y fracaso, fortuna y adversidad. La historia personal y empresarial está llena de narraciones fascinantes que muestran como la suerte, la determinación, el carácter y la adopción de decisiones acertadas o erróneas tienen importantes consecuencias.

Esta es una historia de oportunidades encontradas y oportunidades perdidas. Es la historia de Ronald Wayne, el olvidado tercer confundador de Apple. El llamado "quinto Beatle". El hombre que vendió el 10% de la compañía por poco más de 1.500 dólares.

Pero ¿Quién es Ronald Wayne? ¿Cómo llegó a ser cofundador de Apple? ¿Qué le impulsó a vender el 10% de la compañía de Cupertino?.

I- RONALD WAYNE, STEVE JOBS y ATARI

En los años 70 Atari era el lugar de moda para trabajar y Steve Jobs fue uno de sus primeros 50 empleados.

El carácter arrogante de Jobs y sus descuidados hábitos de higiene provocaron la queja de Don Lang y otros compañeros ingenieros por lo que Nolan Burshell, fundador de Atari, encontró una solución: destinarlo al turno de noche para que no coincidiera con el resto de la plantilla.

Pero no todos los compañeros de Jobs lo rechazaron. Se hizo amigo de Ron Wayne, un dibujante de Atari que había creado tiempo atrás su propia empresa de ingeniería para construir máquinas recreativas llamada Siang. La empresa, fundada en Las Vegas, tuvo que cerrar en el año 1972 ante el fracaso de la misma y la acumulación de miles de dólares en deudas.

Allí coincidieron, por tanto, un maduro ingeniero de Atari de 42 años y un jovencísimo Steve Jobs de sólo 21.

Jobs quedó fascinado ante la idea de que era posible fundar una empresa propia. Más tarde en una entrevista Jobs relataba que:

"Ron era un tío increible. Creaba empresas. Nunca había conocido a nadie así"

Como consecuencia de su admiración Steve propuso a Wayne convertirse en socios empresariales proponiéndole pedir un préstamo de 50.000$ para diseñar y vender máquinas recreativas. Wayne, harto del mundo de los negocios, declinó la invitación. Wayne ha declarado en muchas ocasiones que:

"Le dije a Jobs que esa era la forma más rápida de perder 50.000€ pero me admiró el hecho de que tuviera ese impulso avasallador por crear su propio negocio"

II- SU PAPEL DETERMINANTE CON WOZNIAK

La idea de innovar y crear su propia empresa no abandonó la mente de Steve Jobs. Junto a su amigo Steve Wozniak (que trabajaba en Hewlett-Packard)  aceptó el encargo, en 1975, de desarrollar una nueva versión del mítico juego "Pong" para un único jugador.

Jobs acompañaba a Wozniak a eventos informáticos y ahí floreció la idea de crear una empresa para vender las placas base montadas elaboradas por Wozniak. Este último vendió su calculadora HP65 por 500 dólares y Jobs su furgoneta Wolksvagen por 1.500$ y con ese capital buscaron nombre para su propia empresa. El nombre elegido fue "Apple Computer".

Pero, pese al entusiasmo de Jobs, Wozniak no estaba listo para comprometerse a tiempo completo. Era ingeniero de Hewlett- Packard y quería conservar su puesto de trabajo.

Steve Jobs se dio cuenta que necesitaba un aliado que le ayudara a ganarse a Wozniak y que tuviera un voto de calidad en caso de empate o desacierto.La persona elegida para esa tarea fue su amigo Ronald Wayne, el ingeniero de Atari.

Como señala Walter Isaacson (autor de la célebre biografia de Ste Jobs), Wayne sabía que no era fácil convencer a Wozniak para que abandonara Hewlett-Packard, pero aquello tampoco era necesario a corto plazo. La clave estaba en convencerlo de que sus diseños de ordenadores serían propiedad de la sociedad Apple.

Comenta Ronald Wayne que:

"Wozniak tenía una actitud personalista hacia los circuitos que desarrollaba y quería ser capaz de utilizarlos para otras aplicaciones o dejar que Hewlett-Packard los empleara. Jobs y yo nos dimos cuenta de que los circuitos serían el núcleo de Aple. Pasamos 2 horas celebrando una mesa redonda en mi casa y fuí capaz de convencer a Woz para que lo aceptara"·

La forma en la que Wayne convenció a Wozniak fue haciéndole ver que un gran ingeniero sólo sería recordado si se aliaba con un gran vendedor, y aquello exigía que dedicara sus diseños a aquella empresa.

III- EL 10% DE APPLE

Steve Jobs quedó tan impresionado y agradecido que le ofreció a Wayne un 10% de las acciones de la nueva compañía lo cual lo convertía en el tercer cofundador. Era el elegido para deshacer el empate si Jobs y Wozniak no lograban ponerse de acuerdo en algún tema.

