¿Cómo puedes mejorar después de 21 días haciendo Trading?
Hoy me ha preguntado el primo de mi vecino (no va con segunda
intención…), si se podía conseguir adquirir un hábito, implementar ó
sembrar en nosotros una costumbre ó una habilidad, practicándola
reiterada y continuamente, durante al menos, 21 días seguidos.
A menudo, en la vida y en el trading, nos resistimos a ponernos
normas, reglas, disciplina… a organizarnos y tener de antemano trazado
un horario, un plan ó una hoja de ruta, porque pensamos que si
improvisamos y decidimos las cosas (y las operaciones que metamos en
el mercado) sobre la marcha, seremos más independientes, más
individualistas, conseguiremos ser aparentemente más libres, y encima,
obtendremos mejores resultados.
Puede que en otros ámbitos, aficiones, actividades o
profesiones (porque todo eso es y puede ser el trading), funcione el
deambular “al libre albedrío”, sin pautas, sin sistema, sin la menor
disciplina…y sin hábitos, sin rutinas, pero tanto por mi propia
experiencia en estas miles de horas delante de los gráficos, y por las
de otros muchos compañeros para conseguir alcanzar la consistencia y
tener ciertos visos de éxito en los mercados, es totalmente necesario
implementar dentro de nosotros una serie de actos repetitivos ó
conductas que se repitan y realicemos en el tiempo de modo
sistemático, y regular…
O sea pautas, rutinas, o hábitos.Esa repetición de conductas
asiduas y realizadas de modo sistemático y regular, terminar por
sembrar en nosotros algo más que una semilla, y podrán finalmente
terminar dando el fruto que deseemos, en forma de éxito o de
resultados positivos en nuestra cuenta.
Se podrían enumerar muchos buenos hábitos y normas a la hora de
operar y hacer trading o invertir en cualquier clase de mercado o
instrumento financiero, y el repetirlos y reiterarlos día sí, día
también, acabarán volviéndonos traders más disciplinados, con menos
“dolor y sufrimiento” (al hacer un trading menos emocional y más
basado en pautas repetidas, en normas objetivas de nuestro propio
sistema, y no en nuestros deseos subjetivos).
Implantar hábitos o necesaria rutinas tales como tratar de
operar siempre en el mismo o en los mismos mercados, hacerlo en las
mismas franjas horarias, y hasta en el mismo espacio físico y “de
trabajo”, con el mismo número de contratos, con el mismo sistema y
forma de entrar y salir al mercado, respetando una serie de pautas
antes de abrir los gráficos y nuestra plataforma y haciendo nuestros
deberes y nuestro diario de trading tras acabar nuestra operativa, son
solamente un puñado de buenas y vitales costumbres de todas las que
podíamos enumerar…pero son pequeños cambios que bien definidos,
detallados, planificados (y por supuesto luego ejecutados
regularmente), pueden suponer un enorme avance en nuestra operativa y
en nuestro trading, sin duda.
Así me consta por muchos alumnos a los que hemos tenido el
honor de tratar de ayudar y orientar en esta selva de los mercados,
que también me indican que, ya que hay que luchar contra el mercado y
contra un@ mism@, la repetición de esos hábitos y de otros muchos
similares, como mínimo les ayuda a abandonar la improvisación y la
subjetividad, y a ir poco a poco mejorando haciendo las cosas cada vez
mejor (obligándose a respetar el plan de trading, a analizar las
operaciones en el diario de trading y ver si son ó no conforme al
sistema y a lo que debíamos hacer, ver si se han controlado ó no bien
las emociones, si se ha sobreoperado o se han sabido cerrar pantallas
a tiempo…hábitos, normas, necesarias costumbres).
Evidentemente, el conseguir lograr esos buenos hábitos, no es
cuestión de un sólo día o de una sola sesión, y de nada vale
realizarlos una vez, y al día siguiente no…para implantarlos en
nuestra rutina y en nuestro “calendario mental”, es necesario
repetirlos al pie de la letra durante bastante tiempo.
