Los activos más y menos rentables en octubre de 2019 y en la última década
En octubre, los mercados financieros acogieron con satisfacción los signos de relajación en las tensiones geopolíticas, ya que los activos de riesgo superaron en términos generales a los activos refugio tradicionales. Las autoridades estadounidenses y chinas se acercaron a un acuerdo parcial sobre el comercio, mientras que el Reino Unido una vez más se recuperó del precipicio de un Brexit sin acuerdo. Los bancos centrales mundiales se reafirmaron en sus posturas conciliadoras y la Reserva Federal estadounidense redujo los tipos de interés por tercera vez este año.
Octubre fue un buen mes para los mercados de renta variable, con los mercados emergentes arrojando una rentabilidad del 4,2 % frente al 2,6 % de los mercados desarrollados. El S&P 500 subió un 2,2 % adicional y registró nuevos máximos históricos a finales de mes. La libra se revalorizó un 5,0 % y un 2,9 % frente al dólar y al euro, respectivamente, a medida que los mercados percibían que el riesgo de un Brexit sin acuerdo había disminuido. El repunte de la libra esterlina supuso que el FTSE All-Share, con aproximadamente el 70 % de sus ingresos procedentes del extranjero, fuera uno de los mercados de renta variable con peor rentabilidad y cayera un 1,4 % durante el mes. En la renta fija, los mercados de crédito obtuvieron mejores resultados que los bonos gubernamentales, con la deuda de grado de inversión global generando una rentabilidad del 1,2 % frente al 0,5 % de los bonos gubernamentales globales.
El péndulo de la guerra comercial entre los EE. UU. y China, que ha estado oscilando entre una escalada de las tensiones y una perspectiva más constructiva, volvió a inclinarse hacia la segunda opción en octubre con el anuncio de lo que el presidente Trump denominó «fase uno del pacto comercial». Este pacto implica que China se compromete a incrementar significativamente las compras de productos agrícolas estadounidenses, acelerar la apertura de su sector financiero y mejorar la transparencia en los mercados de divisas.
Aunque el anuncio de la primera fase de un acuerdo entre China y los EE. UU. es un pequeño avance, no esperamos que conduzca a una resolución de la guerra comercial por dos razones principales: en primer lugar, las encuestas sugieren que los votantes estadounidenses de todos los partidos políticos siguen siendo escépticos en lo que se refiere a la imparcialidad de las prácticas comerciales chinas y, en segundo lugar, ambas partes aspiran a liderar la tecnología mundial. Es posible que el péndulo de la guerra comercial se incline de nuevo hacia la escalada en los próximos meses si el presidente Trump decide subir el tono en la retórica anti China para conseguir más apoyos de cara a las elecciones presidenciales de noviembre del próximo año.
La guerra comercial sigue lastrando especialmente a la zona euro, en particular a Alemania, debido a la mayor dependencia de la región del comercio mundial en comparación con sus homólogos internacionales. La economía se presenta frágil, los índices de gestores de compras puntuales de octubre se mantuvieron en 45,7 en el sector manufacturero y subieron levemente hasta 51,2 en el sector de los servicios, lo que se tradujo en una cifra compuesta ligeramente expansiva de 50,2.
El mercado laboral y de consumo también están sintiendo los efectos de la desaceleración. El componente de empleo del índice de gestores de compras compuesto muestra ahora que el empleo se está incrementando al ritmo más lento desde diciembre de 2014. La confianza del consumidor también cayó hasta -7,6 en octubre, la cifra más baja desde diciembre del año pasado.
Para sorpresa de los mercados, el primer ministro Boris Johnson fue capaz de alcanzar un nuevo acuerdo del Brexit con la Unión Europea (UE). Esto fue posible después de que Johnson aceptara instaurar controles aduaneros en el mar de Irlanda y permitir que Irlanda del Norte mantenga un vínculo más fuerte con la UE que con Gran Bretaña, evitando así la necesidad de una frontera dura que divida la isla. El nuevo acuerdo recibió un mayor respaldo en la Cámara de los Comunes; sin embargo, los miembros del Parlamento rechazaron acelerar el proceso legislativo para poder abandonar la UE antes de la fecha límite del 31 de octubre. Así, se acordó aplazar la fecha de salida hasta el 31 de enero de 2020. El 12 de diciembre se celebrarán elecciones generales, puesto que el primer ministro trata de obtener una nueva mayoría parlamentaria que refrende el acuerdo.
En un entorno de desaceleración de las principales economías y constantes incertidumbres geopolíticas, seguimos abogando por el desarrollo de posiciones más defensivas en las carteras que respalden la rentabilidad en caso de que las perspectivas económicas continúen deteriorándose. En el segmento de renta variable, los inversores podrían centrarse en empresas de alta capitalización y elevada calidad (con balances sólidos y flujos de efectivo saludables), que han sido históricamente más resistentes en épocas de recesión. En la renta fija, los bonos gubernamentales, en particular en los EE. UU., pueden seguir sirviendo como contrapeso para las carteras en entornos de mercado adversos.
Las estrategias alternativas, como los fondos de cobertura macro y las infraestructuras, son opciones adicionales que podrían considerar los inversores.
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