NUNCA ES EL MOMENTO...¿PARA INVERTIR?
Como introducción, no puede faltar el nombramiento de Warren Buffett, uno de los inversionistas más famosos y exitosos del mundo durante el siglo XX. Él, ante la imposibilidad de predecir el futuro y, a su vez, de conocer de forma anticipada los movimientos de los diferentes mercados (algo en lo que los inversionistas fallidamente soñamos), lo más fundamental es entender que el resultado de una inversión normalmente depende muchísimo más del proceso empleado para realizarla que específicamente del momento en que decidimos realizarla.
Las grandes preguntas que uno debería hacerse uno mismo a la hora de invertir son: para qué invertir; en qué invertir y; cómo invertir, todo ello.
- Tener un objetivo claro: analizar cuáles son los tipos de activos más atractivos y apropiados para cumplir dicho objetivo y en qué manera y con qué estrategias se ejecutarán las acciones de inversión.
- Para lograr la mejor combinación riesgo-retorno, es básico hacer una buena selección de activos. Su correcta ejecución deriva en un portafolio eficiente y balanceado.
- Un plan de inversión que permita realizar la ejecución de operaciones escalonadas, es decir, no comprar y vender todo al mismo tiempo, sino poco a poco para evitar riesgos altos.
- El constante monitoreo de la inversión realizada, del entorno que la afecta y de la información relevante. Este primero, usualmente basado en análisis de riesgo y desempeño y ejecutado a través de medidas como la volatilidad, el Valor en Riesgo (VaR), el Sharpe-Ratio y otras menos complejas como lo es el análisis de comparables (benchmark). Y los dos últimos vistos como herramientas de apoyo en la toma de decisiones de inversión.
Hacer frente al aumento del coste de la vida y lograr ingresos a largo plazo son algunos de los retos que afrontan los ahorradores en estos momentos.
Éstan son las principales razones para invertir dinero durante la guerra (con alta inflación), sin perder dinero por el camino.
- Inflación alta y agravada por la guerra en Ucrania y un gran desajuste entre la oferta y la demanda después del parón durante la pandemia del covid-19.
- La inflación erosiona mucho el ahorro y la capacidad adquisitiva. Así se demuestra en alimentos, en la factura de la luz, etc.
- Cómo encontrar el mejor momento para invertir
A veces puede resultar difícil encontrar el mejor momento para comprar una acción y eso hace que muchas veces no nos animemos a dar el primer paso. ¿Cómo encontrar la mejor manera de decidir cuándo es un buen momento para sumergirse en el mercado?
En el mundo de las finanzas y la economía, hay numerosos expertos que aseguran haber encontrado la fórmula mágica para tomarle el tiempo al mercado. “el secreto es sólo comprar en pisos de mercado y vender en techos” Te aviso: no les creas.
Hoy, te quiero informar sobre una manera mucho más eficaz y segura de saber cuándo invertir.
La primera pregunta que uno debe plantearse es: ¿cómo tomarle el tiempo al mercado?
Un estudio de Charles Schwab comparó distintos perfiles de inversores que hubieran invertido US$ 2.000 por año durante 20 años en el S&P500 (índice accionario que nuclea a las 500 empresas más grandes de Estados Unidos), desde 1993 a 2012.
Los resultados fueron los siguientes:
El Sr. Perfecto: gracias al timing perfecto, logró comprar cada año en el momento más bajo del mercado.
La Sra. Acción recibía el dinero lo invertía inmediatamente en el S&P 500 rápidamente.
El Sr. Mensual al dividir su inversión, invirtiendo la misma cantidad cada mes fue promediando el precio.
La Sra. Mala Suerte compró cada año en el momento más alto del mercado. Realmente tuvo una mala puntería para elegir el momento.
El Sr. Colchón nunca se animó a invertir en acciones. Siempre tuvo miedo a que llegara el próximo crash del mercado, convencido de que iba a existir un mejor momento para entrar.
Doña Rosa guarda el dinero debajo del colchón. El dinero acabó perdiendo valor.
Obviamente, el inversor que tuvo el timing perfecto fue el de mejores resultados. Pero lo sorprendente es que incluso la persona con la peor suerte del mundo, que compró en el punto máximo de cada año, le ganó con creces al ahorrista clásico del colchón, acumulando un capital 40% mayor a no haber invertido. Ya no parece que haya tenido tan mala suerte, ¿verdad?.
