Es sensato invertir a largo plazo

Es sensato invertir a largo plazo

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“Hay dos tipos de personas que pierden dinero: las que no saben nada y las que lo saben todo” (Henry Kaufman)

Viendo hace unos meses distraidamente la peli del 'Diario de Greg' aprendí una cosa muy útil para la inversión en Bolsa. Esta idea puede ayudar a obtener hasta un 9% de rentabilidad anualizada. Suena 'teatrero', ¿verdad? Os lo cuento...

Al final de la película venía una entrevista a Jeff Kinney, autor del libro y dibujante de sus ilustraciones. Cuenta la anécdota de un dibujante del siglo XIX que fue retado por su editor a utilizar la mitad de trazos: “De acuerdo —respondió el dibujante—, emplearé la mitad de trazos, pero entonces tendré que cobrarle el doble”. Qué gran lección sobre la dificultad y el valor añadido que tienen la simplicidad y la sencillez.

“Cuanto más simple es, más me gusta”, decía P. Lynch.

¿Y el 9% que os dije? Mirad qué 'sencillo' (sencillo, no es 'fácil', cuidado): el S&P 500 en el período 2003-18 ha ofrecido un 8,95% anualizado. Con invertir una cantidad inicial y haberse estado quieto (lo cual es remendamente difícil: nos ponemos nerviosos) lo habrías obtenido. Si además hubieras hecho aportaciones extra e incluso las hubieras realizado en momentos de caída, te hubiera ido genial.

Lo más recomendable, con todo, es realizar compras continuas y periódicas manteniendo el rumbo: si seguimos con el ejemplo del S&P 500, el retorno medio (average return) de periodos de 30 años ha sido un 9,432%. Y dado que el 90% de los períodos de 30 años el S&P 500 ofrece un 6,37%, y el peor período de 40 años ha dado un 4,90% (y ya tendrías que ser un tipo con mala suerte para pillar ese período: comprar una única vez en el peor momento, aguantar 40 años, reinvertir los dividendos, y vender en el peor momento), yendo a largo plazo no te hubiera ido mal.

Si tienes paciencia, podrás ver lo que tu dinero puede hacer por ti: en este artículo (que obtuvo 120.000 vistas en Linkedin) se observa cómo la constancia y la paciencia recibirán su recompensa.

Miedo y avaricia: dos potentes motores...

A todo esto acerca de la simplicidad hay que añadir algo que es vital:

"Intenta que las emociones no influyan en tu juicio. El miedo y la avaricia son posiblemente las peores emociones que hay que tener en cuenta a la hora de comprar y vender acciones" (Walter Schloss).

Schloss, discípulo de Benjamin Graham, reflexiona sobre la avaricia y el miedo a la hora de invertir. ¿Qué otras emociones o sesgos añadiríais? Walter Schloss, durante más de 40 años de inversión, obtuvo un retorno anualizado del 15.3%. John Bogle añadiría —además del miedo y la avaricia— un tercer factor no emocional: las comisiones.

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