Lo que tienes que revisar en el IRPF de tu nómina para no pagar de más en la renta
¿Eres de los que cada año mira con miedo el momento de hacer declaración de la renta? ¿Se te ponen los pelos de punto sólo con pensar que el IRPF te puede salir a pagar? La clave para evitar sustos al hacer la renta está en tu nómina y más concretamente en las retenciones del IRPF. Acierta con ellas y no tendrás que pagar de más a Hacienda.
Entre las partes de tu nómina hay una específicamente destinada a las retenciones de IRPF. Estas retenciones son un dinero que todos los trabajadores adelantan cada mes a la Agencia Tributaria en previsión de lo que después tendrán que pagar en la declaración de la renta. Si el cálculo fuese siempre correcto, el resultado del IRPF sería de cero. Es decir, no tendrías que pagar nunca ni Hacienda te tendría que devolver.
El problema es que esto casi nunca sucede. Por eso, al presentar la renta haces las cuentas con el fisco. Si te han retenido de más Hacienda te devolverá ese dinero y si te ha retenido de menos serás tú quien pague. Así de fácil. Por eso mismo, si no quieres pagar de más en la renta, debes asegurarte que la empresa te retiene lo que debe.
¿Qué retenciones son adecuadas?
Los tramos de IRPF pueden servir como una primera aproximación al porcentaje que debe retenerte Hacienda. Estos tramos son los siguientes:
Antes de aventurar que si ganas 23.00 euros la retención debe ser del 24% y correr a pedir que te la ajuste la empresa, debes saber que estos tramos se aplican de forma progresiva. Es decir, ese porcentaje se aplica sobre los 10.550 euros que van desde los 12.450 euros hasta el total. Además, ni siquiera se aplica sobre tu sueldo integro, sino sobre tu base imponible, que es mucho menor.
Y es que la base imponible tiene en cuenta tu situación personal y familiar para restar una serie de cantidades.
Hacienda tiene en cuenta esas y otras variables, como el tipo de contrato a la hora de calcular las retenciones. De hecho, la forma más sencilla de dar con las tuyas es su programa de autocálculo. Este programa es en el que se basan las empresas para calcular las retenciones en tu nómina.
Eso sí, las empresas hacen sus cálculos de forma genérica, tomando el salario que te pagan como tus únicos ingresos. Por eso, si tienes dos trabajos a media jornada es posible que la retención sea menor que debería. Además, hay situaciones especiales en las que las empresas pueden reducir la cantidad retenida, como cuando cambias de trabajo. Por eso mismo existe el mito de que pagarás más en la renta si te cambias de trabajo, cuando no es así. Pagarás lo mismo, sólo que apenas te habrán retenido dinero.
¿Realmente te conviene hacer bien las retenciones?
Todo empresario tiene claro que cuanto más tarde se pague, mejor para la empresa. Desde un punto de vista estrictamente financiero este es también el mejor enfoque para tu dinero. En otras palabras, si Hacienda te está reteniendo menos de lo que debe, tampoco deberías llevarte las manos a la cabeza. Y es que puedes aprovechar ese dinero para sacarle algo de rentabilidad.
Eso sí, debes ser capaz de planificarte para contar con esas cantidades cuando llegue el momento de hacer la declaración de la renta. E incluso entonces puedes optar por fraccionar el pago de la renta.
En esta misma línea, hay deducciones como la desgravación por vivienda o la prestación por maternidad que puedes adelantar y cobrar antes de hacer el IRPF.
Cómo pedir que te suban las retenciones de IRPF
Por el contrario, si eres de los que prefiere evitar sustos y que Hacienda le devuelva todos los años, puedes solicitar a tu empresa que te suba las retenciones. Hacerlo es muy fácil, normalmente bastará con pedírselo al departamento de recursos humanos o con entregar un escrito solicitándolo por lo menos con cinco días de antelación a la confección de las nóminas.
