Columbia Threadneedle Investments
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Threadneedle (Lux) Global Technology por Paul Wick

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Paul Wick – Fondo Threadneedle (Lux) Global Technology – Marzo de 2021

¿Todavía queda potencial alcista en los valores tecnológicos o existe el riesgo de burbuja?

Mi respuesta es «sí» y «sí». Dada la significativa corrección experimentada por los valores tecnológicos, el riesgo de burbuja se ha materializado. No creo que existiera una burbuja per se de los valores tecnológicos, sino más bien una burbuja de los valores de estilo «crecimiento» y los llamados «valores con historia» (story stocks, acciones cuyo valor refleja la rentabilidad superior esperada). La cuestión es que, casualmente, muchas compañías tecnológicas operan en sectores de elevado crecimiento, como los de seguridad empresarial, software como servicio, servicios en la nube, Internet y comercio electrónico. Algunos sectores «afines», como las energías alternativas (hidrógeno y energía solar) y los vehículos eléctricos, también adquirieron gran popularidad, especialmente entre los inversores minoristas. En general, las valoraciones de las compañías que presentaban un rápido crecimiento o que supuestamente pertenecían a un sector de crecimiento secular se tornaron excesivamente elevadas con respecto a los parámetros tradicionales, como la relación entre el valor de empresa y las ventas, los flujos de caja o los beneficios. Entre los factores que han contribuido al fulminante éxito de los valores de crecimiento se incluyen los siguientes:

  • Los irrisorios niveles de los tipos de interés mundiales han aumentado la sensación de que «no existe alternativa» a la renta variable.
  • Los reducidos tipos de interés permitieron que las compañías de baja calidad evitaran la bancarrota o aumentaran los recursos propios sin efecto dilutivo en la valoración.
  • Los inversores minoristas especulativos de muchos países apostaron en masa por la negociación en línea y sin comisiones de acciones y opciones sobre acciones; en cierta medida, el mercado bursátil ha reemplazado los casinos de juego que tuvieron que cerrar como consecuencia de la pandemia de la COVID-19.
  • Los fondos pasivos e indexados han experimentado un auge a expensas de los fondos de gestión activa; los fondos pasivos suelen adquirir acciones que presentan mayores valoraciones conforme se van apreciando, mientras que los gestores de fondos activos suelen hacer lo contrario.
  • La duración del actual mercado alcista y la pronunciada recuperación tras la corrección inicial provocada por la COVID-19 han alentado a los inversores a creer que siempre deben «comprar en mercados bajistas». En consecuencia, muchos inversores ya no tienen miedo a las correcciones del mercado bursátil. 
  • La impresionante trayectoria de Bitcoin y Tesla animó aún más a los inversores a buscar nuevas inversiones futurísticas, sobre todo en sectores novedosos como el análisis genómico, la biotecnología y la inteligencia artificial.
  • Con la presidencia de Biden, algunos inversores se dejaron seducir por el «sueño verde» de enormes subvenciones para las energías alternativas, como el hidrógeno o la energía eólica y solar. Del mismo modo, muchos inversores confiaban en que los valores del cánnabis se beneficiarían de la supuesta voluntad de la administración de Biden por legalizar el cánnabis.
  • Los inversores en «crecimiento a cualquier precio», como ARK y Baillie Gifford, registraron enormes entradas de capitales, lo que generó un círculo virtuoso de reinversión de más dinero en los valores de crecimiento ganadores.

 

Así pues, ¿por qué se desplomó el mercado recientemente? En mi opinión, existen diversos factores en juego:

 

  • El despliegue de las vacunas contra la COVID-19 ha provocado una rotación en detrimento de los beneficiarios de la pandemia, como Peloton, Grocery Outlet, Wingstop, Moderna y Zoom Video Communications. De repente, los inversores deben tener en cuenta los temas de «reapertura» en otros sectores, como las aerolíneas, los hoteles y los servicios financieros.
  • Una tendencia gradual hacia la reapertura de la economía mundial está estimulando la demanda de petróleo y otras commodities, lo que a su vez está causando una cierta presión inflacionista.
  • Tras el aumento de las expectativas de inflación, los tipos de interés han hecho lo propio: el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años pasó del 0,5% en agosto al 1,55% recientemente.
  • El alza de los tipos de interés ha repercutido de manera negativa en las valoraciones de las acciones de crecimiento de «larga duración» que se dispararon el año pasado.
  • El péndulo se inclinó demasiado en una dirección, ya que las valoraciones de las acciones de crecimiento en determinados sectores, como el software, el Internet, los dispositivos médicos y la biotecnología, alcanzaron niveles sin precedentes. Resultó inevitable los inversores recogieran beneficios en compañías como Snowflake y pusieron freno al círculo virtuoso de buena rentabilidad (lo que se traducía en entradas de capitales para los gestores de crecimiento y, a su vez, en rentabilidad superior de las acciones de crecimiento y, a su vez, en más entradas de capitales). Cuando las rentabilidades comenzaron a flaquear, los inversores empezaron a retirar su dinero de firmas como ARK, lo que provocó una espiral descendente. 
  •  La mayor oferta de valores de renta variable podría haber sido «la gota que colmó el vaso». A lo largo de los 12 últimos meses, se ha registrado un aumento explosivo de OPV (salidas a bolsa) y SPAC (empresas de adquisición con fines especiales), tanto en número como en importe en dólares. Por primera vez en años, el número de acciones cotizadas en mercados públicos en Estados Unidos experimentó un crecimiento, lo que supuso la reversión de una tendencia que ya duraba dos décadas.
  • Varias compañías de renombre que decidieron salir a bolsa a través de una SPAC se han desplomado, bien porque sus fundamentales han decepcionado, bien porque se dieron a conocer prácticas empresariales desabridas. Por ejemplo, Nikola, Clover Health y Workhorse Group han sufrido pronunciadas caídas en las últimas semanas.

