¿Riesgo regulatorio en las FAANG?. Finaliza investigación de 16 meses

¿Riesgo regulatorio en las FAANG?. Finaliza investigación de 16 meses

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Dos riesgos parecen estar acechando a los grandes valores tecnológicos y todo inversor precavido debería tenerlos en cuenta a la hora de confeccionar el peso en sus carteras de inversión: uno de ellos  es el de sus actuales valoraciones ante una panorama de ralentización del crecimiento global sincronizado y otro es el denominado riesgo regulatorio que es el que hoy es objeto de este artículo al ser noticia de actualidad.

Hoy, tras 16 meses de investigación,  se ha publicado el Informe de los Representantes Demócratas del Congreso donde se afirma y concluye que Facebook, Amazon, Alphabet y Apple disfrutan de un “poder monopolístico” evidente.

Después de un año y cuatro meses el Subcomité Judicial de la Cámara de Representantes sobre antimonolopio ha publicado sus investigaciones y las recomendaciones pertinentes para adoptar las leyes a la nueva era digital. El informe es concluyente al respecto y afirma que esas empresas disfrutan de un poder de monopolio y sugiere que el Congreso debe adaptar las actuales leyes para segregar parte de sus negocios.

Los representantes republicanos se oponen a algunas de estas propuestas legales formuladas ( que citaremos a continuación) como el de imponer separaciones estructurales.

El informe recomienda escindir o separar parte de los negocios y disficultar la política agresiva de adquisición de pequeñas compañías.

El informe contiene 450 páginas y en el mismo la mayoría demócrata expone las conclusiones basadas en diferentes audiencias, entrevistas y 1,3 millones de documentos examinados.

El informe completo puede leerse aquí.

Las recomendaciones formuladas incluyen las siguientes medidas:

 Separaciones estructurales y prohibición de que las plataformas dominantes entren en líneas de negocio adyacentes. 

Esta medida se traduce en obligar a determinadas empresas de tecnología a escindirse o adoptar estructuras comerciales que hagan que las diferentes líneas de negocio se separen funcionalmente de la empresa matriz. Como señala Lauren Feiner, de CNBC, esto significaría, por ejemplo, que Google se vería obligada a desinvertir o separarse de Youtube o que Facebook tuviera que hacer algo similar con Instagram y WhatsApp.

El Presidente del Subcomité David Cialline ha calificado a esta medida como una aplicación de la Ley Glass-Steagall a la era de internet. Esta Ley de 1933, promulgada por Franklin D. Roosevelt, fue la responsable de la separación entre la banca de depósito y la banca de inversión.

 Instrucción a las Agencias Antimonopolio para que se parta de la presunción de que las plataformas dominantes son, por definición, anticompetitivas trasladando así la carga de la prueba a las partes que se fusionan obligándoles a demostrar que su acuerdo no daña a la competencia.

 Exigir a las empresas dominantes que compatibilicen sus servicios con los de la competencia y permitir a los usuarios transferir sus datos.

 Anular “precedentes problemáticos” en la jurisprudencia antimonopolio.

 Exigir a la Comisión Federal de Comercio (FTC en sus siglas en inglés) que publique periódicamente datos sobre concentración en el sector y

 Aumentar los presupuestos de la FTC y la División Antimonopolio del Deparatmento de Justicia.

Como hemos señalado los republicanos han expresado objeciones a lagunas de las propuestas como la de imponer separaciones estructurales.

El informe demócrata ha concluido que cuatro empresas de tecnología disfrutan de un poder de monopolio y son:

 Apple en la distribución de aplicaciones de software en dispositivos iOS

 Amazon respecto a la mayoría de vendedores externos y proveedores.

 Facebook en la publicidad “on line” y redes sociales y

 Google en motores de búsqueda.

Los representantes de Apple, Facebook y Alphabet han declinado manifestarse respecto al informe. Únicamente un portavoz de Amazon ha declarado que:

Todas las grandes organizaciones atraen la atención de los reguladores y agradecemos su escrutinio. Las grandes empresas no son dominantes por definición y la presunción de que su éxito es resultado de un comportamiento anticompetitivo es erróneo. A pesar de la abrumadora evidencia de lo contrario esas falacias están en el centro de estas leyes antimonopolio.

Esta forma de pensar podría tener como consecuencia expulsar a millones de vendedores independientes de tiendas on line al privarles de una plataforma rápida y rentable para llegar a sus clientes. Para los consumidores el resultado serían precios más altos y menos oferta. Lejos de mejorar la competencia estas nociones desinformadas la reducirían

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