El 1 de abril de 1976, Jobs y Wozniak acudieron al apartamento de Wayne, en Mountain View, para redactar los estatutos de la empresa. Wayne, el tener experiencia con la "documentación legal", redactó el texto de tres páginas.

La división de las participaciones y de los beneficios estaba clara (45, 45 y 10%) y quedó estipulado que cualquier gasto por encima de los 100 dólares requería, al menos, el acuerdo de dos de los socios. En los estatutos se definían las responsabilidades de cada uno:

" Wozniak debería asumir la responsabilidad principal y general del departamento de ingeniería electrónica; Jobs asumiría la responsabilidad general del departamento de ingeniería elctrónica y el de marketing; y Wayne asumiría la responsabilidad principal del departamento de ingeniería mecánica y documentación"

Así quedaron las firmas plasmadas en el documento:

Wayne también diseñó personalmente con sus propias manos el primer logo de Apple Computer:

IV- EL MIEDO AL FRACASO

Pocos días después de la creación oficial de Apple la compañía recibió un encargo de la cadena de tiendas Byte Shop y, para hacer frente a las primeras fabricaciones, Steve Jobs comenzó a planear cómo pedir préstamos e invertir más dinero.

Y recordando la clásica cita de Tito Livio de que "el miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son", Wayne se echó atrás. Recordó el fracaso de su empresa Syang en 1972 y no quiso revivir esa dura y dolorosa experiencia.

Apple se había constituido jurídicamente como una sociedad comercial simple y no como una corporación por lo que los socios eran personalmente responsables de las deudas contraidas y Wayne temía que los potenciales acreedores fueran tras él. A ello se sumó el hecho de que, por aquel entonces, Byte Shop no tenía buena fama en el mundo empresarial al coleccionar una gran lista de facturas impagadas.

Doce días después Wayne regresó a la Oficina de Registros del Condado de Santa Clara con una denominada "declaración de retiro" y una enmienda al acuerdo de la sociedad:

"En virtud de una reevaluación de los términos acordados por y entre las partes Wayne deja por la presente declaración de participar en calidad de Socio"

El escrito señalaba que, en pago de su 10% de la compañía, recibiría 800$ y, poco después, otros 1.500$.

Si se hubiera quedado y mantenido su participación sólo un año más, y en función de las ventas, su participación ya hubiera tenido un valor de 2,7 millones ( en 1977),  7,8 millones (en 1978),  117 millones (en 1980),  1000 millones  (en 1982) y cerca de 2.000 millones en 2010. En la actualidad esa participación representa una cifra astronómica de más de 70.000 millones de dólares debido a que la capitalización bursátil de Apple supera los 700.000 millones de dólares. Aunque actualmente Wayne sólo hubiera mantenido un 0,10% de la compañía (por los propios avatares accionariales de las empresas) su valor sería de más de 700 millones de dólares.

Recomiendo la siguiente entrevista realizada por Business Insider a Ronald Wayne donde explica algunas de estas cuestiones:

 

Wayne afirma que no lamenta sus actos:

"Tomé la mejor decisión para mí en aquel momento. Los dos eran un auténtico torbellino y sabía que mi estómago no estaba listo para aquella aventura"

V- EPÍLOGO

Como toda historia fantástica esta también tiene un epílogo sorprendente que parece un "deja vú" en la vida de Wayne.

El tercer cofundador de Apple, y tal como lo reconoció en una entrevista televisada en la BBC, vendió el contrato original fundacional de Apple por 500$ y el 13 de diciembre del año 2011 ese mismo contrato fue subastado en New York por Sotheby´s alcanzando la cifra de 1.594.000$, 10 veces más del precio estimado por la casa de subastas. Wayne había cometido otra vez el mismo error...vender anticipadamente algo por mucho menos valor que el adquiría a los pocos años.

Según el mismo Ron Wayne sólo se arrepiente en su vida de haber vendido el contrato original a un precio tan irrisorio.

Probablemente al leer esta historia usted se habrá compadecido de Wayne y habrá asumido el rol de Jobs y Wozniak que siguieron manteniendo sus acciones y luchando por la compañía.Pero eso es porque somos víctimas del sesgo retrospectivo o sesgo " a posteriori" que es la inclinación a ver los eventos pretéritos como predecibles. Pero lo cierto es que esa empresa , como el resto de empresas, tenía un 80% de posibilidades de fracasar arrastrando a Wayne (que era el único que tenía bienes) a tener que asumir las deudas. Por eso los emprendedores requieren unos rasgos determinados que nos son aplicables a todos. Wayne es tan consciente de esta situación que ha declarado que no puede martirizarse por esa decisión pues es "la más razonable que tomó con la información de la que disponía en ese momento".

A ello hay que añadir que es obvio que le faltó el mismo rasgo que admiraba de Jobs: su "carácter avasallador e ilusión por el proyecto"

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