Powell será el protagonista de su última reunión en Jackson Hole: opiniones de las gestoras
La atención de los inversores esta semana se centra en el valle de Jackson Hole (Wyoming, Estados Unidos). Allí se celebra la reunión anual de banqueros centrales que tendrá el título de Mercados laborales en transición: demográfica, productividad y política macroeconómica y se celebrará entre el jueves 21 y el sábado 23 de agosto.
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, será de nuevo el protagonista de este cónclave, ya que sus palabras serán analizadas con lupa por los inversores. El objetivo será vislumbrar alguna pista sobre la próxima decisión del organismo, cuya próxima reunión de política monetaria está prevista para el 17 de septiembre.
El dirigente de la máxima autoridad monetaria estadounidense ha sido duramente atacado en los últimos meses por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que defiende una bajada de tipos y prepara su sucesión. El mandato de Powell al frente de la Fed termina en mayo de 2026, por lo que esta será su última reunión de Jackson Hole como presidente.
Hemos recopilado las opiniones de diversos expertos de diferentes gestoras de activos sobre este cónclave:
Vincent Reinhart, economista jefe de BNY Investments:
El simposio económico de Jackson Hole es el Woodstock de los banqueros centrales, salvo que con presentaciones en PowerPoint, sombreros cowboy y bailes en línea. En julio, el comunicado del FOMC guardó silencio sobre la política futura, con el entendimiento de que el presidente Powell usaría la plataforma de Jackson Hole para zanjar cuestiones.
Los datos sobre empleo resultaron decepcionantes y los de precios fueron mixtos. Es probable que a los responsables de la Fed les preocupe que el crecimiento del empleo esté cerca de velocidad de estancamiento. El repunte de la inflación de precios al consumo borró los avances de la primera mitad del año, aunque la incidencia de los aranceles fue limitada.
Esperamos que el presidente Powell señale que la Fed tiene la intención de recortar su tipo de interés oficial en 25 puntos básicos en septiembre. Powell puede enmarcar esta decisión ya sea como un bache en el camino dentro del plan a largo plazo de la Fed de renormalizar los tipos, o como un giro hacia un modo enteramente reactivo.
Aquí puedes leer más sobre esta opinión:
Tom Hollenberg y Margaret Steinbach, gestores de carteras de Capital Group:
El presidente Trump, con su característica franqueza, ha expresado en las últimas semanas su descontento con el trabajo del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. Sea grave o no, este tipo de comentarios ha llevado a los inversores a especular sobre el futuro del banco central estadounidense y lo que podría significar un cambio de guardia para la economía y los mercados, ya sea al final del mandato de Powell como presidente en mayo de 2026 o antes.
Independientemente de la fecha en que Powell abandone el cargo, tiene sentido que los inversores analicen los posibles escenarios para su eventual sucesor y cómo el nuevo liderazgo podría influir en la política monetaria de EEUU, en particular en la lucha contra la inflación que está llevando a cabo la Fed.
La Casa Blanca ya ha comenzado a barajar candidatos y parece dispuesta a elegir a un presidente que aplique una política más acomodaticia. La tensión resultante ha suscitado dudas sobre la influencia política en la independencia de la Fed.
Dicho esto, no prevemos que Powell abandone su cargo antes de que expire su mandato. Más bien, estamos utilizando análisis de planificación de escenarios para prepararnos para diferentes resultados, incluidos los riesgos extremos que podrían afectar a los mercados.
Andrew Jackson, director de inversiones en Vontobel:
La esperada reunión anual de banqueros centrales en Jackson Hole esta semana se celebra en un contexto marcado por retos muy diferentes y únicos a los que se enfrenta cada región. Mientas que las ediciones anteriores del simposio se centraron en los retos comunes a los que se enfrentan los bancos centrales, como la flexibilización cuantitativa y el apoyo económico relacionado con la pandemia, la reunión de este año se desarrolla en un contexto muy diferente. Los bancos centrales se encuentran ahora navegando por una nueva era, en la que las políticas monetarias desempeñarán un papel aún más crítico en los próximos meses.
Esta dinámica es especialmente evidente en el caso de los principales bancos centrales, como la Reserva Federal (Fed), el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Inglaterra (BoE), el Banco Nacional Suizo (SNB) y el Banco de Japón (BoJ). Cada institución se enfrenta a presiones económicas distintas, lo que complica especialmente sus tareas.
La Reserva Federal se enfrenta a un camino particularmente difícil por delante. Las presiones políticas están aumentando, con la Casa Blanca abogando por recortes de tipos y el posible nombramiento de un nuevo presidente de la Reserva Federal más alineado con la agenda económica del presidente Trump. Es probable que la Reserva Federal también tenga que lidiar con el impacto de los aranceles, que actualmente están siendo absorbidos por los importadores estadounidenses, pero que probablemente afectarán a los consumidores a principios de 2026.
Aunque los datos de inflación de julio aún no reflejaban las presiones relacionadas con los aranceles, el aumento de los precios al por mayor en EEUU la semana pasada indica que los efectos están empezando a filtrarse en la economía. Dado que la economía estadounidense muestra signos de sobrecalentamiento, esperamos que la inflación en EEUU alcance el 3,5% a mediados del próximo año. Por lo tanto, es probable que la Fed actúe con cautela y aplique dos recortes de tipos este año a partir de septiembre, seguidos de tres recortes adicionales en 2026.
