El error más habitual al diversificar tus ahorros

El error más habitual al diversificar tus ahorros

Uno de los primeros conceptos que todo ahorrador aprende acerca de la inversión es la necesidad de diversificar, que Schoders explica en este artículo. De forma resumida, diversificar consiste en no poner todos los huevos en la misma cesta para repartir riesgos, algo básico si quieres proteger tus ahorros. Tiene su lógica.

En el ámbito de la inversión diversificar implica no comprar una sola acción (imagina lo que podría ocurrir si el precio cae), no apostar solo por un sector o tener renta fija y renta variable en tu cartera. Si eres como la mayoría de españoles es fácil que pienses que tu cartera está diversificada cuando en realidad no es así. El motivo es que el ahorrador medio seguirá esa recomendación y es fácil que compre acciones de los grandes bancos nacionales, Telefónica y Repsol, que tenga algún depósito en un banco español y que incluso haya adquirido letras del tesoro. 

Basta con fijarse bien para ver un denominador común en todas esas inversiones: España. Imagina ahora una noticia que afecte negativamente al país como un impago, una mala noticia política o cualquier otro inconveniente. ¿Qué pasaría con todas esas inversiones? Todas salvo el depósito sufrirían y verías como buena parte de tus ahorros se esfumaría. El motivo es que a esta distribución de la cartera le falta la distribución geográfica.

Esto mismo ocurre si eres un fanático de la tecnología y apuestas sólo por compañías del sector (recuerda el crack de las .com) o si todo tu dinero está en un solo tipo de activo. Diversificar implica distribuir bien los riesgos y para eso hay que tener en cuenta varios elementos.

Los cuatro criterios básicos para una buena diversificación son:

Diversificar por ámbito geográfico: no pongas todo tu dinero en un solo país y a ser posible tampoco en una sola región. El mundo es grande, ¡Aprovéchalo! Si tu capital es limitado usa fondos que inviertan en todo el mundo. En el listado de fondos con más seguidores de Finectpuedes encontrar varios que lo hacen.

Diversificar por sectores. El ejemplo anterior debería de haberte servido como ejemplo. No fíes toda tu suerte a un solo sector. Invierte en varios de ellos a través de fondos especializados (Carlos Alosete nos trae un gran ejemplo con robótica) o en fondos globales que te aseguren este tipo de diversificación.

Diversificar por categorías de activos. El dinero tiene sus ciclos y existen correlaciones entre activos (lo que Javier Alfayate denomina las cañerías del dinero). Combina renta fija y variable, bonos con acciones y fondos... Puedes incluso acudir a productos más descorrelacionados con la economía como el crowdlending y los préstamos P2P. La mayoría de fondos harán este trabajo por ti, ponderando cuánto invierten en cada tipo de activo.

Diversifica por riesgo. Si inviertes a largo plazo deberías ser capaz de asumir riesgo. Eso sí, esto no quiere decir que sólo debas apostar por productos de alto riesgo. Combina horizontes temporales y riesgos que asume cada inversión.

Diversificar es importante, pero quizás lo es todavía más tener claro el nivel de riesgo que vas a querer asumir. En otras palabras, qué tipo de ahorrador eres.

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