EL DIAMANTE DE LA INVERSIÓN

EL DIAMANTE DE LA INVERSIÓN

TODA inversión que hagamos, da igual del tipo que sea, le afectan SIEMPRE 5 variables: inflación, fiscalidad, seguridad, rentabilidad y liquidez.

Analicemos primero los dos factores que no podemos controlar pero que si podemos tener en cuenta.

 

 

La inflación es, explicado de manera sencilla, la reducción del poder de compra de tu dinero. Normalmente crece de media entre un 2-3% al año o esto ha sido así durante los últimos 20 años.

 

Para que se entienda con un ejemplo sencillo si guardásemos 10.000 euros en una caja fuerte y no volviéramos a abrir esa caja fuerte hasta el año que viene seguirán habiendo exactamente 10.000 euros. Lo que habrá ocurrido es que pasado el año podremos comprar menos cosas porque todo a nuestro alrededor ha subido de precio o lo que es lo mismo nuestros 10.000 euros ahora valen 9800-9700 (Un 2-3% menos).

 

Lamentablemente esta es una variable que no podemos controlar y que nos afecta a ti, a mí y a todos los inversores por igual. Para combatir la inflación lo único que se puede hacer es invertir. Bienvenido al siglo XXI donde ya no sirve simplemente con ahorrar. Hoy más que nunca, es importante preocuparnos por nuestras finanzas personales.

 

La Fiscalidad son las normas que pone el gobierno a nuestras inversiones como, por ejemplo, la cantidad máxima que podemos meter en un tipo de producto o los impuestos que tenemos que pagar a la hora de rescatar nuestra inversión. Desgraciadamente la fiscalidad puede sufrir cambios en cualquier momento, porque un gobierno u otro decide hacer cambios sin que nosotros podamos hacer nada. Lo que si que podemos hacer es buscar la forma de pagar los menos impuestos posibles (de manera legal) con productos como los planes de pensiones o los PIAS.

 

 

Tras eliminar las dos variables que menos podemos controlar como inversores, aparece el triangulo de la inversión donde entran en juego la seguridad, la rentabilidad y la liquidez. Todos sin excepción alguna, queremos una inversión que tenga estas 3 variables pero siento decirte que el producto perfecto no existe y que si alguna vez te ofrecen una inversión con estas 3 característica sospecha.

 

Por otro lado si crees que si que existe el producto perfecto, te animo a que me escribas o me dejes un comentario porque entonces yo también lo quiero para mí!

 

Lo que si podemos tener son 2 de los 3 lados de nuestro triangulo:

 

Si lo que buscamos en una inversión es seguridad y liquidez, entonces tendremos que renunciar a rentabilidad. Piensa en el dinero que tienes en tu cuenta corriente o cuenta de ahorro. Esta seguro en el banco, puedes sacarlo cuando quieras pero ¿te está generando algo por tenerlo ahí? Esta opción es buena para el corto plazo (0-3 años)

 

 

 

Si lo que queremos es seguridad y rentabilidad, entonces tendremos que sacrificar la liquidez. Un buen ejemplo son los famosos planes de pensiones donde nuestro dinero estará seguro en un banco o aseguradora, podremos genere una rentabilidad al estar invertido pero lamentablemente tendremos que esperar como mínimo 10 años para poder disfrutar de este dinero. Esta alternativa es adecuada si esta pensando en invertir a largo plazo (+ de 10 años)

 

 

 

Por último, si lo que buscamos es rentabilidad y liquidez en una inversión, con lo que no podremos contar es con seguridad. Inversiones como las acciones, los fondos, o las criptomonedas nos pueden dar una muy buena rentabilidad, podemos vender en cualquier momento pero sufrimos el riesgo de poder perder gran parte de nuestra inversión. Este tipo de inversiones funcionan mejor en el medio plazo (3-9 años)

 

 

 

Como ves, el producto perfecto no existe, lo que si que existe es la planificación perfecta donde combinando diferentes alternativas que se adapten a nuestro perfil de inversor y a nuestro horizonte temporal podremos alcanzar nuestros objetivos.

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