La UE acuerda un fondo presupuestario y de recuperación: un paso adelante hacia una mayor integración
Tras cuatro días de negociaciones, el consejo de la Unión Europea (EU) ha llegado a un acuerdo sobre un marco financiero plurianual de 1.074 millones de EUR y un fondo de recuperación ‘Próxima Generación’ de la UE de 750.000 millones de EUR. Esta cantidades se suman a los 540.000 millones de EUR que ya estaban aprobadas como safety nets Covid 19, lo que eleva la respuesta total de la UE a 2.364 millones de EUR o el 17% del producto interior bruto de la UE.
¿En qué difiere el acuerdo del borrador de la propuesta del fondo de recuperación?
Para llegar a un acuerdo final y atender a las peticiones de los países llamados los “Cuatro Frugales” (Austria, Dinamarca, Holanda, y Suecia), la propuesta franco- germana inicial del fondo de recuperación ha sufrido varios cambios.
- El Consejo de la Unión Europea ha validado el tamaño del fondo de recuperación de Próxima Generación de la UE de 750.000 de EUR, pero ha modificado el reparto entre ayudas directas y préstamos. El acuerdo es de 390.000 millones de EUR en ayudas directas (originalmente eran 500.000 millones de EUR) y 360.000 millones de EUR en préstamos (originalmente eran 250.000 millones de EUR), y se mantienen las transferencias de solidaridad entre estados miembros.
- Para tener en cuenta el temor de varios estados miembros en relación a su gobernanza y condicionalidad, el Consejo de la UE ha decidido que para usar el fondo de recuperación, los estados miembro tendrán que preparar planes nacionales de recuperación y resiliencia para 2021-2023, que tendrán que ser aprobados por el Consejo, por una mayoría cualificada.
- Además, se ha introducido una especie de mecanismo de “freno de emergenci”a y la Comisión puede investigar basándose en las metas y objetivos de los planes de inversión. Esto frenaría el desembolso durante un periodo de tres meses en el que el Consejo puede evaluar el progreso.
- También se ha decidido mantener, y en muchos casos elevar, los rebates que tradicionalmente han favorecido a los países frugales. El rebate para Dinamarca se ha aumentado de 197 a 322 millones de EUR, para Holanda de 1.576 a 1.921 millones de EUR, para Austria de 237 a 565 millones de EUR y finalmente para Suecia de 798 a 1.069 millones de EUR. Para Alemania el rebate sigue igual en 3,671 millones de EUR.
¿ Qué se ha acordado como parte del marco financiero plurianual (MFF)?
El MFF es un marco de siete años que va de 2021 a 2027, que regula el presupuesto anual de las instituciones de la UE:
- Se ha acordado un presupuesto de 1,074 billones de EUR, que es mayor que el que querían los países que forman el grupo de los “Cuatro Frugales”, pero a estos países – junto con Alemania – se les compensará con rebates que continuarán hasta 2027.
- Las negociaciones presupuestarias de este año han sido especialmente complejas debido a que era el primer presupuesto sin la aportación de 75.000 millones de EUR del Reino Unido. El presupuesto de la UE está financiado por las aportaciones de los países miembros (basadas en el IVA y el Producto Interior Bruto y reducidas por eventuales rebates), los impuestos de importación sobre productos de fuera de la UE y las multas impuestas cuando las empresas no cumplen con las normas de la UE.
- Para poner en perspectiva el tamaño del presupuesto, el PIB de la UE fue de 13,9 billones de EUR en 2019. En una base anual el presupuesto es casi el 1,1% del PIB europeo.
¿Estamos en la antesala de la emisión de eurobonos?
El Consejo de la UE confirmó la capacidad de la Comisión Europea de pedir prestado a través de los mercados financieros, y la Own Resource Decision (Decisión de Recursos Propios) disponiendo las provisiones para que la Comisión se atenga a los recursos para financiar el fondo de recuperación. Aunque este préstamo se ha concedido por circunstancias excepcionales y únicas, está claro que crea un precedente simbólico para la emisión de bonos normales.
Para afrontar los temores de los estados miembro sobre el hecho de que las devoluciones de esta deuda no comenzarían hasta el inicio del próximo ciclo presupuestario (2028), el Consejo de la UE ha decidido colocar las devoluciones a lo largo del periodo 2026-56. Para devolver la deuda, el Consejo también explorará varias posibilidades para emplear “nuevos recursos propios” como un impuesto de residuos plásticos, un mecanismo de ajuste fronterizo de carbono o ampliar el sistema de negociación de emisiones a sectores como la aviación y el sector marítimo. Estos “nuevos recursos propios” no sólo son importantes para devolver la deuda emitida para financiar el fondo de recuperación, sino que debido a su naturaleza estructural, conceden nuevos medios financieros a la Comisión Europea, independientemente de las aportaciones de los estados miembro, lo que supone un paso hacia una mayor integración.
Por último, pero no menos importante, para asegurar que la UE logra la neutralidad climática en 2050 y cumple sus objetivos climáticos para 2030, y su compromiso con el Acuerdo de París, el Consejo de la UE ha decidido que el 30% de los gastos del MFF y el fondo de recuperación serán destinados a proyectos relacionados con el clima.
¿Por qué estas decisiones se perciben como un punto de inflexión en Europa?
Aunque las cantidades acordadas por los líderes de la UE son importantes, lo que se considera como un cambio radical es la forma en que se financiará. De hecho el hecho de que se permita a la UE emitir bonos para financiar el fondo ‘Próxima Generación’ de la UE y que pueda beneficiarse de “nuevos recursos propios” para devolver esta deuda podría considerarse como los primeros pasos hacia la emisión de Eurobonos.
Además, la UE claramente quería hacer frente a las críticas sobre la falta de solidaridad dentro de la Unión. El Mecanismo de Recuperación y Resiliencia se centrará en los países y sectores más afectados por la crisis, independientemente de su aportación al presupuesto de la UE y/o su peso en el PIB – un mensaje de que no se les va a dejar atrás tras esta pandemia, como parte de una UE unificada. Pero nosotros tampoco deberíamos olvidar los riesgos a medio plazo de la política fiscal que abre la puerta a transferir pagos, dado el riesgo de que los países receptores se muestran menos interesados en hacer reformas si la presión del mercado disminuye. La integración fiscal sólo tendrá éxito a largo plazo si el gasto y la responsabilidad están plenamente alineados.
¿Qué implicaciones tienen estas decisiones?
Muchos inversores han pedido una prima de riesgo más elevada para los activos europeos desde la crisis soberana. A los ojos de los inversores más euroescépticos, la eurozona cometió un error fatal al no complementar la unión monetaria con una unión fiscal. En este aspecto, estas medidas representan un paso importante hacia esta unión y deberían reducir la prima de riesgo en todas las clases de activos de la región. La enorme respuesta fiscal a la crisis, incluyendo las transferencias de países fuertes a países periféricos, beneficiará a los mercados de bonos periféricos en relación a los bonos de países core. El reciente éxito para contener la pandemia y la posibilidad de que se aprueben más estímulos y más integración de la UE podrían permitir a la renta variable europea ponerse por fin al nivel de sus homólogos internacionales. Ahora se ha reducido el riesgo de que la zona euro se divida y ha mejorado la percepción del inversor sobre las perspectivas para la región, lo que podría también ser un apoyo para el valor del euro.