Sniace, la papelera olvidada

Sniace, la papelera olvidada

Me gusta
Comentar
Compartir

Prólogo

Queridos lectores:

He explorado toda clase de empresas papeleras. He visto papeleras poco endeudas y muy endeudadas. He encontrado increíbles tesoros dentro de alguna de ellas,  en otras solo he encontrado la nada. Incluso, mis viajes me han conducido a tierras portuguesas. Ha sido una serie de aventuras muy excitante para mí, un simple inversor al que le encanta explorar toda clase de empresas. En esta ocasión, mi brújula me llevó hasta Sniace, una pequeña papelera española.

Es mi obligación decirles que si esperan encontrar una historia con final feliz, se equivocan de artículo. Es más, en esta aventura no hay ni siquiera un principio feliz. Por eso, si lo que buscan es felicidad, será mejor que lean otra cosa; yo ya les he advertido.

Capítulo I: El balance de Sniace

Mi primera parada me llevó a analizar el balance de Sniace. Lo único que pude encontrar allí fue desesperación, miseria e infortunios. Ya les advertí que el principio de esta historia no era feliz. 

La imagen superior, muestra un pequeño esquema que realicé sobre la situación de Sniace. En el último lustro, el activo se ha reducido a una Tasa Anual Compuesta (en adelante TAC) del 18 %, el pasivo lo ha hecho a una TAC del 7 %, y el patrimonio neto lo ha hecho a una TAC del 50 %. Por si fuera poco, en 2013 y 2014, el patrimonio neto fue negativo, es decir, la empresa estuvo en quiebra técnica todo un bienio.

Ya lo ven, solo hay destrucción en el último quinquenio para la pobre Sniace. Si continúan leyendo, no encontrarán más que desdichas. Aun así, están a tiempo de dejar de leer esta aventura e imaginarse un final feliz para Sniace.

Capítulo II: La cuenta de resultados de Sniace

Mi segunda parada me condujo a analizar la cuenta de resultados de Sniace. Después del primer disgusto era posible que las cosas le fueran mejor a la papelera. Ya lo saben, a veces las primeras impresiones son totalmente erróneas. Seguramente, ustedes tienen algún amigo que no les cayó bien la primera vez. Pero, después de conocerle un poco más, son ahora uña y carne. Me gustaría decirles que la primera impresión sobre Sniace fue equivocada, como suele ocurrir con las primeras impresiones. Sin embargo, estas impresiones eran totalmente ciertas. 

La tabla superior la elaboré cuando estuve paseando por la cuenta de resultados de Sniace. Durante el último lustro, las ventas habían caído a una TAC del 70 %. Aquí, yo me pregunté: ¿Cómo es posible que las ventas se reduzcan pero su beneficio aumente? La respuesta es bastante sencilla. En 2015, registró unos ingresos financieros de 67,5 millones de euros, asociados a la quita. Aquí, la palabra «quita» significa eliminación de una parte de la deuda, es decir, es algo extraordinario y no depende de su negocio operativo.

A menudo, la gente asegura que algo es mejor que nada. Tener una bicicleta es mejor que nada. Tener una pequeña estufa es mejor que nada. Pero, obtener ingresos a través de una quita no es mejor que nada. Ya lo ven, las cosas no evolucionan favorablemente para Sniace. Aún pueden imaginarse un final feliz para la pequeña papelera; si es que deciden dejar de leer. 

Capítulo III: Flujos de caja de Sniace

Mi última parada me llevó hasta el estado de flujos de efectivo de la papelera. Yo, en vuestro lugar, dejaría de leer inmediatamente este artículo, antes de ser testigo de los catastróficos hechos que le ocurrieron a la caja de Sniace.

La imagen superior muestra las anotaciones que realicé cuando estaba observando los flujos de efectivo de la papelera.

Durante el último lustro, la empresa ha tenido una caja horripilante debido a la falta de generación de efectivo con sus actividades de explotación. La suma de los flujos de caja libre del último quinquenio es negativa, casi 16 millones de euros. Ya lo ven queridos lectores, las cosas no dejan de evolucionar pesimamente para la pobre papelera Sniace.

Epílogo

Os ruego que dejéis de leer este artículo e imaginaros un final feliz. Pensar que a Sniace le ha ido muy mal en el pasado, pero, en los años venideros, le irá todo estupendamente. Si continua leyendo su historia en este blog, lo más seguro es que las desgracias no hayan acabado para la pobre, pequeña y endeudada Sniace. De momento, Sniace NO ES APTA PARA LA INVERSIÓN.

 

Nota: El artículo utiliza un tono sátiro basado en los cuentos de Daniel Handler. Esto no supone que los hechos que le han ocurrido a Sniace sean menos importantes. Simplemente, es una forma más original de escribir una historia financiera. 

 

Puedes disfratar de más contenidos en:  La Tortuga Inversora

0 ComentariosSé el primero en comentar
User