Invertir en semiconductores: la tendencia que podría marcar el futuro

Invertir en semiconductores: la tendencia que podría marcar el futuro

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Ordenadores, vehículos eléctricos, electrodomésticos inteligentes, routers y dispositivos de conectividad, servidores, unidades de inteligencia artificial, robótica  industrial… Todos estos productos tienen en común que necesitan semiconductores  para su correcto funcionamiento. 

Estos diminutos componentes, también conocidos como microchips, se han convertido en la columna vertebral de la economía digital y en un recurso estratégico para múltiples industrias. Su presencia no se limita únicamente a la electrónica de consumo, sino que se extiende a sectores tan diversos como la automoción, la  energía, la salud o las telecomunicaciones. En un mundo cada vez más interconectado y dependiente de la tecnología, el papel de los semiconductores no deja de crecer, situándolos en el centro de la innovación y de los grandes debates  económicos y geopolíticos de nuestro tiempo. 

Por todo lo comentado anteriormente, no es extraño que la inversión en esta megatendencia haya ganado protagonismo en los últimos años. No obstante, cabe recordar que, a pesar de la proyección del sector, también hay riesgos que hay que tener en cuenta a la hora de invertir en semiconductores, y que se analizarán en este artículo. 

Reciente aumento de demanda de los semiconductores 

La facturación global de semiconductores ha crecido en los últimos años. Por ejemplo,  en 2024 el mercado generó aproximadamente 607.400 millones de dólares en ingresos, lo que supone un aumento de 104.000 millones de dólares con respecto al año anterior, según datos de Statista Market Insights (2023-2024). 

Para 2025 se proyectan cifras aún mayores. Deloitte (2025) estima cerca de 697.000  millones de dólares, mientras que la World Semiconductor Trade Statistics (WSTS) (2025) es más optimista y prevé unos 728.000 millones de dólares. Es más, según Statista, los semiconductores se convertirán en una industria de un billón de dólares para 2030. Sin embargo, tenga en cuenta que invertir implica riesgos, incluyendo la  posible pérdida del capital invertido. 

Pero, ¿qué ha provocado que la demanda de los semiconductores se dispare en los últimos tiempos? 

El primer punto a tener en cuenta es que este repunte de la demanda viene después  de que, en 2023, se vivió una corrección post-pandemia. Ese año se produjo un  exceso de inventario y, por lo tanto, una caída de la demanda. (Ingresos de 503.400 millones de euros, 70.000 millones menos que en 2022, según Statista) (2022-2023).  En este sentido, se advierte que los pronósticos al alza, ya comentados, están  condicionados a que la demanda mantenga el ritmo actual.  

Factores que impulsan la demanda 

La demanda de semiconductores está siendo potenciada por varias tendencias tecnológicas. La proliferación de aplicaciones de inteligencia artificial y aprendizaje automático impulsa especialmente los chips de alta capacidad. De hecho, tal y como indica WSTS (2025), en el primer semestre de 2025 los segmentos de lógica (procesadores) y memoria crecieron un 37% y 20% interanual, respectivamente, "respaldados por la demanda de infraestructura de centros de datos y la aparición de las primeras aplicaciones de inteligencia artificial de vanguardia". 

Además, otras innovaciones aumentan el uso de semiconductores como son la  adopción de redes 5G, impresoras 3D, el auge del cloud computing y el desarrollo de vehículos eléctricos o autónomos. En el sector automóvil, por ejemplo, los  semiconductores son vitales para los coches eléctricos y sistemas de asistencia. También, suponen un papel principal en la mejora de la eficiencia energética en fuentes renovables como la solar o la eólica.  

Este amplio abanico de aplicaciones sugiere una demanda sostenida en el medio plazo. Sin embargo, hay que subrayar que picos de demanda muy elevados pueden tensionar la oferta y la cadena de suministro. Es decir, la relación entre la oferta y la demanda de semiconductores requiere de un delicado equilibrio. 

Apoyo gubernamental e inversión en producción 

En este sentido y con el objetivo de reforzar la cadena de suministros de  semiconductores (y reducir la dependencia de los rivales geopolíticos), los gobiernos de los principales países desarrollados están destinando recursos importantes para  esta misión. 

Por ejemplo, a finales de 2023, la Unión Europea aprobó la Ley Europea de Chips, con la cual asignó 43.000 millones de euros con el objetivo de duplicar la participación de la UE en el mercado global de semiconductores al 20% para 2030. "La Ley Europea de Chips reforzará el ecosistema de semiconductores en la UE, garantizará  la resiliencia de las cadenas de suministro y reducirá las dependencias externas", según indica la Comisión Europea. 

