Snowball SICAV Newletter Mayo 2019

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La rentabilidad neta de gastos de Snowball acumulada en 2019 es del +14,4%. Asimismo, les recordamos que rentabilidades pasadas no son garantía de rentabilidades futuras.

En esta Newsletter vamos a tratar sobre la guerra comercial debido a que ésta representa un hecho desencadenante de una posible escalada en las tensiones comerciales entre países que puede acabar mermando el crecimiento económico actual y futuro. Estos últimos meses los mercados de todo el mundo están viviendo una situación de alta incertidumbre principalmente por dos temas críticos: la guerra comercial iniciada por la administración Trump y las señales que alertan de una posible recesión en el corto/medio plazo. El tema de las señales sobre una posible recesión ya lo tratamos hace un par de meses (ver link adjunto); por lo que en esta Newsletter nos centraremos en la guerra comercial.

Primero de todo, cabe destacar que si hacemos una mirada retrospectiva en el tiempo, no ha habido ningún momento de certeza, por lo que como inversores debemos aceptar tomar decisiones de inversión en un entorno de incertidumbre permanente (siempre tenemos y tendremos algo por lo que preocuparnos). Así pues, no hay certeza al invertir, al igual que no hay certeza absoluta acerca de cualquier tipo de evento que implique un espacio temporal futuro que, por definición no se puede controlar. Lo que sí podemos controlar es nuestro temperamento, hacer una gestión óptima de las emociones y siempre tratar de tomar las mejores decisiones posibles en función de la información que tengamos a mano en el momento de la misma. 

Por otra parte, debemos contextualizar los aranceles con los que nos bombardean todos los medios de comunicación a lo largo de estas últimas semanas: las exportaciones-importaciones entre China y Estados Unidos representan menos de 1% del PIB mundial (660 billones de intercambio comercial respecto a un PIB mundial 85 trillones de dólares). Aunque parezca, por lo que leemos a diario, que el intercambio comercial esté estancado con paros en las empresas, no es el caso. No obstante, tampoco queremos frivolizar sobre el tema. Lo realmente importante y lo que nos preocupa no es tanto la implementación de aranceles de Estados Unidos a China, México o la UE, si no las implicaciones que puede conllevar una escalada en las tensiones comerciales con las más que previsibles respuestas de estos países/zonas con nuevos aranceles. Objetivamente, la implementación de un arancel a productos extranjeros por parte de una economía abierta con perfecta movilidad de capitales no tiene mucho sentido porque encarece el producto y acaba pagándolo el consumidor/productor nacional. Sí que es verdad que como efectos “positivos” aumenta las arcas públicas del Estado y propicia una mejora de la balanza comercial al ver reducir las importaciones (la consecuencia de segundo grado es negativa ya que impulsa al país a utilizar recursos ineficientemente sacrificando la producción y la especialización en los productos que tienen ventajas comparativas), pero el efecto nocivo sobre el comercio internacional desincentivandolo, acaba provocando un menor crecimiento económico actual y potencial futuro a nivel agregado. A modo de síntesis, esta escalada en la tensión comercial puede desencadenar una burbuja negativa (término acuñado por el Nobel de Economía Robert Shiller).

A diferencia del ciclo económico, que desarrolla sus fases durante períodos de varios años, el debate comercial actual entre Estados Unidos y China podría resolverse repentinamente. Hace solo un par de semanas, la opinión general era que las dos partes estaban al borde de un acuerdo, hasta que aparentemente los errores de cálculo en ambas partes provocaron una ruptura en las negociaciones que ninguna de las partes quería o esperaba. Si eso es correcto, entonces las negociaciones pueden revivir y llevadas a una conclusión positiva en cualquier momento. La verdad es que la actitud de Trump en un proceso negociador empieza a ser cuasi predecible al seguir varios patrones que se repiten en el tiempo, como el actual, de tratar de amedrentar al adversario al máximo con posturas extremas (de todo o nada) para establecer el entorno necesario para obtener el mejor trato posible para él. Esto cuando es una sorpresa, al inicio, puede representar una ventaja respecto al rival, pero a la larga supone una debilidad porque el rival ya los conoce y puede tomar ventaja de ello al tener una mejor visibilidad para decidir los próximos pasos en función de los pasos que estima que Trump hará.

En cualquier caso, la mejor resolución de la guerra comercial nunca resultará en una buena relación comercial entre Estados Unidos y China en el corto plazo. Más bien, esperamos que para la próxima década se mantenga la incertidumbre en la política comercial entre Estados Unidos y China y una persistente nueva guerra fría (comercial) que ocasione estallidos. Sin embargo, cabe recordar que no tendría por qué implicar que una mayor incertidumbre suponga un mal comportamiento de las bolsas ya que históricamente los momentos de mayor incertidumbre siempre han sido los mejores momentos de inversión.

En Snowball aceptamos la incertidumbre, la cual es el entorno natural en el que desarrollamos nuestra actividad. Admitir y aceptar que el futuro es incierto es un requisito previo para ser un buen inversor. En segundo lugar, lo que hacemos es prepararnos para los inevitables eventos negativos que seguramente vendrán. Lo hacemos al poseer una cartera robusta de empresas con fuertes ventajas competitivas que ayuda a protegerlas de lo inesperado. Uno de los atributos clave de las ventajas competitivas es el poder de fijación de precios que confiere a una empresa. El poder de subir los precios según sea necesario sin perder clientes. Este poder de fijación de precios es particularmente importante durante una guerra comercial alimentada por aranceles. Si el precio de un producto aumenta debido a una arancel que se cobra directamente sobre el producto o sobre los costes que se utilizan para fabricar ese producto, la capacidad de la compañía para trasladar este aumento de costes aumentando el precio para cubrir el coste de las tarifas sin perder clientes es crítica tanto para la supervivencia de la propia empresa como para el mantenimiento de los márgenes y rentabilidad del negocio.

Las empresas más resilientes prosperan durante y después de las recesiones, de hecho salen fortalecidas ya que las menos resilientes o débiles desaparecen o se encuentran en una situación de venta forzosa a unos precios que las más resilientes pueden aprovechar en operaciones de fusiones y adquisiciones para seguir creciendo de forma no orgánica. Eso no significa que las empresas con ventajas competitivas no vayan a ver caer el precio de su cotización durante una recesión, pero sí significa que, dado que las recesiones son impredecibles, en lugar de tratar de predecirlas, debemos tener negocios que prosperen a largo plazo a pesar del hecho de que ocurrirán recesiones.

No sabemos predecir la próxima recesión. Pero sí creemos que si bien el resultado más probable es que no se produzca una recesión en el próximo año o dos, las probabilidades de que ocurra una recesión están aumentando por el simple hecho de que llevamos muchos años de crecimiento sostenido ininterrumpido. Por lo tanto, estamos revisando sistemáticamente nuestra cartera para asegurarnos de que nuestras suposiciones sobre el crecimiento futuro no sean demasiado optimistas.

Agradeciéndoles el tiempo dedicado a la lectura de la Newsletter de este mes, esperamos que hayamos contribuido a que logréis un mejor entendimiento del tema planteado y, como siempre, estamos a vuestra disposición para resolver cuantas dudas os surjan o inquietudes que tengáis por la vía que mejor os convenga.

Atentamente,



Josep Mussons Caldés
Presidente de Snowball Value, SICAV
jmussons@snowballsicav.com
www.snowballsicav.com

Número ISIN: ES0126219007

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