Las claves para ser un inversor con éxito según Vanguard
Objetivos: definir objetivos de inversión claros y adecuados es el primer paso para el éxito. Los objetivos deben ser realistas, medibles y tener en cuenta las limitaciones de tiempo, riesgo y ahorro.
El valor que logra un inversor a lo largo del tiempo es la suma de dos variables: el ahorro y el retorno de la inversión. Lamentablemente para el inversor, el precio de los activos financieros se conoce todos los días, este “ruido” (incontrolable para el inversor) hace que el debate sobre el éxito de las inversiones se centre en los rendimientos y se presta mucha menos atención a los ahorros, variable de la cual depende totalmente de el inversor.
Una vez que los inversores tienen claramente los objetivos definidos, es importante conocer la cantidad que necesitan ahorrar y el retorno estimado que puedan obtener en función del horizonte temporal y perfil de riesgo. El tiempo es un factor clave, por ejemplo, para un objetivo de inversión a 2 años, el 94% del objetivo se alcanza gracias a la cantidad invertida (ahorro) y el 6% del rendimiento de las inversiones. A medida que mas plazo tiene el inversor ese porcentaje se va compensando (ver imagen)
Balance: elegir una combinación equilibrada y diversificada es el segundo paso para el éxito. La asignación de activos debe reflejar la voluntad y la capacidad del inversor para asumir riesgos, así como las compensaciones entre los rendimientos esperados y la volatilidad.
Como se puede observar en la imagen superior, cuando mayor es el riesgo que estemos dispuestos a asumir, los retornos serán superiores. Lo ideal es analizar el binomio rentabilidad riesgo y decantarnos por esa asignación que teniendo en cuenta nuestro perfil y la máxima perdida que estaríamos dispuestos a asumir, optimice ese ratio.
Coste: minimizar los costes de inversión e impuestos es el tercer paso para el éxito. Los costes reducen el rendimiento neto de la inversión y pueden tener un impacto significativo en el crecimiento de la cartera a largo plazo. Los inversores deben buscar formas de reducir los costes mediante el uso de productos con ventajas fiscales y de bajo coste.
En la siguiente imagen se puede apreciar la diferencia de rentabilidad obtenida desde el 2012 hasta el 2022 de los distintos fondos en función de sus costes.
Disciplina: La disciplina en la inversión es la capacidad de adherirse, con el tiempo, a un plan de inversión. Una vez que los inversores han creado un plan definiendo sus objetivos, eligiendo una asignación de activos adecuada y minimizando costes, la disciplina es lo que les ayudará a acercarse al logro de sus objetivos.
Contribuciones periódicas: Hacer contribuciones regulares a una cartera y aumentarlas con el tiempo puede tener un impacto poderoso en los resultados a largo plazo3. El ahorro es una palanca más poderosa que el rendimiento.
Mantener la inversión: En mercados volátiles, cambiar de plan de inversión puede ser una tentación peligrosa. Los inversores deben mantener una perspectiva a largo plazo y evitar decisiones emocionales.
Reequilibrio: El reequilibrio es el proceso de mantener la asignación de activos deseada en una cartera. Puede ayudar a gestionar el riesgo y evitar la sobre exposición involuntaria a ciertos activos.