 

 

En mi opinión, los valores tecnológicos siguen ofreciendo un significativo potencial alcista, sobre todo después de la reciente corrección generalizada. Los fundamentales en el sector tecnológico siguen siendo excepcionalmente buenos, y encontramos sin problemas compañías que presentan valoraciones atractivas. Algunos de las principales tendencias clave que identificamos son las siguientes:

 

  • Los teléfonos 5G y las infraestructuras se están adoptando/construyendo a un ritmo vertiginoso. Los equipos para teléfonos e infraestructuras requieren una tecnología electrónica de alto rendimiento.
  • La demanda de comercio electrónico sigue tendiendo al alza, al igual que los servicios de retransmisión de vídeo y música.
  • El software como servicio sigue registrando una sólida demanda por parte de las compañías.
  • Los coches eléctricos experimentan un crecimiento meteórico, y los automóviles están provistos de un mayor número de sensores, cámaras y capacidades informáticas de seguridad e «infoentretenimiento». Como resultado, la demanda de semiconductores en automóviles está creciendo rápidamente.
  • La demanda de ordenadores personales y videoconferencias sigue siendo robusta, conforme la población se adapta a la nueva normalidad de menos viajes de negocios y más teletrabajo.
  • La demanda de videojuegos se mantiene firme, gracias a la versión de la Playstation de Sony lanzada durante la pandemia y la nueva versión de la X-Box de Microsoft.
  • Los centros de datos en la nube están expandiéndose con gran celeridad para atender el creciente tráfico de Internet.
  • Recientemente, se introdujeron nuevas redes wifi de mayor velocidad (Wi-Fi 6 y 6e).
  • El Internet de las cosas está creciendo con rapidez, puesto que cada vez más equipos industriales y productos de consumo han integrado capacidades de inteligencia y comunicación (relojes inteligentes, altavoces inteligentes, etc.).
  • El aprendizaje automático y la inteligencia artificial están creando enormes cantidades de datos que deben almacenarse y analizarse.
  • Existe una prevalente escasez de semiconductores, debido a la fuerte demanda de chips procedente de todas las tendencias descritas con anterioridad.

 

A nuestro parecer, las acciones de crecimiento con elevadas valoraciones, como Tesla, seguirán atravesando dificultades, al tiempo que el mercado favorece cada vez más los valores de «crecimiento a un precio razonable», como Synaptics, Lumentum y F-5 Networks. Además, esperamos que los beneficiarios del «regreso a la oficina», como Cisco, Hewlett Packard y NetApp, registren un satisfactorio comportamiento el próximo año. Dados los archiconocidos ciberataques contra Microsoft y Solar Winds orquestados por China y Rusia, respectivamente, cabe anticipar una buena evolución de los valores de software de seguridad, como Norton LifeLock y McAfee en el segmento de seguridad para los consumidores, así como Cyber Ark, Fortinet, Palo Alto Networks y Sail Point Software en el segmento de seguridad para las empresas. La vigorosa demanda y la inadecuada oferta están creando un entorno óptimo para el sector mundial de los semiconductores.  Nos mostramos optimistas con respecto a las principales compañías de bienes de capital para semiconductores, como Lam Research, Applied Materials, Advanced Energy y Terdayne, pues el sector de chips se esfuerza por ampliar la capacidad para atender la demanda. Los precios de una amplia gama de componentes han tendido al alza, sobre todo en el caso de los circuitos integrados de memoria y los dispositivos analógicos. Adoptamos una postura positiva con respecto a Micron Technology, Western Digital, NXP Semiconductor y Analog Devices.  Por último, confiamos en que Bloom Energy se beneficiará de una sólida demanda de sus pilas de combustible de óxido sólido, que pueden producir electricidad a partir de gas natural o hidrógeno; las pilas de combustible de Bloom también pueden producir hidrógeno de manera extremadamente eficiente, de modo que Bloom se halla perfectamente posicionado en caso de que el hidrógeno logre convertirse en la fuente de energía alternativa de la próxima generación para combatir el cambio climático.

 

¿En qué se diferencia nuestro fondo del resto? ¿Cuál es nuestro ADN?

 

En comparación con la mayor parte de las compañías, contamos con un equipo más amplio, con diez analistas experimentados que cubren todos los segmentos que componen el sector tecnológico mundial. Muchos de mis compañeros atesoran una considerable experiencia profesional en los sectores que analizan; por ejemplo, nuestros dos analistas de semiconductores trabajaron en Advanced Micro Devices antes de ejercer como analistas financieros. Nuestra dilatada experiencia, nuestra ubicación en Silicon Valley y nuestros profundos conocimientos sectoriales nos permiten comprender mejor las tendencias y las compañías tecnológicas. Nuestro fondo también está menos ligado a los índices del mercado que otros fondos; si replicáramos un índice, ¿cómo podríamos superarlo? En cambio, buscamos las mejores oportunidades de rentabilidad, que a menudo se encuentran en los valores de medianas empresas, que suelen encerrar un mayor potencial de crecimiento a largo plazo que las compañías de gran capitalización, las cuales tienen más probabilidades de ser adquiridas. Por último, prestamos atención a las valoraciones y siempre nos preguntamos si una determinada compañía tiene la propiedad intelectual, el talento de ingeniería y el equipo directivo necesarios para cosechar éxito y elevadas rentabilidades a largo plazo; nos esforzamos por evitar aquellas compañías que parecen prometedoras pero se quedan en nada o cuyas tecnologías no son lo suficientemente diferenciadas como para respaldar un buen negocio.

 

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