Vincent Chaigneau, responsable de análisis en Generali AM:
No esperamos que los bancos centrales sean factores decisivos en los mercados durante el verano, aunque el simposio de Jackson Hole siempre es importante (21-23 de agosto). Seguimos esperando dos recortes de la Fed en el segundo semestre (los mercados descuentan 1,5), aunque Powell se mostró bastante agresivo en la reunión del 30 de julio. Las expectativas de inflación en EEUU han repuntado, pero no lo suficiente como para cambiar las opiniones implícitas sobre la tasa terminal de la Fed. Esperamos una última bajada del BCE, que no está totalmente descontada (15 puntos básicos).
Benoit Anne, director general sénior y responsable del Market Insights Group de MFS Investment:
En lo que respecta a la presión política, es probable que la Fed mantenga su postura anterior en defensa de su independencia. En otras palabras, la Fed solo recortará los tipos cuando el FOMC alcance una mayoría de votos que considere que es lo correcto. Más allá del empleo, sigue existiendo una incertidumbre persistente sobre el impacto de los aranceles en la inflación, lo que justifica cierta prudencia, especialmente dado que la inflación sigue mostrando signos de resistencia.
En general, no está claro que el presidente Powell vaya a ofrecer una orientación firme en el simposio de Jackson Hole. Si no se producen señales moderadas, se descartará en gran medida la posibilidad de una bajada en septiembre. Teniendo esto en cuenta, resulta bastante difícil adoptar una postura alcista a largo plazo en este momento, especialmente teniendo en cuenta los niveles actuales de los tipos de interés y los persistentes problemas fiscales.
Mabrouk Chetouane, director de estrategia de mercados globales de Natixis IM Solutions:
El mercado laboral es el centro de atención, no solo para la política monetaria estadounidense, sino también para el simposio económico de Jackson Hole 2025, cuyo tema este año es El mercado laboral en transición. Sin duda, lo más destacado de esta reunión de dos días será la declaración del presidente de la Reserva Federal de EEUU, Jay Powell, sobre la hoja de ruta de la política monetaria estadounidense para lo que queda de año. Durante la reunión, deberá demostrar todas sus habilidades como equilibrista para justificar por qué ahora la atención se ha desplazado hacia el objetivo del empleo, relegando al segundo plano el de la inflación, a pesar del retorno de las presiones inflacionistas, como muestran las cifras del IPC y el IPP subyacentes de la semana pasada.
El impacto probable, aunque aún incierto, de la guerra comercial sobre la inflación y el ciclo económico de EEUU debería animar al presidente a ser paciente. Sin embargo, la presión sobre el presidente de la Fed está aumentando. El presidente de EEUU, Donald Trump, le está pidiendo que recorte los tipos, los mercados están descontando tres recortes antes de finales de año y la creación de empleo está disminuyendo de forma constante. Como resultado, esperamos que Powell prepare a los inversores para un nuevo ciclo de recortes de tipos a partir de septiembre.
Llevamos varios meses pensando que la Fed tendría que recortar los tipos en 75 puntos básicos antes de finales de 2025 para combatir la desaceleración económica. Aunque la cuestión de un recorte importante (es decir, de 50 puntos básicos) en septiembre sigue estando muy abierta, especialmente si obtenemos otro informe de empleo decepcionante, esperamos que la Fed adopte un enfoque gradual, favoreciendo un recorte de 25 puntos básicos en cada reunión.
M. Cabana, M. Swiber, A. Bhave y A. Cohen, analistas de Bank of America:
El discurso del presidente de la Fed, Jerome Powell, en Jackson Hole será el evento más importante de esta semana. En nuestra opinión, el hecho de que en el título del discurso se mencione Perspectivas económicas antes que Revisión del marco indica que Powell quiere enviar un mensaje a los mercados sobre las perspectivas de la política monetaria. Los mercados están descontando una rebaja de casi 25 puntos básicos en septiembre, pero creemos que la decisión dependerá de la reacción de Powell en función del flujo de datos estanflacionarios que haya.
En julio, Powell sugirió que se sentiría cómodo con un crecimiento cero del empleo, siempre y cuando la tasa de desempleo se mantuviera dentro de un rango. Ahora que ese escenario está mucho más cerca de la realidad y en Jackson Hole sabremos si Powell respaldará esas declaraciones. En este sentido, los comentarios sobre una tasa de equilibrio baja del crecimiento del empleo (es decir, una desaceleración de la oferta de mano de obra) o la estabilidad de la tasa de desempleo serían de tono restrictivo. Si Powell quiere inclinarse en contra de un recorte en septiembre, podría decir que la postura política sigue siendo adecuada dados los datos disponibles. Esta formulación le permitiría mantener la opción de recortar si el informe de empleo de agosto es muy débil.
Por supuesto, Powell también podría insinuar un recorte diciendo que es apropiado pasar a una postura política menos restrictiva. Los mercados interpretarían sus comentarios como moderados si hiciera hincapié en un cambio en el equilibrio de riesgos hacia el mercado laboral y se centrara en la desaceleración de las nóminas sin ponerla en el contexto de la oferta de mano de obra. Basándonos en las recientes declaraciones de la Fed, es probable que cuente con el apoyo de una amplia mayoría del comité, tanto si decide mantener los tipos como si decide recortarlos.
Este contenido se ha elaborado bajo un criterio editorial y no constituye una recomendación ni propuesta de inversión. La inversión contiene riesgos. Las rentabilidades pasadas no son garantía de rentabilidades futuras.
Descubre los mejores brókers y exchanges de 2025
Te contamos los mejores exchanges de criptomonedas y los mejor brókers para empezar a invertir online.