Los sectores tradicionalmente considerados defensivos —salud, consumo básico y utilities— atraviesan un momento de fuerte infravaloración relativa frente al S&P 500. Según datos de Topdown Charts, sus valoraciones se encuentran en el mayor nivel de descuento en más de dos décadas, solo comparable al registrado durante la burbuja tecnológica en el año 2000.
El gráfico muestra cómo, históricamente, estos sectores han tendido a ofrecer un comportamiento más estable en entornos de volatilidad, al aportar ingresos predecibles y menor exposición a ciclos económicos. Sin embargo, en el contexto actual, el apetito inversor se concentra en valores de crecimiento, especialmente en tecnología, lo que ha relegado a los sectores defensivos a múltiplos históricamente bajos frente al índice de referencia estadounidense.
Este diferencial plantea un dilema para los inversores: por un lado, la fortaleza del sector tecnológico ha impulsado los índices a máximos históricos; por otro, la elevada prima de valoración de estas compañías contrasta con la relativa “baratura” de los sectores defensivos, que podrían ofrecer una oportunidad para quienes buscan diversificación y resiliencia de cara a un posible cambio de ciclo.
Aunque no hay señales claras de un inminente giro en el mercado, el precedente del año 2000 invita a la reflexión: entonces, tras el estallido de la burbuja puntocom, los sectores defensivos ofrecieron una protección relativa frente a las caídas generalizadas de las bolsas. ¿Se repetirá la historia?
Este contenido se ha elaborado parcialmente con inteligencia artificial, bajo un criterio editorial y no constituye una recomendación ni propuesta de inversión. La inversión contiene riesgos. Las rentabilidades pasadas no son garantía de rentabilidades futuras.
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