De manera similar, en Estados Unidos, la Ley CHIPS and Science se promulgó en  2022, proporcionando alrededor de 52 000 millones de dólares en subvenciones e incentivos para impulsar la investigación, el desarrollo y la fabricación nacionales de semiconductores.

No obstante, la rápida expansión de capacidad también plantea riesgos de exceso de  oferta. Cabe advertir que si la producción crece más rápido que la demanda real, podrían generarse inventarios sobrantes y presión a la baja en los precios, recordando episodios previos de exceso de suministro, como ya ocurrió en 2023. 

Debilidades, fortalezas, oportunidades y amenazas del sector 

  • Debilidades: requiere unos altos costes de producción y diseño, ya que fabricar chips de última generación necesita inversiones de decenas de miles de millones de dólares en fábricas. Además, a día de hoy, la cadena de  suministro es compleja y frágil. La producción está muy concentrada geográficamente en Asia. 
  • Fortalezas: la inteligencia artificial, la automoción, la electrónica de consumo,  las telecomunicaciones… los chips tienen un papel clave en todos estos  sectores que impulsan la economía global. 
  • Oportunidades: los chips son el centro de la innovación tecnológica, especialmente de la IA. Se estima que el mercado de semiconductores para  inteligencia artificial alcanzará los 92.000 millones de dólares en 2025, con un crecimiento anual del 29,11% hasta 2030, según Statista. También, son claves en la expansión de la automoción y energías limpias. 
  • Amenazas: se dividen en una serie de puntos claves. 
    • Obsolescencia tecnológica: el mercado de los semiconductores se  caracteriza por un rápido cambio tecnológico, por lo que existe la  posibilidad que aparezcan nuevas tecnologías que pongan en duda la  rentabilidad de las existentes.  
    • Tensiones geopolíticas: también impactan en la industria de los  semiconductores mediante limitaciones al comercio e imposición de impuestos, como ocurre con la guerra tecnológica entre Estados Unidos  y China en torno a estos productos. La aplicación de aranceles y otras  barreras comerciales puede incrementar significativamente los costes  de importación y exportación de semiconductores y de sus componentes. 
    • Volatilidad y carácter cíclico: es importante tener en cuenta que el equilibrio entre oferta y demanda puede romperse, generando periodos de alta volatilidad. Este sector tiende a moverse por ciclos: tras etapas  de fuerte crecimiento suelen venir fases de corrección. Factores como  la economía global, las nuevas tecnologías o los cambios en el consumo  pueden amplificar estas oscilaciones, por lo que conviene invertir con una visión a largo plazo y asumir que habrá altibajos.

Formas de invertir en el sector: acciones, ETF y fondos de inversión 

A la hora de participar en la evolución del mercado de semiconductores, los inversores  suelen recurrir a tres vías principales dentro de sus carteras de inversión: acciones individuales, ETF y fondos de inversión tradicionales. 

  • Acciones dentro del sector: Las acciones del sector de semiconductores permiten a los inversores apostar por empresas específicas del sector, ya sean fabricantes de chips, empresas de diseño o proveedores de materiales. Esta opción ofrece un mayor potencial de rentabilidad si la compañía elegida tiene un buen desempeño, pero también con mayor riesgo al depender de un solo valor. 
  • ETF: los fondos cotizados en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) agrupan en una sola cartera a múltiples compañías relacionadas con los semiconductores y cotizan en los mercados como si fueran una acción. Estos ETF centrados en el sector de los semiconductores permiten la diversificación y exposición a la  evolución general del sector. 
  • Fondos de inversión tradicionales: también permiten diversificación al invertir  en un conjunto de empresas del sector, pero se gestionan activamente. La ventaja es que un equipo profesional toma las decisiones de inversión, mientras que la desventaja puede ser que las comisiones tienden a ser más elevadas que en los ETF. 

Con todo esto, queda claro que el mercado de semiconductores presenta  perspectivas de expansión debido a su papel central en la tecnología moderna, pero  estas proyecciones no están exentas de incertidumbres.


Este contenido puede ser catalogado como material de marketing. No constituye una recomendación ni propuesta de inversión. La inversión contiene riesgos y rentabilidades pasadas no son garantía de rentabilidades futuras.


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