¿EDUCACIÓN FINANCIERA O LIBERTAD FINANCIERA EN NUESTRAS FINANZAS PERSONALES?

Está de moda reivindicar la libertad financiera. Muchos la definen como la capacidad para generar ingresos recurrentes y beneficios con los activos disponibles, para que trabajen por ti y te dediques a vivir como nunca lo has hecho, y como no sabrías cómo hacerlo porque necesitarías más de lo que te piensas para acabar siendo un infeliz. Vamos, igual que si te tocase la lotería, en el ilusionante y poco probable caso de que esto ocurra. Aunque en el caso de la lotería necesitarías más de lo que te ha tocado. O al menos es lo que afirman algunos estudios. Por eso no me encomiendo al bonito concepto de la libertad financiera ni juego a la lotería; ni siquiera a la de Navidad. En ambos casos, la ilusión es el motor. Para comprar lotería y para poner en marcha todo lo necesario con el fin de alcanzar la ansiada libertad en tus finanzas, pagando un curso, contratando a quien proponga ese eslogan o cualquier otra acción encaminada para invertir tus ahorros y vivir de las rentas.

Si eres capaz de definir qué es la libertad financiera cuantificando las rentas que necesitas para alcanzarla, en un tiempo razonable para conseguirlo, y proporcional a tus finanzas actuales, considerando también tu grado de aversión (o propensión, desde la óptica opuesta) al riesgo, entonces tu sueño se puede alcanzar. Siempre resulta más fácil abordar problemas complejos segmentándolos en pequeños problemas para llegar a una solución. Cuando tienes 25 años es relativamente sencillo plantearte una jubilación a los 50 años si cuantificas el importe necesario para completar tu pensión y retirarte con el sueldo que tienes en ese momento. Por supuesto, en términos reales, es decir, actualizado por inflación. Pero si pretendes conseguir lo mismo cuando el planteamiento te lo haces a los 40 años, con el sueldo de los 40, la cosa se complica. Tienes menos tiempo para conseguir una renta mayor, independientemente de tu aversión al riesgo. Y esto ya de por si establece fuertes limitaciones como para incluir más restricciones con una baja tolerancia al riesgo, que capitalizarán más despacio tus inversiones y demandarán más tiempo para llegar al mismo punto. Con una rentabilidad del 10% anual necesito poco más de 7 años para duplicar mi inversión. El plazo aumenta hasta más de 14 años si la rentabilidad es del 5% anual.

AHORRO + EDUCACIÓN FINANCIERA + FINANZAS PERSONALES ≠ LIBERTAD FINANCIERA

Tengas o no ahorros, mejor dicho, tus ahorros sean positivos o negativos (gastas más que ingresas), debes entender cómo gestionar de la mejor forma posible tus finanzas personales. Pero para gestionar bien tus finanzas personales, primero debes tener educación financiera. Y si no tienes los suficientes conocimientos (ni la experiencia gestionando tus finanzas personales), siempre puedes recurrir a un asesor financiero para gestionar eficientemente tus inversiones. Pero sobre todo para que te ayude a elevar tus conocimientos en finanzas. Luego ya pensarás qué es la libertad financiera para ti, y cómo la puedes conseguir, siempre que sea alcanzable desde una perspectiva realista.

Como asesor financiero no puedo ser un apasionado de la libertad financiera. Porque para hacer bien mi trabajo debo ser, ante todo, objetivo. Como inversor, también rechazo esa idea. Nunca es bueno mezclar pasiones e inversiones. Pero definir objetivos más sencillos y cuantificables de inversión, como complementar la jubilación o plan de pensiones con la finalidad de mantener un nivel de vida cuando te retires, o cualquier otro reto financiero que se te ocurra (una casa, la segunda, cubrir la renovación del coche…), o llevado al extremo, contemplar todos a la vez (es lo ideal), te facilitará alcanzar “tú libertad financiera” de forma realista, en tanto que la abordarás desde una óptica premeditada y cuantificable.  Te animo a ver un extracto de la conversación con Carlos García en su canal de You Tube en el que hablo de esto. Si quieres ver el video completo, enlazo el concepto protagonista: Educación financiera Vs Libertad financiera.