Interés compuesto, el amigo del ahorrador

Interés compuesto, el amigo del ahorrador

Con una inflación media del 8,5% en España, los ahorradores han visto cómo se han vaciado sus huchas. El IPC se ha convertido este año en el enemigo de todos los hogares al reducir su poder adquisitivo. Sin embargo, la receta para aminorar ese golpe es clara: hay que poner a trabajar ese dinero a través de la inversión y apoyarse en lo que Enrique Castellanos, director del Instituto BME, cataloga como el mejor amigo del ahorrador, que es el interés compuesto. Durante su intervención en la décima reunión con accionistas particulares de MAPFRE en Madrid, el analista detalló que este concepto no es otra cosa que los intereses sumados al capital inicial que van generando nuevos intereses cada año.

Pero ¿cómo generar el capital inicial? Lo ideal es destinar un porcentaje del salario al ahorro con aportaciones mensuales fijas. Puede parecer una misión complicada, sin embargo, la clave es eliminar los gastos superfluos y hacer una planificación financiera. Para ello, “hay que tener en cuenta lo que queremos conseguir nuestro objetivo final de ahorro y nuestra situación patrimonial en cada momento”. A partir de ahí se diseña un plan metódico que considera el tiempo que necesitaremos para conseguir nuestro objetivo”, según Castellanos.

El tiempo requerido y la cantidad objetivo determinarán el tipo de inversión que se debe hacer, pues en palabras del experto, “no es lo mismo tener un plazo de 25 años para juntar 25.000 euros, que un plazo de cinco años”. En cualquier caso y refiriéndose a la prudencia, hay que ser conscientes de que los ahorros generados no son una fórmula mágica para dejar de trabajar y que lo importante es que ese dinero acumulado sobreviva en el tiempo. Según la cantidad objetivo, los ahorradores deberán decidir en qué tipo de producto invertir. De acuerdo con Castellanos, lo ideal es empezar con un mayor porcentaje en renta variable y terminar con casi la totalidad en renta fija a corto plazo. Esto no implica que los inversores se tengan que volcar a rentabilidades muy altas (por encima del 10%), pues implican riesgos que en algunos casos son excesivos. No obstante, es viable una rentabilidad media del 6% a largo plazo.

A mayor rentabilidad, mayor será el riesgo. Es una máxima que no debe olvidarse, en particular si el objetivo es ahorrar para la jubilación. En ese sentido, Castellanos considera esencial crear conciencia de la necesidad de complementar las pensiones con ahorros propios debido a que “la pirámide poblacional se está invirtiendo y es posible que en el futuro nos enfrentemos a un escenario en el que las pensiones sean más bajas”.

En MAPRE existen distintos tipos de planes de pensiones y, en concreto, destaca el Programa Tu Futuro, una solución MAPFRE de gestión activa de 8 carteras de planes de pensiones, que se adapta de forma automática y dinámica según la edad y perfil de riesgo del cliente, y que facilita la planificación de la jubilación de una forma cómoda, sencilla, y sin coste adicional. En definitiva, lo importante es entender que la planificación financiera es una planificación de vida. Esa fue la conclusión de Felipe Navarro, director de Mercados de Capitales & Relaciones con Inversores y Tesorería, tras la presentación de los resultados del Grupo en el Auditorio de Fundación MAPFRE, a donde asistieron más de 35 personas de forma presencial y, además, se pudo seguir por streaming.

0 ComentariosSé el primero en comentar
User