¿Cómo invertir con tu primer sueldo?
Todo aquel que lleve un tiempo en el mercado laboral sabe lo que se siente al recibir la primera nómina. La alegría que produce ver el primer sueldo reflejado en la cuenta corriente. La satisfacción del trabajo bien realizado y sobre todo la ilusión de afrontar todo lo que está por llegar en la vida laboral.
Es normal que al verse con cierta cantidad de dinero se quiera gastarlo sin más, pero aquí resulta esencial pensar con cabeza porque, al comenzar a percibir ingresos, es el momento idóneo para plantear no sólo cómo gastar, sino cómo gestionar lo que entra.
Preparar el terreno antes de invertir
Invertir lo antes posible permite que las ganancias generen nuevas ganancias con el tiempo. Cuanto antes se empiece, más tiempo tendrá el dinero para crecer y multiplicarse. Además, empezar joven da margen para asumir algo más de riesgo y aprender sin tanta presión, lo que mejora la educación financiera y una toma de decisiones más inteligentes en el futuro.
Eso sí, antes de lanzarse directamente a invertir, conviene cubrir algunos puntos financieros claves como los siguientes:
- Tener un fondo de emergencia: es recomendable reservar al menos unos meses de gastos básicos antes de invertir activamente.
- Conocer tus gastos y hacer un presupuesto: identificar cuánto entra (sueldo) y cuánto sale (alquiler, transporte, alimentación, ocio) da claridad para saber qué queda para invertir. Es vital conocer un presupuesto que permita saber cuánto se puede dedicar a la inversión sin poner en riesgo las necesidades básicas.
- Asegurarse de no tener deudas con intereses altos: invertir mientras se tiene que pagar mucha carga financiera puede no ser lo más eficiente.
Empezar a invertir el primer sueldo: pasos clave
Una vez que lo anterior está en orden y establecido, aquí van los pasos para invertir bien desde el primer salario:
1º Educación financiera: en las primeras fases de empezar a invertir, lo básico es buscar información. Consumir contenido educativo sobre finanzas y conocer los principales términos y formas de inversión es clave.
2º Definir objetivos: es muy importante tener claro para qué estás invirtiendo: ¿se trata de un ahorro a largo plazo (jubilación, vivienda) o es una meta media (viaje, formación)? Saber el «para qué» te ayudará a elegir el «cómo». Aunque, una cosa es clara, cuanto más tiempo se mantenga el dinero invertido, mayor puede ser el efecto del crecimiento compuesto.
3º Empezar con pequeñas cantidades: no hace falta una gran suma para comenzar. Incluso aportaciones pequeñas regulares pueden generar efectos a largo plazo.
4º Entender el perfil de riesgo: resulta clave conocer cómo eres a la hora de invertir. ¿Tienes un perfil más conservador o más moderado? Teniendo en cuenta esto, es aconsejable mezclar activos más seguros con otros de mayor riesgo según tu perfil.
¿Cuánto hay que invertir del primer sueldo?
No existe una cifra única para todos, pero como norma general, si se está en un sueldo cercano al mínimo —en 2025 el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en España se ha fijado en 1.184 euros brutos al mes, en 14 pagas (lo que equivale a unos 16.576 € brutos al año) para una jornada completa—- se podría valorar dedicar entre el 5 % y el 10 % de lo quede «limpio» tras gastos básicos, al ahorro/inversión.
Conforme aumente el sueldo o disminuyan tus gastos fijos, puede aumentar ese porcentaje.
¿En qué tipo de vehículos invertir?
Existen numerosos vehículos de inversión según los objetivos y nivel de riesgo que se tenga. Por ejemplo, los fondos de inversión y los fondos indexados son una buena opción para principiantes, ya que permiten diversificar el dinero entre muchas empresas sin necesidad de elegir una por una. Si se busca algo más conservador, los depósitos a plazo o las cuentas remuneradas ofrecen seguridad, aunque con menor rentabilidad. En cambio, si se está dispuesto a asumir más riesgo a cambio de mayores beneficios potenciales, se puede considerar acciones, o incluso planes de pensiones a largo plazo. Lo importante es adaptar cada elección al perfil, metas y horizonte temporal.
Consejos finales a tener en cuenta
- No hay que esperar a «tener bastante dinero» para empezar: iniciar pronto aunque con poco puede ser mejor.
- No informarse o dejarse llevar por «tips mágicos»: la inversión requiere cierto conocimiento y constancia.
- No dejar todos los ahorros «parados»: puede que la inflación los erosione.
- Revisar periódicamente: las circunstancias cambian, y el plan de inversión también debería adaptarse.
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