¿En cuántos días alguien podría cambiar su modo de operar, o
acostumbrarse a lograr crear esos hábitos, reglas y rutinas repetidas
y reiteradas? ¿cuántos días habría que estar repitiendo una y otra vez
las mismas pautas para entrar y salir, los mismos comportamientos, la
misma disciplina, horario, el mismo sistema de trading, el mismo plan?.
Pues según dicen algunos expertos, incluso valdría con hacer
todo eso durante 21 días, cumpliendo durante ese tiempo todos los
“deberes” necesarios…y en teoría serían suficientes esas poco más de 2
decenas de días para implantar y hacer nacer en nosotros nuevos hábito
como traders…
Aunque la mayoría de la gente asocie dicho número o dicha regla
con un famoso programa de televisión, la primera persona que habló de
“la regla mágica del 21” fué Robin Sharma, y lo explicó en su
bestseller de autoayuda El monje que vendió su Ferrari (un clásico,
pero aún muy recomendable).
Podrán ser 21 días, o 21 sesiones, o 21 operaciones…ó 210… pero
si en ese periodo de tiempo no nos engañamos a nosotros mismos, y
hacemos,operamos o vivimos de un modo diferente a lo que estábamos
haciendo hasta entonces, si nos comprometemos a hacerlo un día tras
otro, lo que es cierto es que seguro que después de esas 21
actuaciones reiteradas y sostenidas, después de esas 21 entradas y
salidas al mercado (siguiendo estrictamente las reglas, sin traicionar
ni al sistema que hayamos aprendido ni a nosotros mismos), como
mínimo, seremos más responsables y mejores personas y mejores tráders
que al principio…
No hay nada mágico, ni nada garantizado por supuesto, ni nada
asegurado… pero la disciplina y repetición es fundamental, y nunca hay
que dejar de esforzarse…y de atreverse.Lo que está claro es que para
empezar con ese primer día de los 21 (ó de los que cada cual necesite)
, o con esa primera operación de las que necesitemos, el paso básico
es proponérselo, comprometerse a ello… y no retrasarlo y comenzar con
ello, y luego ya tendremos ocasión y tiempo de decirnos si “funciona”
y consigue desarrollar en nosotros esos hábitos y como decía Sharma,
esa repetición de comportamientos durante esos días nos puede
relanzar, calmar y orientar hacia un trading y hacia una vida mejor…
Por probar, seguro que no se pierde nada…
Y sin hacer
demasiado “spoiler” y para el que no se haya leido el libro al que
aludo, aquí van un resumen de algunas de las mejores frases que pueden
extraerse del mismo, por si a alguien le sirven de inspiración (como a
mí me sirvieron en su día…):
La vida consiste en tomar opciones. El destino de cada uno de
nosotros depende de las opciones que tomamos.
Los sueños de los
grandes soñadores jamás llegan a cumplirse, siempre son
superados.
¿Cómo ocuparse de los demás si uno no se ocupa de sí
mismo?¿Cómo hacer el bien si ni siquiera te sientes bien? No puedo
amar si no sé amarme a mí mismo.
Cuando el alumno está listo,
aparecen los maestros.
La verdadera generosidad para con el
futuro consiste en entregarlo todo al presente.
Todo suceso
tiene un porqué y toda adversidad nos enseña una lección. El fracaso,
sea personal, profesional o incluso espiritual, es necesario para la
expansión de la persona. Nunca lamentes tu pasado. Acéptalo como el
maestro que es.
Cuando te inspira un objetivo importante, un
proyecto extraordinario, todos tus pensamientos rompen sus ataduras;
tu mente supera los límites, tu conciencia se expande en todas
direcciones y tú te ves en un mundo nuevo y maravilloso. Las fuerzas,
facultades y talentos ocultos cobran vida, y descubres que eres una
persona mejor de lo que habías soñado ser.
