Se está dando un curioso fenómeno en el sentimiento inversor estas últimas semanas.
El inversor profesional sigue muy cauto con las acciones, a pesar de las subidas recientes. Los grandes gestores de carteras no acaban de 'comprar' las subidas de las últimas semanas.
Afirman en público y en privado que la renta variable debería ofrecer unos potenciales de rentabilidad mucho mayores ahora que en renta fija ya se pueden encontrar tipos muy interesantes. Y que los beneficios empresariales tienden a la baja en los próximos trimestres. Por eso, la mayoría sigue infraponderando renta variable en cartera. Sin embargo, el ánimo de los inversores particulares se ha venido arriba.
En concreto, según los datos de AAII, su espíritu alcista se ha elevado hasta máximos de los últimos 19 meses. Las subidas de los índices EEUU en las últimas semanas, especialmente de las tecnológicas, han provocado un incremento progresivo del optimismo de los inversores particulares.
Hasta tal punto que, según el índice Fear & Greed de la CNN, ha entrado en zona de optimismo extremo.
¿Quién tendrá razón: los pros o los particulares? ¿Se acabarán sumando los primeros al optimismo del mercado? ¿O se está dejando llevar por la ilusión alcista el inversor minorista?
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