El secreto de la
felicidad es simple: averigua que es lo que te gusta hacer y dirige
todas tus energías en esa dirección. Si analizas a las personas más
felices, saludables y satisfechas de tu mundo, verás que todas han
encontrado cuál era su pasión y luego se han dedicado a
perseguirla.
No hay que dejar que el reloj y el calendario nos
impidan ver que cada momento de la vida es un milagro…y un
misterio.
Confía en ti mismo. Crea el tipo de vida que te
quieres vivir. Aprovecha el máximo de ti mismo atizando las diminutas
chispas interiores de posibilidad para que sean llamas de
realización.
Invertir en ti mismo es lo mejor que puedes hacer.
No solo conseguirás mejorar tu vida sino también las de quienes te
rodean. Sólo cuando domines el arte de amarte a ti mismo podrás amar
de verdad a los demás. Solo abriendo tu corazón podrás llegar al de
los demás.
No importa lo que te ocurra en la vida, porque tienes
la capacidad de elegir tu reacción. Cuando consigas arraigar el hábito
de buscar lo positivo en cada circunstancia, tu vida pasará a sus
dimensiones superiores.
No hay errores en la vida, solo
lecciones.
La felicidad es un viaje, no un destino.
La
vida no siempre te da lo que pides, pero sí te da lo que
necesitas.
Que este nuevo día sea el inicio de tu vida, el día
en que tomas la decisión de concentrarte en lo más importante para ti.
Toma la decisión de invertir más tiempo con quienes dan sentido a tu
vida. Deléleitate en el poder de esos momentos especiales. Haz las
cosas que siempre has querido hacer. Deja de posponer tu felicidad a
expensas de la realización.
Nunca olvides la importancia de
vivir con júbilo desbordante. Nunca descuides la exquisita belleza de
todas las cosas vivas. Hoy, y el momento que compartimos, es un
regalo. Céntrate en tu propósito.
La felicidad se consigue
gracias a la progresiva realización de un propósito digno. Si tú haces
lo que realmente amas hacer, estás destinado a sentir la máxima
satisfacción.
Objetar que no tienes tiempo para perfeccionar tu
mente o tu espíritu es como decir que no tienes tiempo para echar
gasolina porque estás muy ocupado conduciendo.
El que controla
sus pensamientos, controla su mente. El que controla su mente,
controla su vida.
Rechaza los pensamientos débiles que se hayan
colocado en el palacio de tu mente; verán que no son bienvenidos y su
única opción será marcharse.
La mente es como un fértil jardín y
para que florezca, debes nutriría cada día. No permitas que la mala
hierba de los pensamientos y de los actos impuros invada ese jardín.
Monta guardia en las puertas de tu mente. Manténla en forma.
La
felicidad verdadera se consigue trabajando constantemente para
alcanzar tus objetivos y avanzar en la dirección que te has
fijado.
Cuando decides concentrar tu mente en los objetivos de
tu vida, la mente empieza a descartar lo que no importa para centrarse
sólo en lo importante.
Concéntrate en tus prioridades, las cosas
más importantes de tu vida no deberían ser sacrificadas a las menos
importantes.
El pasado ya no está y el futuro es un sol lejano
en el horizonte de tu imaginación. El momento que cuenta es el ahora.
Aprende a vivir en él.
Todos estamos aquí por una razón
especial. Deja de ser un prisionero de tu pasado. Conviértete en un
arquitecto de tu futuro.
Pero por supuesto, ya sean 21 días, ó 210 los necesarios para ser
algo más “expertos” en una determinada materia, lo más importante, es
atreverse a comenzar a dar el primer paso, la primera acción, la
primera decisión u operación que metamos al mercado…
Y después, ya vendrán las siguientes y como mínimo, habremos
aprendido algo más, tanto sobre los mercados como sobre nosotros mismos…